〔 ◌ Cᴀʀɢᴀɴᴅᴏ Pᴀɴᴛᴀʟʟᴀ ◌ 〕
¡Jugador, bienvenido a "Oɴᴇ Pɪᴇᴄᴇ Gᴀᴍᴇ"
¡Hazte fuerte, cumple los objetivos y ten grandes recompensas. Pero sobre todo ¡Encuentra el gran tesoro!
Tal vez... Tu vida depende de ello.
¿ʟɪsᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴊᴜɢᴀʀ...
El murmullo de los cocineros se fue apagando a mis espaldas mientras subíamos a cubierta. El aire fresco del mar me recibió con ese aroma salado y húmedo que siempre me recordaba lo lejos que estaba de todo, pero también lo libre que me sentía.
Caelum caminaba a mi lado, con las manos en los bolsillos, mirando el horizonte como si pudiera ver algo más allá de las olas.
—¿Recuerdas cuando le pintaste el rostro a Garp mientras dormía? —dijo de repente, con una media sonrisa— dijimos que había sido unos piratas, pero no resulto.
Solté una risa al recordarlo.
—Y apostaste a que me animaba, ni siquiera intentaste detenerme.
—¡Porque sabía que lo ibas a hacer! —rió él— Además, gané la apuesta. Aunque creo que todavía tengo el moretón de ese castigo.
Sonreí. Con Caelum, las conversaciones siempre terminaban volviendo al pasado. Supongo que había una parte de nosotros que aún vivía ahí.
Su expresión cambió apenas, volviéndose un poco más seria.
—Sabés... pensé en ofrecerte esto antes. Deberías venir conmigo, unirte a la Marina— pasa una mano por su uniforme —Eres fuerte, listo, y tenés determinación y estás a mi altura, ____. Me gustaría tenerte como compañero.
Lo miré por un momento. No lo decía por obligación ni por lástima. Lo decía porque creía en mí. Y eso... eso siempre había sido algo que valoraba en él.
—Gracias, Caelum —dije, con una sonrisa sincera— En otra vida... si hubiera nacido para ser marine, seguro me hubiera encantado formar parte de tu equipo— hago una pausa, mi mano se dirige a los pendientes— Pero en esta no puedo, tengo mis propias metas, cosas que debo hacer, caminos que necesito seguir —devuelvo mi mirada con determinación a mi acompañante— Y no los encontraría bajo un uniforme.
Caelum suspiró, pero no parecía decepcionado. Más bien resignado.
—Siempre fuiste así —murmuró—Terco, pero firme con tus ideas. Admirable... aunque un poco frustrante a veces.
Me encogí de hombros.
—¿Esperabas que cambiara?
—No —dijo, con una risa corta— Supongo que no.
Aproveché la pausa para pedirle lo que realmente necesitaba.
—Por cierto... ¿Puedo pedirte un favor? —hago una pausa, no me gustaban los favores, ni mucho menos tener que mencionar mi situación, pero era necesario— Perdí mi bote en la tormenta que me trajo hasta aquí, por eso estaba varado en el Baratie— rasco la parte posterior de mi cabeza— Si vas hacia Loguetown... o aunque sea tierra firme, ¿podrías llevarme?
Caelum me miró como si acabara de confesar que había tropezado con mis propios cordones.
—¿Así que el gran ____ naufragó como un novato? —soltó una carcajada— Eso explica mucho.
—¿Y me vas a ayudar o vas a seguir burlándote?
—Te llevo —respondió, todavía sonriendo— Pero que sepas que voy a aprovechar el viaje para seguir intentando convencerte.
Le devolví la sonrisa.
—Entonces, será un viaje interesante.
Tras medir unas palabras nostálgicas del pasado, Él se retiró primero a su mesa y yo me quedé unos minutos más.
Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.