Vuelve

529 111 17
                                    



Meterse en la mente de todos no fue difícil para Ivan, el único que sabía que no debía estar ahí era Raziel. 

Quizás vislumbró por primera vez el egoísmo de su creador, Dios quien fue creado por luz usó a los arcángeles como se hacían llamar para luchar y sobrevivir. 

Ellos entonces serían obedientes sin importar que, por supuesto, eso era contraproducente para él. 

— ¿Por qué dejan que él les diga qué hacer? Un puñado de ustedes muere en cada batalla. — dijo hacia Raziel.

— Por qué para eso fuimos creados. — Ivan inclinó su cabeza.

— Creados… yo fui creado para ser justo… pero abandoné mi propósito. — Raziel lo miró.

— ¿Se… puede abandonar? — Ivan lo miró con cuidado 

— Si, puedes dejar de ser lo que te fuerzan a ser…

— Los demás no lo entenderán. — Ivan sonrió ante sus palabras.

— Entonces… Dios es el problema. — Dijo como si fuera obvio, finalmente Raziel lo mira y piensa, apretó los puños un poco.

— ¿Qué planeas hacer? — Consultó sobre los planes.

— Ellos me quitaron algo importante, lo quiero de vuelta, la guerra continuará pero no te preocupes, aquellos a quienes amas no van a correr peligro. 

— ¿Amar? ¿Qué significa amar? — preguntó Raziel confundido, Ivan sonrió.

— Es lo que sientes al estar con algunas personas especiales y cercanas, eres feliz de saber que están a salvo. — Raziel trato de entender.

— ¿Dios nos ama?

— Si la amara él no haría lo que hace, para él solo son algo que puede ser desechado. — Ivan le dio nombre a lo que sintió por su compañero y sabía que este se sentio igual.

Entonces se dio cuenta que otros seres también podrían sentirlo, se preguntó por qué ellos que se jactaban de poder no eran capaces de entender sobre esto. 

Quizás era algo que no era para todos.

Plantar esta semilla de duda fue lo que Ivan quería para crear un conflicto en el lado de luz lo cual lo debilitó aún más.

Pero no todo era fácil, Ivan pronto se dio cuenta que el alma de su compañero estaba rota, sin importar que tanto intento colocarlo en un nuevo cuerpo nada funcionó. 

Su corazón ardió con cada intento fallido, cayó más hondo en una profunda locura al darse cuenta que no podía traerlo de vuelta. ¿No podría verlo jamás? No, él se negaba a que eso pasara, él encontraría la manera de traerlo de vuelta, repararla su alma y así estaría a su lado una vez más.

Lamentablemente y para su dolor se dio cuenta que una vez rota no podía ser reparada, que un alma era la esencia de un ser vivo y el alma de su compañero estaba tan rota que era doloroso. 

Miró con indiferencia la masacre, le pareció repugnante estar en un mundo donde no está su compañero, un mundo así no merecía existir.

Pero él no se daría por vencido tan fácil, no, él crearía una nueva manera de traer a su compañero con el una vez más.

Incluso si tenía que experimentar con cuerpos en busca de encontrar una solución a base de errores. Mientras la guerra seguía, Ivan comprendió que necesitaba más poder para experimentar.

El Hijo del Infierno Where stories live. Discover now