Narra Caro
Ya pasaron los días y todos han estado como siempre, nada nuevo. Todo es: limpiar, ordenar, estudiar y trabajar. Hoy es viernes y la directora nos informó acerca de una familia que iba a venir, claramente a adoptar a una niña.
Según algunas películas que vemos con las chicas a escondidas, siempre hay una chica mala, popular y zorra en todos los lugares. Y acá en este orfanato hay una, era de esperarse. Su nombre es Charo, es insoportable.
La chica se sale casi todos los día a ver a un chico que según ella es su "novio", pero no lo creo, porque cada vez que se despiden enfrente del portón es un chico nuevo.
Y si se preguntan si estoy emocionada con eso de que van a venir a adoptar, no lo estoy. Toda la vida es lo mismo siempre, adoptan a las más pequeñas o a las recién nacidas, a las lindas. Y obvio que no soy linda ni pequeña.
Nos dijeron que nos arregláramos un poco nosotras y el patio. Opté por ponerme un short tiro alto y una camisa blanca con estampados de flores y unas zapatillas negras. Me peine, cosa que nunca hago, era solo para tener una buena impresión, me puse mascara de pestañas y brillo en los labios. Mis amigas no sé dónde estarán ahora mismo.
♥♥♥
Narra Joaco
Hoy ya es viernes, el día en que tendré una nueva hermanita. Me enteré de que vamos a ir a este orfanato cerca de mi casa, no fue de mi agrado. Allí va a estar mi novia Charo, así que en lo que mi mamá va a estar escogiendo a una niña, yo iré a la habitación de ella, con un poco de privacidad.
No me interesa mucho la elección de Lara y mamá, solo quiero que trate bien a mi hermana, que juegue con ella y entonces va a tener una vida fácil.
Llegamos al lugar y todas se nos quedaron viendo, unas emocionadas, otras con curiosidad y otras como si no pasara nada, mientras que otras estaban que explotaban de los nervios. Me acerque a unas nenas que me estaban mirando muchos, traté de demostrar mis encantos.
— Buenas, buenas. — todas se rieron y me saludaron de beso en la mejilla y alguna que otra más atrevida me daban el beso en la comisura de mis labios. Es algo normal para mí. — ¿Todo bien? — asintieron con la cabeza. — ¿Cómo se llaman?
Se miraron entre ellas y una me contestó. — Yo soy Flor, ella es Anto — señaló a una chica bonita pero no de mi agrado. — Ella es Cande. — ella si es de mi agrado, así que le guiñé el ojo. — Y ella es Valen. — finalizó y me señaló a una pequeña chica rubia.
— Que lindos nombre. — dije intentando caerles bien, más a esa Cande que me miraba muy picara. — Mi nombre es Joaquín, Joaquín Ochoa. — sonreí. — Quería saber si ustedes ¿conocen a una Charo por aquí?
Inmediatamente me contestó Anto. — ¿Estás buscando a las más plástica y puta? ¿En serio?
Eso me lo esperaba. — Es mi novia. — dije incómodo.
Flor, hizo una mirada muy fea hacia Anto. — Antonella, discúlpate. — dijo metiéndole un codazo en sus gemelas.
Antonella me miró sobándose una de sus bubis y dijo: — Pero si es la verdad, estoy haciéndote un favor amigo. No te pediré perdón por decir la verdad. — levanto sus hombros.
Cande, la chica que me gusta, rodó los ojos, mientras le pegaba a su amiga. — Charo está en su habitación, queda justo acà recto, tercer nivel. — agradecí con la mirada y comencé a caminar.
A lo lejos escuché a Anto gritar. — Por eso la muy puta ordenó su habitación. — sonreí. Hoy es mi día. Comencé a correr derecho, ya quería llegar a su cuarto.
De la nada sentí como un cuerpo me tiraba contra el suelo, sentí un leve dolor en el trasero cuando caí con el cuerpo encima de mí.
— ¿Qué te pasa, nene? Fíjate por donde vas. — me gritó la chica que estaba arriba de mí. La miré mejor y tiene unos ojos verdes que te matas.
— Fíjate por donde vas vos. — dije haciéndome el enfadado.
— ¿Quién iba corriendo? — preguntó obviando la verdad, mientras se paraba golpeando uno de mis gemelos, por llamarlo de manera refinada.
— Te contestaré solo si me decís cómo te llamas. — sonreí con un poco de dolor.
— Que te importa. — dijo y se cruzó de brazos.
— Carolina ¿Qué le hiciste? — La chica de ojos verdes la miró a Flor con cara de que la mataba. Sonreí con superioridad.
— Así que te llamas Carolina. — Carolina rodó los ojos de manera enojada y aplaudió.
— Que listo eres. — y se dio la vuelta. Su trasero era bonito, al igual que sus piernas delgadas y bronceadas. — ¡Vamos! — les dijo a las chicas que acabo de conocer.
Ellas se despidieron y se fueron. Continúe con la caminata a la habitación de mi novia y no sé cómo lo supo pero se lanzó a mis brazos.
Mientras me abrazaba, besaba mi cuello. — ¿Cómo estas, hermosa?
— Todo de maravilla, ¿queres venir a acostarte conmigo? — preguntó. Andaba un poco necesitada.
Lo pensé bien y comencé a besarla mientras me acordaba de los ojos verdes de Carolina. Qué asco. No podía hacer esto aquí mientras mi madre estaba cerca. — No da para eso, Charo.
Ella se rió mientras se bajaba, rozando mi entrepierna con su pelvis. Esta niña me ponía. Y mucho. — Pero que mal pensado, mi amor. Solo quiero que estemos un rato juntos, acostados. — mi miró pícara. Me besó, le quería sacar la blusa o lo que era pero no podía, es muy ajustado.
— Lo siento, Charo. No quiero, no es el momento, cariño. — dije avergonzado.
Ella me miró triste. — Pero gordo, me esforcé en hacer todo esto. — observé a mi alrededor y así como dijo Anto, lo había ordenado.
— Si, bueno, todo muy bello, pero me voy. — y así como dije me fui.
Luego dicen que somos los hombres los que solo queremos sexo.
ESTÁS LEYENDO
¿Me enamoré de mi Hermano/a? || JAROLINA ||
Teen FictionCarolina Domenech, es una chica inteligente, amigable y tierna. Lamentablemente es abandonada en un orfanato de Argentina, pero eso no le quita la energía y felicidad que la caracteriza. Consiguió algunas amigas con las cuales se llevan bien y tam...