La chica se limitó a asentir con una sonrisa tímida, volviendo a recostarse sobre las sábanas. Sus brazos se enredaron fácilmente en la cintura del chico, recostando su cabeza sobre su pecho una vez que él ya estaba a su lado, suspirando.
Cualquiera creería que era una imagen tierna de ver, una dulce pareja universitaria que estaba sobrellevando los veintes pero, para quiénes sabían, veían una relación llena de emociones que no eran capaces de controlar. No era nada nuevo que rumores se estancaran cada vez que veían a Patrick atravesar la cafetería de Stanford, o cuándo sus ojos azules se cruzaban con la mirada gélida de Art, quién se mantenía atado a Tashi la mayor parte del tiempo.
Muchos se preguntaban qué había pasado en realidad y si Devine era la rompe hogares que todos decían. Si ella había provocado que los mejores amigos se separaran, que Tashi perdiera. "La saboteó", decían los varones del equipo contrario. Devine no tenía la fuerza para desmentirlo, ni mucho menos las ganas. Sabía que parte de su carrera se resumiría a eso, a ser apuntada con el dedo por haber conseguido el número uno a costa de una fractura que ella jamás creyó que estaría pasando.
Solía ver a Tashi entrenar, sus rodillas colapsando cada vez que la pelota volaba con fuerza y ella no era capaz de golpear como antes lo hacía. Tenía ese impulso de correr hacia ella y ayudarla a levantarse pero, ¿debería? La verdad es que no porqué la chica seguía dándole un par de ojos que no sabía qué significaban del todo. No sabían si era odio o rencor, o si era tristeza o compasión. Ojalá pudiese leer su mente pero era alguien tan difícil de deducir que prefería rendirse y dejarse llevar por su propia imaginación, sacando conclusiones que eran más ajenas a su realidad, a la verdad.
Cuándo la castaña por fin abrió los ojos, la mañana se colaba a través de la ventana vieja que adornaba el dormitorio universitario. Tenía la vista de sus piernas entrelazadas con las de Patrick — su musculoso brazo estaba aferrado a su cintura, cómo si su vida dependiese de aquél agarre. Bostezó, cómo si las horas de sueño no hubiesen significado realmente nada. Hizo un intento por zafarse del contacto directo con Patrick, recibiendo un suave gruñido por parte de él pero ni siquiera se inmutó del todo. Era obvio que estaba profundamente dormido, estaba siendo delatado por los ronquidos que salían de sus finos labios.
Era temprano. Lo sabía porque las pequeñas aves que a veces cruzaban las canchas de Stanford apenas estaban chillando y los rayos de sol no eran del todo fuertes cómo lo serían a medio día. Aún con eso en cuenta, su estómago gruñó.
Y fue así que Devine se encontró así misma sentada en una mesa vacía en medio del comedor universitario, sus ojos apenas ajustándose a la luz mañanera mientras sus dedos se envolvían sutilmente alrededor de la cuchara que sostenía. Había sobre su bandeja un bowl de avena, acompañado de algunas frutas delicadamente cortadas encima — manzana, plátano y fresa. A un lado estaba una botella de agua, a la cual le restó importancia pues su mirada estaba inerte en aquel plato. Sabía que una avena mañanera no bastaría para llenar el estómago de un deportista. Pero quería ser gentil y al menos esperar a Patrick para salir a tener un desayuno decente, por el momento, la avena era suficiente.
Su audición se enfocó en las pocas personas que apenas atravesaban las puertas del comedor. La mayoría de ellos eran deportistas que tenían entrenamientos matutinos y otros pocos eran aquellos chicos que preferían estudiar por la mañana, cuando la librería estaba más vacía.
Aún no se acostumbraba al ambiente de Stanford, por más que lo intentase. Todo se sentía tan ajeno a lo que estaba acostumbrada y lo que había ocurrido hace unos meses atrás lo hacía todavía más complicado.
Sus labios se fruncieron ante el insípido sabor de la avena derritiéndose sobre su paladar, mezclándose con la acidez de la fresa. Algo en ella parecía seguir perdido, dejándose llevar por ese mar de emociones que había luchado por ignorar desde que Tashi se lesionó, desde que comenzó a tener a Patrick entre sus sábanas y miradas extrañas por todos lados. Era extraño sentir que no podía dormir tranquila cuándo algo como aquello jamás pareció importarle en primer lugar.
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EVERYTHING IS ROMANTIC͏ ͏ ͏ ͏ ─͏ ͏ ͏ ͏CHALLENGERS.
Fanfiction❛͏ ͏ ͏ ͏Everything is about sex, except sex, which is about tennis.͏ ͏ ͏ ͏❜ Dev nunca creyó tener que encontrarse cara a cara con las personas que cambiaron toda su trayectoria, que la hicieron ascender pero también estampar contra el pavimento. Po...
