EVERYTHING IS ROMANTIC͏ ͏ ͏ ͏ ─͏ ͏ ͏ ͏CHALLENGERS.

v.

"Está bien." Dijo ella en su lugar. "No pasa nada."

Y el tema no volvió a resurgir hasta unos meses después, que Patrick volviese a gemir el nombre de aquél chico pero la respuesta de Dev fue diferente. Había un ligero destello de deseo en esos ojos que a veces lo atormentaban pero aún así, ella no dijo nada.
Patrick comenzó a sospechar que quizá una parte de ella se sentía excitada con la idea de tener a su propio novio fantaseando con otro hombre porque no era sorpresa para él que Devine solía ver mucho a la dirección de Art cuándo él se hallaba practicando en la cacha adjunta a la de ella. Muchas veces lo ignoraba. Era normal para él estar sentado en la banca con una botella de agua en la mano mientras la chica se movía con entusiasmo, golpeando la pelota amarilla con una sonrisa socarrona. Sonrisa que se desvanecía cuando el rubio entraba, pisando el pavimento con una seguridad que Patrick nunca antes había visto, porque reconocía que su Art era inseguro; demasiado nervioso y quejumbroso pero esta versión de él era una que le costaba asimilar.
Observaba a Devine sudar más. Su agarre en la raqueta se volvía débil y su respiración parecía entrecortarse, y no era por el esfuerzo que hacía al correr. Él lo sabía. La chica terminaba haciéndole una seña con la cabeza para salir de allí, como si la mera presencia de aquél muchacho le afectase tanto cómo a él.
Aún siendo consciente de ello, nunca preguntó. Preferiría limitarse a retener la poca información que sus orbes habían recibido. No quería sacar a colación la incógnita de porqué su novia miraba tanto a Art o porqué parecía paralizarse.
Para él, era suficiente con no tener que toparse con Tashi. Desde que empezó a salir con Devine, Patrick le huía como si fuese la plaga. Era más la culpa y la rabia que la vergüenza. ¿Qué podría decirle? 'Lamento haber hecho que rompieses tu pierna.' Era idiota soltar algo como eso sabiendo lo mucho que había arruinado las cosas entre ellos.

Decidió levantarse de la cama antes de pensar en algo más. Estaba cansado. Apenas había conciliado el sueño porque todavía existían cosas más horrorosas que le atormentaban. El hecho de que se sentía un fracaso en el tenis era lo que no le dejaba estar en paz. Sabía que era algo tan estúpido pero no podpía evitar compararse con el éxito de Devine, o lo que solía ser Tashi. Era cómo si toda su vida estuviese destinado a vivir en las sombras con un tenis mediocre y que sólo se quedaría refunfuñando al respecto que hacer algo; que contratar un coach decente, quizá pedirle algo de dinero a sus padres o quizá simplemente rendirse.
Pero esa palabra no estaba en él. Patrick jamás podría rendirse, no ahora que estaba tan cerca de un futuro, que al menos, todos veían lejos.

Con los pantalones de mezclilla deslavados de anoche y una camiseta blanca, Patrick se dispuso a divagar por el campus. Sus ojos entrecerrados mientras alcanzaba a ver a grupos de personas moviéndose entre los largos caminos.
Dejó salir un largo suspiro, sus manos metiéndose en los bolsillos de sus jeans. Pensó en volver a casa por un momento, decirle a Devine que necesitaba organizar sus pensamientos un poco y sabía que ella entendería, pero no quería lucir tan cobarde ante el manojo de emociones en su cabeza. Podía tomar algo así, lo sabía.

FRANCIA, 2019.

Estaba paralizada, cómo si una cubeta de agua helada hubiese caído sobre su cuerpo sin previo aviso, sin siquiera susurrarle que sería empapada por una frialdad casi inhumana. Ninguna palabra amenazaba salir de sus labios, ni siquiera un sonido. Su mirada, ansiosa, comenzó a divagar por la imagen del hombre frente a ella. Quería pretender que era una ilusión, se aferraba a la idea de una mala jugada de su cabeza porque, a menudo así era. Imágenes distorsionadas de lo que conocía en realidad. Pero, era nítido, bastante como para intentar creer que se trataba de un producto creado por los cocteles que había ingerido por la emoción de la situación en la que se encontraba.