22-. Musical.

1.5K 237 11
                                    

—Estás muy tenso, Sung Kyu.
Dijo Kana mientras me veía chasquear los dedos en espera del ultimo llamado. Según Sung Yeol teníamos la casa llena, un poco raro considerando que era una obra independiente, aunque claro que el nombre de Hoya como parte del elenco debía haber despertado cierta curiosidad entre los asistentes.
—Lo siento.
Murmuré, bajando las manos hasta pegarlas a mis costados.
—No te apures —me tocó ligeramente el hombro—. ¿Es tu primera vez en el escenario?
—Más o menos.
No lo era del todo. Cuando aun estudiaba Dong Woo había escrito una pequeña obra para un festival escolar, dándome el protagonico. Entendía en cierta forma su fe actual hacia mi.
Entonces escuché un chasquido a mi espalda. Era Hoya, quien me miraba con exasperación. Para él un novato no tenia porque estar ahí. Pero no me importaba su opinión, no cuando tenia una gran motivación.
Sonreí a la vez que el ultimo llamado sonaba, dando comienzo al musical.
Si tenia que ser sincero cometí múltiples errores, pero la descoordinación entre mi coprotagonista y yo era tan obvia que era imposible achacarme todo lo malo a mi. O eso me repetía mentalmente. Para el público que desconocía la obra en si todo se vería perfecto. ¿Podria ser igual para Woo Hyun? Tal vez... Después de todo él no había mirado el resto de los ensayos.
Las dos partes mas difíciles en cambio las supere sin apenas esforzame. Besé a una chica por primera vez, durante casi diez segundos nuestros labios estuvieron juntos, pero no sentí nada. Fue como rozar una superficie cualquiera. Seguramente Kana no se sentiría feliz de saber mi comparación, pero así había sido para mi. Y en cuanto a la otra parte: mi solo, mi gran momento; triunfe sin duda alguna. Al final el público se levantó y aplaudió. Sólo pude sonreír, ocultando mi timidez como podía. Por suerte no tardé en tener a Kana mi lado, alegre y risueña. Era evidente que eso le encantaba.
Abandonamos el escenario, con el sonido del público resonando a nuestras espaldas. Hoya me lanzó una mirada, pero se limitó a asentir antes de ir a reunirse con el resto del elenco. Recibí felicitaciones de todos ellos, pero no había rastro de Dong Woo. Y después de mirar bien tampoco de Sung Yeol. Y Kana no tardó en perderse también.
No importaba. Tenia que darme prisa y cambiarme. Woo Hyun seguramente me estaría esperando. Si al final resultaba que me había equivocado mucho y él lo habia notado tendría que pensar en un excusa para no hacerlo. No importaba que, no podía permitirme ser el de abajo.
Regresé a los camerinos, despojándome del vestuario, una par de pantalones de un azul intenso y una camisa roja. Me eché un vistazo en el espejo, tendría que lavarme la cara tambien. No era como si el rímel me sentara mal, de hecho se me veía bastante bien, pero yo era un chico y estar maquillado me generaba sentimientos encontrados.
Antes de decidirme del todo a limpiarme el rostro escuché como llamaban a la puerta.
Woo Hyun.
Tenía que ser él. Ese tonto no tardaría nada en aparecerse a reclamar su premio. Chasquee la boca. ¿Y si realmente yo había fallado?
Me acomodé el pelo un poco, ignorando el maquillaje y abrí la puerta. Me topé de frente con las dos ultimas personas que habría esperado ver ahí.
—¡Sung Kyu!
Exclamó alegremente Sung Jong y me echó los brazos al cuello. Parecía un niño pequeño.
—Sung Jong —levanté el rostro y me topé con la mirada fría de Myung Soo —no esperaba verlos aquí.
—¿Y por qué no lo haríamos?—. Sung Jong me soltó—. Has estado increíble. Debiste decirnos que cantabas tan bien.
Y entonces noté algo: Lee Sung Jong me tuteaba.
—No ha sido para tanto.
Respondí, confundido por tanta confianza.
—Claro que si. ¿Verdad, L?
Y le dio un ligero codazo al abogado. Este sonrió entonces. Fue casi un truco de magia. La frialdad desapareció de su rostro, dejando simplemente a un atractivo y cálido hombre.
—Si. Ha sido estupendo. Debiste decirnos sobre esa habilidad. Le habríamos dado un mejor uso.
¿Qué? ¿Myung Soo también me tuteaba?
—Pero...
—L también canta a veces —siguió Sung Jong como si nada —podrían hacer un hermoso dueto.
—Woo Hyun lo hace mejor que yo, Jongie.
Le respondió Myung Soo, sonriendo ampliamente.
—Sólo un poquito —repuso el editor y se volvió hacia mi—. ¿Lo has escuchado cantar?
—Si.
—Es bueno, ¿verdad?—. Asenti, muy confundido y entonces su gran sonrisa vaciló—. Oh, lo siento, creo que nos dejamos llevar por la emoción.
Miró a Myung Soo nerviosamente.
—No creo que a Sung Kyu le moleste, ¿verdad?—. Y el abogado me miraba de frente—. Después de todo ahora somos casi familia.
¿Casi familia? ¿Era que...?
—Woo Hyun nos lo ha contado todo.
Repuso Sung Jong alegremente. Myung Soo entrelazó entonces su mano con la suya. Los miré y no pude evitar sonreír a mi vez. No me molestaria demasiado formar parte de su loca familia.
Antes de poder decir algo mas la puerta se abrió justo por detrás de ellos.
—Sung Kyu, buena la has hecho esta noche —dijo Sung Yeol —allá afuera ahí un productor que...
Se interrumpió, fijándose en mis invitados, abriendo mucho los ojos al verlos.
—Ah, Yeollie —me adelanté —déjame presentarte, ellos son Myung Soo y Sung Jong, el abogado y el editor de Lee Yong, respectivamente.
—¿Lee Yong ha venido esta noche?
—Lo ha hecho —asintió Sung Jong —pero ya se ha ido a casa.
—Que mala suerte. Me habría gustado conocerla—. Volvió a fijarse en ellos—. ¿Realmente son eso que Sung Kyu dice? Con su apariencia les iría muy bien como modelos.
—Oh no.
Se alarmó Sung Jong un poco, mirando a Myung Soo.
—Claro que si. ¿Me dejarían pintarlos?
—Sung Yeol es pintor.
Expliqué entonces, conteniendo una carcajada. Sólo a Sung Yeol se le ocurriría hacer algo así.
—Nosotros...
Dijo Sung Jong de nuevo, pero Myung Soo tomó la palabra.
—Creo que al único que tendrías que pintar es a él —y miraba cariñosamente al editor —es la cosa mas bella y dulce del mundo.
El color había llenado por completo el rostro de Sung Jong.
—Ah, pero si los dos son bonitos —replicó Sung Yeol —podría pintarlos muy bien a ambos.
Fue en ese momento que decidí escabullirme. Una vez que Yeollie comenzaba no había forma de pararlo. Lo lamentaba por ellos, pero tenia mis propios asuntos que atender.
El pasillo estaba desierto. Recordé entonces algo sobre una fiesta después del estreno. Todos estarían ahí entonces. Dino también. Lástima, quería hablar con él antes de irme.
¿Dónde estaría Woo Hyun?
Saqué mi celular del bolsillo, listo para llamarlo cuando una puerta a mi derecha se abrió, dejando a Kana en mi campo visual.
—Sung Kyu, ¿aun no te vas? ¿No había una fiesta o algo así?
—Si. ¿Irás?
—Oh no. Estoy exhausta. Desde que llegué de Japón no he podido dormir nada. Me voy al hotel a descansar.
Lo había olvidado. Su vuelo había llegado justo ese día. Al verla así, con un maquillaje mas ligero me di cuenta de las enormes ojeras que tenía. Y aun así había estado espléndida sobre el escenario.
—Que descanses.
Deseé sinceramente.
—Gracias —sonrió débilmente—. Lo has hecho muy bien, Sung Kyu. Hasta Hoya estaba impresionado.
—¿Tú crees?
—Oh si. Lo conozco.
Habría querido ahondar mas en ese tema, pero entonces un par de manos cubrieron mis ojos.
—Adivina quien soy.
Canturreo dulcemente una voz a mi oído. No pude evitar sonreír. Sabía muy bien quién era. Lo hice a un lado y me volví. Woo Hyun exhibía una enorme sonrisa, casi brillante. Caray, se veía guapísimo así. Me mordí el labio al pensar en lo que podría pasar esa noche.
—¿Woo Hyun?
Nos sorprendió a ambos la voz de Kana detrás de mi.
Nam la miró, dejando salir un leve silbido mientras sus ojos se abrían mucho debido a la sorpresa.
—Kana —me lanzó un breve vistazo antes de volverse hacia ella de nuevo —vaya, cuanto tiempo.

Un amor entre letrasWhere stories live. Discover now