EVERYTHING IS ROMANTIC͏ ͏ ͏ ͏ ─͏ ͏ ͏ ͏CHALLENGERS.

i.

CANCHA DE STANFORD, 2007.

"Primer servicio, Lear." Habló el árbitro.

La muñeca de Dev se mueve, un movimiento repetitivo de arriba hacía abajo; una pelota de tenis rebotando contra el pavimento verdoso. Sus ojos cafés, ansiosos y con un rastro de destello se desvían ante la persona frente a ella. Tashi Duncan — Duncanator.
Desde que sus pies decidieron pararse sobre una cancha de tenis, Dev Lear era la sombra de Tashi. La segunda en la línea, la que recibía plata, a la que los patrocinadores recurrían cuando ella se negaba. Pero aún con ello, no lograba odiarla. Nunca se creó algún tipo de resentimiento, algo fuera de una rivalidad que sólo existía en la cancha. Podía recordar las veces que su mirada caía en su piel bronceada cuándo compartían un entrenamiento juntas, en la manera en las que sus piernas corrían; sus músculos tensándose, el sudor recorriendo parte de sus omoplatos, sus labios soltando gruñidos y gemidos tras golpear la pelota. Dev se encontraba fascinada, encantada, cómo si de alguna manera el juego de Tashi fuese suficiente para hacerla sentir enamorada.

Su compañera de dormitorio solía mascullar entre sus dientes, "pareces más la admiradora de Duncan que su rival." Ella lo tenía en mente pero admitirlo sería ir demasiado lejos. Jamás quebraría su orgullo por algo así, menos tratándose de una mujer que le había arrebatado cada triunfo en cada torneo juntas. Por ello, Lear sentía que este partido lo definiría todo. Este partido dictaría si calificaría, si podría volverse una profesional. Era lo que más ansiaba; parte de su infancia se basó en ir detrás de la pelota, en golpearla con rabia y gritar después de una victoria. Saltaba de entrenamientos en entrenamientos, de entrenadores mediocres a los mejores — su padre empujaba, presionaba y le aseguraría que el dinero siempre estaría para crear la mejor tenista, para superar a Tashi Duncan.
¿No es gracioso?, que toda su vida girara en torno a ella. Después de años, Dev tendría en claro que siempre se trató de Tashi, su rivalidad en el tenis nunca fue lo suficientemente relevante.

La pelota fue golpeada con fuerza, impulsándose de la red metálica que cubría la raqueta. Tashi corrió a un lado, respondiendo con un gemido gutural. El sonido llena la cancha tal cómo el golpeteo de la pelota, yendo de un lado hacía otro, como si ambas estuviesen coordinadas para crear un espectáculo que todo el mundo esperaba con ansías.
Miradas ajenas se enfocan en las dos mujeres, sus cabezas moviéndose en sintonía como si de cacatúas se tratase. El rechinido de sus tenis, sus respiraciones agitadas y el sudor cubriendo sus cuerpos provocan que un par de ojos azules deje a un lado un celular entre sus manos, fijándose en la manera en la que las chicas parecían hacer el amor sobre el pavimento a través de un 'simple' deporte. Se trataba de Art Donaldson. "Amigo" de Tashi, jugador del equipo masculino. Había recordado esos mechones rubios, esa nariz sobresaliente y la camiseta roja con el logo de Nike con un pequeño Standford en letras semi-legibles; era recurrente en la cancha de entrenamiento, siempre quejumbroso, un poco tedioso pero no negaría que parte de ello le despertaba un interés que jamás creyó tener.
Dev intentó no prestar su atención en él después de perder un punto, queriendo aventar su raqueta pero enojarse sería precipitado. Dio un largo respiro antes de moverse a su posición; sus dedos se tensaron en el mango de la raqueta mientras sentía su corazón latir como loco. Un impulso de adrenalina acompañado de un mal presentimiento.