La forma en que se contrajo en sí mismo, ocultando su rostro, hizo que a MinHo le tomara un momento para darse cuenta de que estaba llorando, no se reía, y sólo era algo que no pudo ni siquiera procesar.
Nunca había visto a TaeMin llorar antes, excepto quizás cuando él se reía de una tontería, esto golpeo al linebacker como una bolsa de arena en su estómago. Se sentía como si tuviera que hacer algo en ese momento para detener sus lágrimas, pero él no sabía qué.
Se sintió estúpido e impotente, horrorizado hasta que TaeMin tomo una respiración profunda, presiono sus diminutos puños en los ojos y su voz sonaba entrecortada.
—¿Cómo puedes no SABER?
MinHo extendió sus grandes y torpes manos sin poder hacer nada.
—¿Cómo puedo no saber qué?
TaeMin estallo, con el rostro de color rosa y todavía tan hermoso cuando dejó caer sus manos en puños a su lado y grito tan fuerte que MinHo pudo sentir el movimiento del aire a través de su cara.
—¿Cómo puedes no saber cómo me siento por ti? ¿Cómo me he sentido siempre sobre ti? Con tu estúpido cabello perfecto, incluso después de llevar un casco de fútbol americano, tus hombros gigantes, la forma en que eres más inteligente y más fuerte que cualquier otra persona, pero nunca alardeas de ello, la manera en que sonríes, pero sólo cuando piensas que nadie está mirando. Tú pones flores en mi casillero, poemas de amor, y a pesar de que apenas me hablas, guardó todo y cada uno. Apreté las flores dentro de mi libro de texto de Ciencias y mi madre me castigaba porque no podíamos donarlos de nuevo. Esperé y esperé y esperé a que... y nunca…
Su voz suave termino. Los sollozos le ahogaban ahora y lloro hasta que tosía y MinHo quiso disculparse, pero antes de que pudiera, TaeMin continúo.
—Me uní al equipo de porristas porque pensé que podrías invitarme a salir si lo hacía, pero no lo hiciste. Yunho lo hizo. Sólo salí con Yunho para ponerte celoso, pero no funciono. Y todavía me dejabas poemas y flores, a pesar de que no querías mirarme con él. Te odiaba y te quería, después de todo este tiempo, ahora que casi es demasiado tarde, ahora tú... —Su voz se apagó y luego se volvió con un fuerte tono acusador.—¡Pensé que no me querías!
MinHo sólo pudo sentarse allí angustiado y se preguntó cómo pudo haber sido tan ciego, cómo podía haber arruinado algo tan simple. TaeMin simplemente temblaba delante de él, irradiando ira, tristeza e indignación.
—Todo lo que necesitaba era una palabra tuya, y podría haber sido tuyo. Siempre tuyo. ¿Dónde has estado? ¿Cómo puedes no saberlo? —su voz titubeo en la última palabra y entonces se alejó de MinHo, eso fue más de lo que MinHo pudo soportar. Lo tomo por los hombros y le dio la vuelta para ver las lágrimas deslizándose por su hermoso rostro. Se sentía horriblemente culpable, parecía tan extraño y maravilloso que esas lágrimas, fueran para él.
MinHo se quedó mirando a TaeMin, con asombro, como si TaeMin siempre lo hubiera querido y no podía creer que finalmente se le permitía tenerlo. Todos estos años de añoranza reprimida y frustración de tener a TaeMin fuera de su alcance, y ahora saber que todo este tiempo TaeMin siempre fue suyo.
Suyo, y de nadie más.
TaeMin estaba temblando y su hermoso rostro estaba lleno de miseria, se echó a llorar mientras se apoyaba en el hombro de MinHo.
—¿Por qué esperaste tanto tiempo? ¿Cómo pudiste hacer eso? ¡Es demasiado tarde!
Pero él estaba aquí ahora. Y TaeMin también lo estaba. Ellos estaban juntos. Y Yunho bien podría estar en la luna y todo finalmente era como debía ser.
—Pero no lo es, ¿verdad? No es demasiado tarde — MinHo dijo en voz baja.
TaeMin se le quedo mirando, sus ojos encendidos de furia y algo más. MinHo pudo ver el momento en que el algo más domino la ira. Sus ojos se suavizaron y su boca se abrió, de repente, él estaba en los brazos de MinHo y alrededor del cuello.
Por un momento MinHo se preguntó si él estaba a punto de ser estrangulado, pero entonces TaeMin inclino la cabeza hacia atrás y sus dedos se enredaron en el cabello de MinHo.
MinHo lo miro con asombro y cerró un poco sus ojos cuando sus bocas chocaron entre sí, como si él tuviera miedo de cerrar los ojos por completo y encontrar que todo era un sueño. Era un sentimiento extraño y maravilloso tener los labios de TaeMin. MinHo se había imaginado este momento cien mil veces. Eran húmedos y cálidos y podía saborear un toque de bálsamo de labios de fresa, un aroma que siempre había asociado con TaeMin. Todo le envió ondas de excitación directamente a su pene.
Justo como cuando TaeMin hablaba y se reía, besaba con todo su cuerpo. Su pecho se frotaba contra MinHo y sus brazos giraban alrededor de su cuello, sus dedos en su pelo. Las manos de MinHo y los brazos no dejaban de moverse, entrelazándose sobre el cuerpo esbelto con el que había fantaseado durante años.
Los besos no eran como en las películas. No eran cómo MinHo había imaginado, donde iba a ser suave y elegante, TaeMin era delicado y tímido.
Era torpe y sin gracia la forma en que golpeaban sus labios juntos, obvio que TaeMin no sabía realmente lo que estaba haciendo y MinHo ciertamente tampoco lo hacía, la única persona que siempre quiso besar, nunca pensó que podría querer besarlo. Pero TaeMin lo hacía desesperadamente, y su entusiasmo compenso su inexperiencia.
TaeMin casi muerde su lengua antes de dejarla en su boca. Había saliva en sus labios y quizás un poco de está, podría estar corriendo por su barbilla y sin embargo, de alguna manera todo se sentía increíble, podía saborear a TaeMin y quería
devorar cada gota de aire en los pulmones de TaeMin.
Por todo lo torpe, MinHo se sentía caliente.
Sintió que podía volar y que todas las cosas malas, la muerte de su madre, los abusos de su padre y cómo había perdido tiempo todos estos años, se habían ido porque TaeMin lo quería, eso hizo que no se odiara así mismo.
Beso a TaeMin hasta que ya no pudo respirar y su cabeza estaba zumbando por la falta de aire y sólo entonces se detuvo. Su corazón se aceleró noventa millas por minuto y sabía que TaeMin pudo sentirlo.
El chico más pequeño, coloco las suaves palmas en la cabeza de MinHo y tiro de él más cerca y por un momento sólo se abrazaron tan fuerte como fue posible. Eran como dos barras de mantequilla, fundiéndose en uno solo. Después de haberlo hecho no estarían nunca separados porque ¿cómo saber dónde termina uno y comienza otro?
Delgados brazos estaban alrededor de su cuello, la cara de TaeMin metida en un lado y pudo sentir el movimiento húmedo de sus largas pestañas cerrándose. La intimidad casi lo lleva a sus rodillas.
MinHo sabía, lo sabía ahora, pero todavía tenía que oírlo. Su voz se ahogó en el pecho mientras él pregunto.
—Por favor, ¿dime que no es demasiado tarde?
TaeMin suspiro y una bocanada de aire caliente que podría haber sido un beso fantasma pego en la garganta.
—No Ming, no es demasiado tarde.
TaeMin cerró los ojos contra el ardor que se apodero de ellos y trago duro. El nudo en la garganta se desvaneció y por primera vez en mucho tiempo, la presión en el pecho se había ido y respiro profundo y largo, llenando sus pulmones completamente con el aroma del único chico que había amado y el único que alguna vez iba a amar.
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STRINGS •2min•
FanfictionSabía que indudablemente sería su reina del baile. Tal vez lo llevo demasiado lejos. Pero TaeMin no podía ser de nadie más que de MinHo. Advertencia TaeMin Femboy. fic por el mes del orgullo 🏳️🌈
