Rey

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Ivan frunció el ceño mientras ponía en orden todo una vez más. Charlie estaba a su lado sosteniendo su mano, una confirmación de que estaba ahí para él. 

— ¿Cómo me veo? — Pregunto y ella guardó silencio mientras arreglaba su ropa de arrugas imaginarias. 

— Te ves como todo un rey… — Dice ella tratando de ocultar el temblor en su voz, su padre intenta consolarlo pero no sirve de mucho.

Era inevitable pues Ivan sabía que algún día sería Rey, no espero asumir esta carga después de la muerte de su padre, incluso si sigue aquí su corazón se siente demasiado pesado, es doloroso por que se supone que debía ser un día alegre, imagino esto muchas veces, su padres felicitando, incluso su madre, su hermana… todos alegres y en cambio…

En cambio debe asumir esto porque su gente lo necesita, necesita calmar a su pueblo que estaba asustado. Las manos de Charlie tiemblan mientras arregla la ropa de Ivan.

— Está bien, Charlie… tenemos que ser fuertes. — Ivan besa su frente y ella se muerde el labio tratando de controlarse mientras asiente.

— Lo sé, soy fuerte. — Ivan sonríe, su hermana fue empujada duramente a madurar, nunca quiso esto para ella pero no había de otra y la situación así lo requirió, era doloroso pero ambos lo estaban afrontando a su manera.

— Gracias. — Charlie lo miró, temblorosa y dudando asintió.

Cuando todo estuvo listo salieron, se planeó la coronación con el fin de calmar a su gente, de mostrar que el infierno aún tenía un gobernante. 

Charlie tenía un elegante vestido rojo, luciendo formal es la primera en presentarse, nadie se atrevió a juzgar su posición como princesa, no podían, no debían. 

El siguiente en aparecer fue Ivan, con una traje blanco, se parecía un poco al traje que su padre solía utilizar lo que hacía esto doloroso. 

Camino por un pasillo siendo visto por todos y transmitido a todo el infierno. Fuerte, elegante esa era el aura que transmite.

La posición de rey no estaba al aire, antes de llegar al trono estaba Charlie, para frente a él, se supone que ahí debe estar su padre pero Charlie tuvo que dolorosamente tomar esa posición. 

— Ivan Morningstar… Hijo primogénito de nuestro gobernante Lucifer Morningstar. Noble gobernante de los siete anillos del infierno. — Ivan estaba arrodillado. Charlie tuvo que resistir las ganas de llorar.

Los otros reyes de los demás anillos del infierno también se vieron afectados pero lo aceptaron mientras se inclinaban.

— Yo Ivan Morningstar hago frente al llamado de mi deber como hijo primogénito del noble gobernante del infierno, mi padre… mi rey… Lucifer Morningstar. — Charlie cerró los ojos un momento antes de continuar. 

— El infierno goza y celebra tu llegada, los reyes alzan sus espadas y apruebas tu presencia, el infierno grita tu nombre, en tus manos descansa el deber de cuidar estas amplias tierras, viva la gloria, viva la corona, viva el infierno que ahora te pertenece. — Ivan entonces se levanta, mira a su hermana y sonríe, comparten el pesar.

A su lado Charlie toma la corona que descansa en un cojín rojo, mira a su hermano quien agacha la cabeza y ella coloca la corona con manos temblorosas.

Ivan besa las manos de su hermana y agradece.

— ¡Este es nuestro Rey! ¡Gobernante del infierno! ¡Gloria al nuevo rey! ¡Gloria al infierno! ¡Gloria a la familia real! — Charlie grita, la gente celebra entre lágrimas la coronación de Ivan.

El Hijo del Infierno Där berättelser lever. Upptäck nu