Aunque a la mayoría se nos había ordenado ir directo al hospital —especialmente a los que habíamos salido heridos—, logré convencer a Tsunade de permitirme asistir al informe de la misión. Después de todo, yo también había presenciado de primera mano lo que ocurrió allá abajo. Había detalles que solo yo podía dar, o eso creía.
La atmósfera en la oficina era tensa. Muy tensa.
Y por más pergaminos, datos y registros que entregáramos, Tsunade no parecía satisfecha. De hecho, parecía lista para lanzar el escritorio por la ventana. Probablemente Sakura pensaba lo mismo. Ventajas de conocerla tan bien... de ser sus discípulas.
En un gesto que no me fue indiferente, la Hokage arrugó los documentos entre sus manos con tanta fuerza que terminaron rotos, desparramados sobre la pila interminable de papeles. Su ceño seguía fruncido, y la vena de su sien palpitaba como una amenaza silenciosa.
—Pueden retirarse —gruñó con la voz áspera, sin mirarnos—. Itachi. Hinata. Ustedes no.
Kiba, Shino y Sakura —los únicos del equipo que no habían sido internados— obedecieron sin rechistar. Aunque, antes de salir, Sakura se acercó y me apretó el brazo con suavidad. Fue solo un gesto, pero lo entendí a la perfección: "Buena suerte, Hinata."
Sentí un escalofrío.
Por un momento me arrepentí de venir, quería salir de ahí cuanto antes.
Y es que, por mucho que Tsunade sea mi maestra y la conozca bien, ella enojada seguía dando el mismo miedo.
Una vez que se cerró la puerta, la Hokage levantó la vista y se recostó levemente en su silla. Nos examinó en un gesto rápido.
—¿Entonces...? —dijo, con lo que intentaba ser paciencia pero en realidad era una advertencia.
—Ya hemos entregado el reporte, Hokage-sama —respondió Itachi, con su voz habitual: tranquila, firme, precisa.
Tsunade alzó una ceja.
—Quiero oírla de nuevo, con tus palabras, Hinata.
Sentí mi garganta cerrarse por un instante. Respiré hondo y mantuve la vista en el suelo, buscando las palabras adecuadas.
—A diferencia del equipo de Itachi-san, al llegar a la ubicación marcada, nosotros no tuvimos que abrir ningún sello. La puerta simplemente se abrió. Según lo que pude deducir, fue en ese momento que Gai-sensei decidió pedir refuerzos.
Itachi no me interrumpió. Solo observaba en silencio.
—Abajo nos esperaba la mujer... como primera impresión, tenía el aspecto desalineado. Ciega. Frágil, al menos en apariencia. Es usuaria del deiton. Fue ella quien nos separó.
Tsunade asintió apenas con la cabeza, confirmando que esos datos ya los tenía.
—Luego de que me separó de Tenten-san, encontré a Daisuke Yagami. Estaba herido, envenenado... y portaba un sello que absorbía chakra. Lo drenaban lentamente.
La Hokage me miraba sin pestañear. Era una evaluación. Y yo lo sabía.
—Cuando pude estabilizarlo lo suficiente y eliminar el veneno, continué el camino, llevándolo conmigo, buscando una salida.
Mentí. En ningún momento pensé en salir. En realidad, lo único que tenía en mente era encontrarlos. A todos.
—En el camino luché contra dos clones. Uno era Aoi Hara. Su clon no estaba completamente desarrollado. Aunque tenía recuerdos y técnicas, su red de chakra no existía.
—¿No existía? —preguntó Tsunade, sin disimular el interés.
—El cuerpo estaba vacío —argumenté.
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Henko ~Itahina~
FanfictionUna misión inesperada la llevó al límite, poniendo a prueba todo lo que creía ser. Hinata, quien siempre había estado dispuesta a dar su vida por Naruto o por la aldea, arriesgó todo en nombre de la paz por la que tanto lucharon. Pero mientras su cu...
