3.- Tres razones.

1.7K 258 6
                                    

Miré a Myung Soo fijamente, intentando encontrar el chiste.
—¿Que significa exactamente "cuidar de él"?
Solté cuando noté que no parecía tener la menor intención de aclarar las cosas.
—Significa que...
Empezó, pero Sung Jong lo interrumpió:
—Woo Hyun es una persona un tanto peculiar —explicó en voz baja —sucede a menudo con los genios literarios.
—He oído algo sobre eso.
Comenté, pensando en la cantidad de excentricidades que tenían algunos escritores. Sin ir mas lejos podía mencionar a Dong Woo, quien sin ser un novelista como tal, solía tener unas ideas muy locas cada vez que se enfrascaba en una de sus obras de teatro.
—Él necesita mas paciencia que la mayoría —siguió Sung Jong —y comprensión. Mucha comprensión.
—Deja de suavizar las cosas, Sung Jong —se irritó Myung Soo—. La verdad es que Woo Hyun es un desastre total. Mas allá de escribir no puede hacer nada. Es incontrolable y demasiado infantil, pero tiene un magnetismo tal que hace imposible resistirse a él.
Me removi, un poco incómodo por sus palabras. ¿Por qué decía eso del magnetismo?
—Myung, no hay necesidad de asustar a Sung Kyu.
Le recriminó el joven editor.
—Es mejor que sepa a lo que se enfrenta —replicó Myung Soo, mirándome—. No es un trabajo fácil, pero tengo fe en que usted pueda hacerlo.
—¿Por qué?—. Salté—. Nunca he hecho nada parecido. Caray, me esta diciendo que debo ser la niñera de ese chico.
—¿Y no se siente capaz de hacerlo?
Me retó el abogado.
Apreté los dientes con irritación.
—Claro que puedo.
—¿Ah si?
—Cuidar de ese chico... Pff. No será nada.
Estaba hablando mas de la cuenta y lo sabia, pero no pude frenar mi lengua.
Una sonrisa de suficiencia apareció en el rostro de Myung Soo.
—Me alegra mucho escuchar eso, Kim Sung Kyu.
—¿Ah si?
Ahora fue mi turno de parecer odioso.
—Por algo lo escogí para el puesto —miré a Sung Jong de reojo. Yo creía que había sido él—. De entre los nueve candidatos usted fue el único que en verdad me sorprendió.
—¿Por qué? ¿Mi increíble carisma se notó a través de mi currículum?
Me burlé, olvidando mis anteriores preocupaciones sobre ese hombre.
Pero Myung Soo se limitó a soltar la carcajada. Sung Jong lo imito.
—En absoluto. Desconozco por completo su "increíble carisma" —respondió el abogado —y para serle franco no me interesa conocerla, pero vi tres puntos interesantes en usted —presté atención a sus palabras —el primero era su situación familiar. El segundo, su edad. Y el tercero, su carrera.
—¿Que tiene eso que ver?
Repliqué, confundido.
—Es fácil —habló Sung Jong esta vez —sabemos que es hijo único y que ya no vive con sus padres, sin duda tendrá tiempo para venir cuando se le necesite de emergencia. Es mayor que Woo Hyun, así que le impondrá una imagen de respeto que ninguno de nosotros dos puede —miró a Myung Soo con una sonrisita —y estudió arte, ¿no es así? Usted puede entender sus tribulaciones un poco. Incluso dijo recién que había oído sobre las excentricidades de los escritores.
Así que esas eran las razones de mi contratación. ¿Que había esperado?
Era cierto, era hijo único y ya no vivía con mis padres, pero no por asunto de independencia, sino de molestia; por parte de mi padre. Ser mayor no garantizaba nada realmente. Y en cuanto a mi carrera, bueno, había estudiado arte simplemente porque eso habían escogido mis mejores amigos: Dong Woo y Sung Yeol. Ellos tenían talento artístico, yo no.
Pero no les dije nada de eso a ese par que me miraba con expectación. Sin embargo lo pensé mucho. Todo el asunto era raro y molesto en si. ¿Cuidar de ese chico? Me irritaba el sólo pensarlo.
Pero también estaba el hecho de que él era Lee Yong, mi escritora favorita, de quien había leído todos sus libros.
¿Que se podía hacer en una situación como esa?
—Si va a echarse para atrás...
Empezó Myung Soo, seguramente listo para repetir sus amenazas, pero lo interrumpi:
—No me echaré para atrás. Cuidare de ese chico si ese es mi verdadero trabajo.
Volvieron a mirarse entre ellos y Myung Soo asintió.
—Justo como esperaba—. Se volvió hacia Sung Jong—. Cuando termines con eso date una vuelta por mi oficina.
—Tal vez me tome toda la tarde.
—Ve a la hora que sea —le acarició el rostro —mi oficina siempre esta abierta para ti.
¿Fue mi imaginación o el editor se sonrojo?
Miré hacia otro lado.
—Sung Kyu, vayamos al comedor. Tengo que presentarlo con Woo Hyun apropiadamente.
Sin esperar mi respuesta abandonó la habitación.
—Nos veremos en otro momento, Sung Kyu.
Dijo Sung Jong, despidiéndose.
Me límite a asentir y corrí para alcanzar a Myung Soo.
El comedor estaba vacío, aunque era un sitio imponente, con una larga mesa capaz de albergar a mas de quince personas.
Myung Soo pasó entonces a la cocina, sin decirme nada. Lo segui de nuevo, un poco cansado de tanta frialdad de su parte. Había dicho que yo le convenía para el puesto, ¿no podía ser un poco mas amable?
La cocina era mas pequeña de lo que habría esperado en una casa como aquella, tan poco común en Corea.
La joven asistenta reía abiertamente frente a una ovalada mesa para cortar verduras, aunque su expresión se oscureció cuando nos vio entrar.
Woo Hyun se hallaba frente a ella, comiendo, con los codos sobre la mesa. Frunci el ceño al notar esto. Y fue peor cuando descubrí además que estaba hablando con la boca llena de comida, diciendo tonterías que hacían reír a la asistenta.
—Woo Hyun.
Llamó Myung Soo.
El aludido volvió el rostro un poco, sin demasiado interés.
—¿Que quieres ahora, L?
—Tengo conmigo a tu nuevo... asistente.
Eso atrajó su atención. Se levantó, dejando su comida de lado y enfocó sus ojos en mi. No pude dejar de notar lo preciosos que estos eran.
—Así que un nuevo asistente, ¿eh?
—Un placer —hice una ligera reverencia—. Mi nombre es Kim Sung Kyu y estaré a tu cuidado a partir de ahora.
Woo Hyun empezó a reír con ganas, estirando su mano.
—Me gusta tu estilo —al ver que yo vacilaba fue él quien tomó mi mano entre las suyas—. Soy Nam Woo Hyun. Supongo que ya sabes sobre lo otro.
—Si. Lo sé.
Sentí un cosquilleo en el estómago ante su contacto. Su mano era calida y suave.
—Sung Kyu empezara mañana.
Añadió Myung Soo, ocupado en fulminar a la perezosa asistenta con la mirada.
—Espero que dures mas que el resto.
Sonrió Woo Hyun con alegría.
¿El resto?
Miré a Myung Soo, pero este se negó a hacer lo mismo.
—Soy el tipo de persona que busca crecer en sus trabajos —dije en voz baja —así que...
No me dejó terminar.
—Ya lo veremos.
Y esbozo una amplia sonrisa, una que prometía problemas.

Un amor entre letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora