STRONGER |Harry Styles|

Epílogo

Diana y Benjamín, jugaban a su juego favorito de todas las mañanas, El oso dormilón. Bajaban las escaleras sigilosamente rumbo a la sala.Cuando ya se encontraron en la planta baja, se enviaron señales con sus miradas y comenzaron a escabullirse hacia el sofá en el que el gran "oso" dormía plácidamente. Se acercaron al mismo y se levantaron con cautela por uno de los lados del sofá. Pero para su sorpresa, el oso, hizo un movimiento rápido dejándolos  petrificados en su sitio.

-¡Boo!

Gritó haciendo sobresaltar y gritar a los niños. Ellos llevaron su mano a su pecho y sus ojos abiertos como platos.

-¡Papá, nos asustaste!- habló Diana.

-¡Si, tío!- Ben frunció su ceño. -Nos asustaste.

-Oh..- los sentó a ambos en su falda. -Lo siento, mis pequeños demonios.- besó sus mejillas. -Pero no me dejaría hacer sus travesuras por nada del mundo.

-No íbamos a hacer travesuras.- Diana reprochó cruzándose de brazos.-Sólo íbamos a pintarte bigotes y lentes.

Alan rodó sus ojos y rió.

-Si. Pero sus jueguitos tardan días en irse por completo y siempre estoy yendo a trabajar con un señor mostacho en mi rostro.

-Es lomejor de la vida, papi. No lo niegues.

-¡Buenos días!

Holly se hizo presente en la sala sonriendo abiertamente.

-¡Oh, miren! Señora vaca ha despertado.

Alan bromeó haciendo que los niños estallaran en risas y que Holly se cruzara de brazos y frunciera su ceño.

-Cuando tu hijo nazca, le diré que me has llamado gorda durante los últimos cuatro meses, te odiará. Mucho.

Alan depositó a los chicos en el suelo, se levantó entre risas acercándose a su mujer y rodeó su cintura.

-¡No te enojes amor! Sabes que sólo lo hago para molestarte y divertir a los niños.- besó sus labios.

-¿Porqué no mejor te vas a duchar? Necesito que luego me ayudes a alistar a los niños para la boda de Jason y Emilia.

-¡Dios!- echó su cabeza hacia atrás y se separó de su lado. -Lo había olvidado.

-¿Qué sucede?

-Debo presentar mi proyecto hoy..

Mencionó rascando su nuca.

-¿Podrías posponerlo?- preguntó Holly.

-No. Tiene que ser entregado hoy, si o si.

-¿Qué? ¡Alan, has algo! ¡Es la boda de nuestros mejores amigos!

-¡Lo sé! No es necesario que grites, asustas a los niños.

-Sí es neces...- suspiró fastidiada y se agachó a la altura de su pequeña hija y su ahijado Ben. -Cariño, ve con tu primo a tu habitación a seguir jugando.

-Está bien, mami.

-En unos minutos les llevo la leche y galletitas.- besó sus frentes.

-Ben, vamos.- dijo Diana subiendo las escaleras.

-No me digas que hacer. Soy un niño grande.

-Tienes un año menos que yo. ¡No te hagas!

-Cállate, ilusa.

-¡BEN!

Alan yHolly lo retaron con la mirada. Él solo se encogió de brazosapuntando a su prima.