25-. Sin él.

1.6K 238 13
                                    

Se acabó.

Esas dos palabras me dejaron por completo desconcertado. ¿Qué significaban? ¿Por qué Sung Kyu me había enviado de la nada ese mensaje?
Hice a un lado el borrador de la novela en la que trabajaba en ese momento y marqué el número de Sung Kyu, pensando que tal vez habría sido un error o algo así.
Me enviaba directo al buzón. Eso me desconcertó aun mas.
Dejé vagar la vista por la linea de palabras que tenía delante de mi, impresas en el monitor. Había perdido por completo las ganas de seguir con ello. Y así tomé una decisión.
Sung Jong me intercepto en las escaleras.
—¿A donde vas?
Aun no se iba a su casa. Y sabia que no era por Myung Soo, no esta vez, sino por mi. Se me había pasado la fecha de entrega por unos cuantos días. Nada importante. Terminaría los últimos capítulos en apenas unas horas, así que podía tomarme algunos minutos para ir donde Sung Kyu. Sin embargo mi editor no lo veía de esa manera.
—Puedes ver a Sung Kyu mañana.
—No entiendes. Tengo que verlo hoy.
—Tú eres el que no entiende, Woo Hyun —replicó él, de brazos cruzados justo frente a la puerta —mañana al mediodía se cumple el nuevo plazo que nos dieron para entregar el manuscrito. Un manuscrito por el cual te pagaron por adelantado.
Eso era cierto. Chasquee la lengua. Odiaba esa parte de ser adulto,  odiaba tener que tomar responsabilidad de mis actos.
Lentamente volví a mi habitación, mirando el ordenador, las hojas del borrador y mi pequeño cuaderno de notas con fastidio. No quería estar ahí, sino con Sung Kyu. ¿Que significaba ese "se acabó"? ¿Hablaba de nosotros? Bueno, salíamos, ¿no? Fácilmente podríamos decir que éramos novios. Así que cuando hablaba de "acabar", ¿se refería a eso?

No pude zafarme de Sung Jong hasta dos días después, momento en el cual fui en busca de Sung Kyu. No estaba en casa, pese a que golpee la puerta durante casi diez minutos, con la esperanza de que podría estar dormido. Entonces decidí ir al teatro. Dong Woo nunca me había prohibido la entrada, aunque notaba que ese actor, Ho Won, se molestaba mucho con mi presencia. Me gustaría oírle decirme algo. O a Sung Kyu, pero él no me había dicho nada sobre eso. Así que su relación profesional debía haber mejorado un poco.
En el teatro sólo vi a Kana, no había extras ni tampoco se veía a Hoya por ningún lado.
—Hola, Woo Hyun.
Me saludó con su habitual sonrisa. Kana era de esas personas imperturbables. Y no por ser fuertes, sino distraídas. Vale, que a veces yo también me perdía en mis propios sueños (y eso fue precisamente lo que me atrajo de ella en un principio), pero me consideraba mas despierto que ella.
—Hola, Kana —respondí—. ¿Ha terminado el ensayo?
—Ni siquiera ha comenzado. Todos se han ido a casa ya. Yo estoy esperando a Sung Yeol.
—¿Ocurrió algo?
—Por lo que sé nos quedamos sin protagonista masculino y... —su expresión cambió—. Tú eres amigo de Sung Kyu, tal vez tú...
—Espera. Explicame eso de que se quedaron sin protagonista.
—Parece que renunció.
Sus palabras me dejaron frío. ¿Sung Kyu había renunciado? ¿Y si su mensaje se refería a eso? "Se acabó". ¿Y si me lo había enviado en busca de apoyo?
—¿Esta Dong Woo aquí?
—Si. Con Yeollie allá atrás.
Y me señaló los vestidores. Sin añadir nada mas eché a andar hacia allá.
—... esto no es ninguna sorpresa ya...
Escuché la voz de Sung Yeol conforme me acercaba.
—¿Por qué lo hizo?
—¡Tú sabes porque lo hizo! Ese idiota inestable.
Y entonces abrí la puerta. Dong Woo estaba sentado, con una mano en el rostro y Sung Yeol caminaba de allá para acá agitando los brazos. Se detuvo en cuanto me vio.
—Miren quien llegó —rugió y se acercó hasta a mi—. Supongo que vienes con un mensaje de disculpa de ese idiota.
—No sé a quien te refieras por "ese idiota".
Repliqué con frialdad.
—¿A quién sino? A tu novio.
Fruncí el ceño.
-Yo también lo estoy buscando.
Dong Woo levantó el rostro, mirándome con el ceño fruncido.
—¿El... te dejó también?
—¿También?
Dong Woo ahogó un sollozo y comenzó a hablar.
—Me dijo que necesitaba unos días, que iría a casa de sus padres, pero... llamé esta mañana y era mentira. Él no ha estado por ahí.
—¿Te acostaste ya con él?
Preguntó Sung Yeol de golpe. Su forma tan dura y directa me hizo fruncir el ceño a mi esta vez.
—¿Que tiene eso que ver?
—Que por eso se fue. Sung Kyu es así siempre. Una vez que consigue lo que quiere desaparece —se rascó la cabeza —y ahora no sabemos cuando aparecerá de nuevo.
Y sin dejarme responder se fue, cerrando de un portazo. Ese chico parecía tener problemas con el manejo de la ira.
—Lo siento por eso.
Dijo Dong Woo con desgana.
—Sung Kyu... ¿de verdad suele hacer eso?
Me habían preocupado sus palabras.
—Yeollie exagera —Dong Woo suspiró—. Lo hacia antes, pero de eso hace años. Cuando aun estudiábamos.
—Entonces, ¿por qué se fue?
—No lo sé. ¿No intentó comunicarse contigo o algo así?
Volví a fruncir el ceño, pero le conté lo del mensaje. Dong Woo volvió a suspirar.
—Así que era eso.
Dijo entre dientes.
—¿Qué cosa?
—Creo que esta asustado. Y por eso huyó —no entendía muy bien de que hablaba—. Verás, Woo Hyun, la vida de Sung Kyu no ha sido fácil, con su padre y todo eso. ¿Te ha hablado de su padre?
—No.
Repuse, cayendo en la cuenta de lo poco que sabia de Sung Kyu.
—Bueno, entonces no me corresponde a mi contarte esa historia. Pero debes saber que eso le ha afectado mucho. Él intenta ser fuerte, pero su autoestima esta por los suelos.
—No entiendo.
Admití.
—No importa, pero si de verdad te interesa Sung Kyu debes darle algo de tiempo. Ya aparecerá. Si no es el caso, supongo que es mejor para ti, ¿no? Sobre todo si ya se han acostado.
Sus palabras me confundieron.
—¿Que intentas decirme?
—Pues que tú...
—¿Crees que salgo con Sung Kyu sólo por el sexo?—. Su silencio fue respuesta suficiente—. Te equívocas. Yo voy en serio con él. A mi de verdad me gusta Sung Kyu.
Dong Woo me miró en silencio, pero al final asintió.
Terminé marchándome también, sobre todo porque ya no había nada mas que pudiera sonsacarle a ese chico. Él de verdad no sabia donde estaba Sung Kyu.
Me cuestioné si habría algo de verdad en lo que Sung Yeol había dicho. ¿Sung Kyu sólo buscaba sexo en mi? No. No podía ser así. Recordaba su lindo sonrojo ante mi cercanía, su nerviosismo, su aparentar que no pasaba nada cuando su corazón parecía a punto de estallar. No, Sung Kyu no había jugado conmigo solamente. Tenía que confiar en él. Yo lo quería y sabia que él me quería a mi también.
Pero, ¿cuanto tiempo tenia que esperar?

Pasaron tres largos meses sin recibir noticias suyas. Y sentía como mi paciencia se iba agotando. Mas de una vez pensé en contratar a un detective privado para que lo buscará, pero tenía que recordarme a mi mismo que esa no era una de mis novelas.
Y al final lo encontré. Y no tuve que recurrir a el detective. Es más ni siquiera lo busqué conscientemente, convencido de que él volvería a mi.
Fue un sábado por la mañana. Se suponía que tendría que estar escribiendo, pero en su lugar me puse a ver televisión, mirando de vez en cuando mi celular. Aun tenía la esperanza de que Sung Kyu me llamará.
—... y ahora tenemos el placer de presentarles a un artista debut —escuché la voz de la presentadora. Le presté atención. Ella era linda—. Con ustedes: Kim Sung Kyu.
Fue suficiente escuchar ese nombre para que mi corazón latiera a toda velocidad.
¿Podía ser que...?
El escenario cambio, dando paso a un primer plano de un piano enorme. Y sobre este se encontraba Sung Kyu, aunque me costó reconocerlo en primera instancia. No sólo por el traje que usaba, sino por el cabello. Rojo. Se había pintado el cabello de un intenso rojo, el cual, mirándolo bien, lo hacia ver muy sexy.
Antes de poder reponerme de la impresión Sung Kyu comenzó a cantar. Leí el titulo del tema que interpretaba y que además tocaba majestuosamente en el piano: Only Tears. Era un titulo muy triste para una canción... Y aun me faltaba escucharla. El tema en si era una carta de dolor y con la voz de Sung Kyu, quien parecía sumergirse por completo en el sentimiento, lo volvía algo desgarrador, pero a la vez hermoso de escuchar.
Y pensé que la letra bien podía estar hablando de mi. Como si Sung Kyu me estuviese hablando directamente a través de la letra de esa canción.
Terminó el tema, dio las gracias y desapareció de escena. Pero esa vez no me preocupe. Me había acercado al ordenador de nuevo. Lee Yong tenia muchos contactos.

Un amor entre letrasWhere stories live. Discover now