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Taehyung jamás pensó que cuando veías a alguien disfrutar de lo que hacía, se sentía casi como sufrir una descarga de dopamina y serotonina. Cada sonrisa se transmitía a sus labios, observar la forma tan natural en la que movía su cuerpo hizo que por primera vez, en los días que llevaba en casa de Jimin, se fijará no tanto en el precioso cuerpo de ese muchacho, si no más bien en la manera en que este parecía tener la melodía y el ritmo marcado en cada zona de su ser, de su cuerpo. Su esencia a la hora de bailar era elegante, marcada pero fina, sin llegar a ser bruta o tosca. Era como ver a un pez en su habitat natural, fluir entre las aguas con total tranquilidad, Jimin parecía estar en su lugar de confort, donde la música le hacía sacar quizá todo lo que traía dentro, sin ser juzgado, sin tener que derramar lágrimas, olvidándose por completo del mundo y Kim estaba seguro de que posiblemente, de había olvidado hasta de que Tae le estaba mirando.

Sus ojos estaban cerrados, la música tenía altos y bajos que Jimin representaba dependiendo del tono, haciendo algunas veces movimientos de brazos más marcados o un poco menos marcados si era muy alto, y, en momentos donde la música se detenía, su cuerpo parecía moverse en una cámara lenta preciosa, casi similar a como si estuviera viendo un video clip. Nunca imaginó estar delante de alguien con tal talento para la danza. Y si bien él bailaba, la danza contemporánea era algo que el definitivamente jamás podría bailar tan bien como ese muchacho menor que él lo estaba haciendo.

Pudo darse cuenta que en ese momento, mientras bailaba, Jimin era libre. Era libre de moverse como él lo deseara pero que combinase con la música, esa era su esencia, anhelaba la libertad. Y aún así, el hobbie que este tenia por tan poco tiempo, le hacía liberar todo ese estrés que tenía encerrado en su hogar, sin tener amigos, en una relación que le hacía sentir encarcelado, igual como su padre lo hacía sentir. Podía notar como su rostro estaba relajado, no con esa expresión neutral que siempre tenía con su padre, a pesar de sus sonrisas cansadas. En ese momento, era un chico normal, uno que simplemente tenía el talento de bailar porque era el único momento en donde su padre no podía controlar nada de el, ahí el simplemente fluía, y cada zona de su cuerpo mostraba lo feliz que era de simplemente fluir y ser el mismo. Y quizá por eso su padre no iba a verlo tan seguido, porque se daba cuenta del talento que Jimin tenía en algo que el quiza no compartía.

Y como era un hijo de puta, deberá sacar provecho de eso.

Se mostraría incrédulo, maravillado. Porque si bien lo estaba, ayudaría con sus palabras, su expresión, y su buena labia para hacer a Jimin abrir los ojos, ver así cuánto tenía guardado, si tenía rencor hacia su padre por tenerle encarcelado desde que su madre falleció, por esa relación, por sentirse tan solo. Quería saber qué tan roto y tan desmoronado estaba para poder atacar más rápido de lo que el mismo querría.

La música comienza a detenerse lentamente, siendo una dulce melodía de piano que parecía ir deteniendo lentamente el movimiento de las teclas, hasta acabar con solo una y Jimin detenido en el suelo, con su cabeza gacha antes de levantarla y que sus ojitos azules se conecten de golpe con los atónitos de Kim. El menor sonríe cambiando esa expresión de relajación y plenitud que tenía cuando bailaba por una socarrona, levantándose para así dejar sus manitos en su regazo.

- ¿Y? ¿lo hice bien? - camina hasta las botellas con agua. El más alto tenía la garganta seca, manteniendo su mirada en donde Jimin había detenido su baile. - ¿Taehyung? - Consulta un tanto perdido, antes de acercarse al mayor.

- ¿Podría darme agua? - Susurra con un tono de voz rasposa. Jimin parpadea rápido y asiente, sentándose frente a el para así darle la botella que el estaba tomando, mirándole algo preocupado. Kim por otro lado toma aire con fuerza y aprieta la botella con una mano bebiendose casi toda el agua de golpe. No podía, no podía con el fuerte latir de su corazón. Tenía ganas de golpearse el pecho con su puño. ¿Así se sentían los artistas cuando veían la obra de arte de sus sueños? Completamente maravillados. Pero, ahora tocaba hablar. Y ahí, a pesar de lo maravillado que estaba, cosa que le haría saber a Jimin, también necesitaba poner en marcha su plan.

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⏰ Last updated: May 14 ⏰

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¿Asesinarte? Jamás. - Vmin, (+18)Where stories live. Discover now