〔 ◌ Cᴀʀɢᴀɴᴅᴏ Pᴀɴᴛᴀʟʟᴀ ◌ 〕
¡Jugador, bienvenido a "Oɴᴇ Pɪᴇᴄᴇ Gᴀᴍᴇ"
¡Hazte fuerte, cumple los objetivos y ten grandes recompensas. Pero sobre todo ¡Encuentra el gran tesoro!
Tal vez... Tu vida depende de ello.
¿ʟɪsᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴊᴜɢᴀʀ...
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El Baratie se hacía cada vez más pequeño en el horizonte, hasta que solo quedó como una mancha colorida en medio del mar. El olor a comida y el bullicio del restaurante flotante ya eran solo un recuerdo, reemplazados por el sonido rítmico de las olas golpeando el casco y el silbido del viento marino.
—Bien —dijo Caelum, rompiendo el silencio mientras se giraba hacia ti— Creo que es hora de que conozcas al resto.
Señaló a un grupo de marines que se encontraban en cubierta, algunos revisando cuerdas y velas, otros vigilando el horizonte.
—Ese de allí es Redd, timonel y el más terco del grupo —comentó, señalando a un hombre de cabello cobrizo que no apartaba la vista del timón—A su lado está Mei, nuestra navegante y estratega... no te fíes de esa sonrisa, sabe más de lo que aparenta.
Mientras hablaba, los marines levantaban la vista de sus tareas para mirarte con curiosidad, algunos saludando con un gesto rápido. Continuo presentándome a toda la tripulación.
—Y por supuesto, yo seré tu escolta hasta Loguetown —añadió con un gesto exagerado, como si hablara de otra persona— Órdenes del capitán. Hizo una pausa y sonrió de lado—O sea, mías.
Negue con la cabeza con una sonrisa—¿Siempre hablas así? —pregunté, arqueando una ceja.
—¿Así cómo? —replicó, fingiendo desconcierto.
—Como si quisieras que todos sepan que eres importante.
—Pues claro —dijo, llevándose una mano al pecho con exageración— Soy importante— rode los ojos, ciertamente no solo creció físicamente, su ego también lo hizo —Bueno —continuó él, bajando el tono pero sin perder esa media sonrisa— ya que vamos a compartir viaje... ¿qué te lleva a Loguetown?
Me quedé en silencio un momento, observando el mar. La verdad no era algo que pudiera contarle: misiones del sistema, un objetivo que ni siquiera él entendería. Así que improvisé.
—Negocios —dije finalmente, encogiéndome de hombros— Hay alguien que necesito encontrar allí.
—¿Negocios? —repitió, alzando una ceja como si saboreara la palabra— Eso suena sospechoso.
—Todo suena sospechoso si lo dices con ese tono.
—No, todo suena sospechoso si lo dices sin dar detalles —contraatacó, inclinándose un poco hacia mí— ¿Es una persona peligrosa? ¿Un viejo amigo? ¿Un amor perdido?
Rodé los ojos —Es solo alguien que me debe algo. Y pienso cobrármelo.
Caelum sonrió, como si mi respuesta le hubiera divertido más que satisfecho.
—Vaya... y yo pensando que Garp te habia domado.
Antes de que pudiera contestar, un grito resonó desde lo alto de la cofa. —¡Velas en el horizonte, estribor! ¡Son piratas!
