EVERYTHING IS ROMANTIC͏ ͏ ͏ ͏ ─͏ ͏ ͏ ͏CHALLENGERS.

ii.

"Primero servicio, Lear."

Y fue aquella frase la que la transportó a ese año que quería borrar.

STANFORD, 2007.

Los pasillos cercanos a la cancha del torneo eran un caos. Cuerpos chocando los unos con los otros, constantes preguntas encapsuladas en murmullos acerca del incidente; los rostros horrorizados empezaron a ser totalmente comunes. Nadie hubiera siquiera pensado que un partido terminaría de esa manera, con una carrera ahora sosteniéndose de una cuerda floja. Dev yacía sentada en una banca fuera de la enfermería, estática e incrédula. Tenía que recoger suficiente valor para ver a Tashi, pero sabía que no soportaría verla en esa camilla. Aún pensando de esa manera, ignorar lo que había ocurrido tampoco era una buena señal y no quería parecer indiferente a algo de esa magnitud, aunque calara en lo más profundo de su culpa. Algo en ella gritaba que en su inconsciente, deseaba que algo así ocurriese — algo tan crudo y violento que quitase a Tashi de su camino, que lograse ser tan catastrófico para coronarla como la número uno porque estaba destinado a que ella se apagara para Lear poder brillar. Ella no merecía ser la sombra, las sobras. Quizá ella debía ser la estrella del tenis después de todo. 

Tragó saliva y logró levantarse, arrastrando sus pies al pasillo desolado de la enfermería de Stanford. Miles de sentimientos corriendo por su cuerpo, miles de preguntas incrustadas en su cabeza y su corazón latiendo como si fuese su carrera la que podía parecer pérdida. Sus manos se transformaron en puños, apretando lo suficiente para que los nudillos pasaran de ser naturalmente rojos a casi blancos. Sentía un nudo en su garganta y sabía que cruzando esa puerta, no sabría qué decir, ni cómo moverse. Devine nunca fue particularmente cercana a Tashi — no más que palabras, halagos, pequeños apretones de manos y sonrisas que escondían más que unas  cuantas palabras, pero, quizá lo que su compañera de habitación había dicho era cierto, lo que ella pensaba en la profundidad era cierto; Tashi era más que una rival para ella. Siempre fue así. Siempre tratándola como alguien superior aún cuando podía rozar su trono con la punta de sus dedos.
Paró en seco tan pronto como escuchó unos gritos provenir de la habitación. Rudos y un poco más que sólo crueles. Su cuerpo se tensó tras distinguir aquella voz femenina ahora llena de dolor, siendo seguida por una voz masculina: "Patrick, ¡vete a la mierda de aquí!"
Patrick. ¿Patrick?

"Patrick es el novio de tu novia", escuchó a Sophie, su compañera de cuarto, alguna vez decir cuando estaban estudiando juntas para un final. Dev la ignoró, molesta por la simple mención de Tashi como 'su novia.' Un apodo de broma que era recurrente en la lengua de Sophie, como si sólo ella fuese consciente de la tensión que era tan palpable entre ambas, como si Devine fuese tan estúpida para no darle la razón. Pero ahora, después de tantas conversaciones dónde él era una mención después de halagar a Tashi, ese nombre había aparecido claro en su memoria.
La castaña frunció el ceño, confundida. Quiso moverse y acercarse pero, ella no tenía nada qué hacer ahí, eso era bastante obvio. Antes de que la tenista diese un paso a huir del lugar, se topó con los ojos azules del, al parecer, novio de Tashi. Su cara decía más de lo que las palabras podrían describir y señalar. Había una mirada lastimera adornando, una mueca sobre sus labios.

"Lo siento." Habló ella primero, alejándose unos cuantos pasos y marcando aún más distancia entre ellos. "Sólo pasaba por aquí, no estaba escuch—

"¿Eres amiga de Tashi?" El hombre interrumpió con una voz ronca, alzando ambas cejas.

Dev negó con la cabeza en un movimiento lento.

Los ojos de Patrick, como se llamaba, se movieron sobre ella. Casi más ansiosos que lastimeros, cómo si lo principal en esa mirada fuese curiosidad sobre ella, más que sólo eso. La chica no pudo evitar sentir chispas extrañas recorriendo parte de su espalda baja. Era incómodo pero tampoco fuera de lo normal. Tomando en cuenta que ambos eran extraños, la interacción estaba en el límite de lo tedioso que pueden resultar los roces sociales. Sin embargo, Dev encontró complicado el leerlo, el descifrar qué había detrás de esa fachada con una preocupación e indiferencia mezclada.
Patrick movió la cabeza, casi dándole a entender su comprensión. Su mano hurgó en el bolsillo de su pantalón con el ceño fruncido y una pequeña sonrisa que parecía ser falsa. "¿Fumas?"