Adiós (Parte 2)

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Lucifer escupió un poco de sangre, ¿Dónde fue que todo salió mal? 

Se pregunta con cuidado mientras reúne sus fuerzas un momento, ve a sus camaradas luchar mientras le dan un poco de tiempo para reponerse. 

No puede contactar con nadie, perdió la comunicación completamente y no hay mucho que hacer más que seguir luchando. 

Miguel se alza en lo más algo, tantos años que no lo ha visto y es así como se reencuentran. Algo le dice que no va bien. 

Pero no tiene tiempo piensa mientras toma vuelo alzándose en lo alto frente a Miguel, ambos se miran y no hay palabras de ninguno de los lados. 

— Ha pasado un tiempo. — Dice con cuidado Lucifer y Miguel lo miran por fin. 

Ambos guardan silencio sin saber qué más podrían decir, pueden ver el dolor mutuo, los buenos recuerdos de un pasado añorante, Lucifer se pregunta entonces, ¿Miguel hubiera sido un buen tío para Ivan y Charlie? 

Era egoísta, lo sabía y pasó una horrible depresión antes de tener a sus hijos, ¿Miguel al menos lo extraño? 

— Supongo que así es… — Miguel dice y su voz suena rota, Lucifer es capaz de notarlo. 

— ¿Cómo has estado? — Pregunta con cuidado Lucifer, no es que esté evitando la pelea, eso es inevitable y Miguel lo sabe, pero por un momento, sólo un momento quería volver a hablar con el. 

Miguel lo mira dolido, es claro que no quiere pelear a pesar de que sostiene con fuerza su espada, la misma con la que lo desterró, aún así tiembla. Lucifer no tiene idea de cómo acabará esta pelea pero sabe que más allá de apoyar a su hijo lo hace por el infierno también y en todo lo que él creyó, en todo lo que su hijo heredó de él. 

— Bien… — Dice con dificultad, está claramente mintiendo con todo lo que dice. Ni siquiera puede mirarlo a la cara. 

— Me alegro. — Responde Lucifer mientras alza su propia espada, es ahí que Miguel por fin lo mira.

— ¿Enserio piensas que ganarás? Van a morir Lucifer. — Lucifer no luce asustado, de hecho está más radiante que nunca. 

— No le temo a la muerte, no me arrepiento de lo que hice hace tanto tampoco, sostengo la creencia que las almas pueden equivocarse, pero así mismo pueden arrepentirse. — Lucifer habló con la misma convicción del pasado lo que lo hizo más doloroso. 

— Tu siempre fuiste mejor, mejor que todos nosotros… Creo en lo que dices. — Admite Miguel y Lucifer no sólo estaba sorprendido, también estaba confundido. 

— E-entonces- — Lucifer estaba confundido él la razón de seguir la guerra, podrían detenerse. 

— Pero son órdenes de Dios. — Y Lucifer levanta su espada para recibir un golpe de Miguel que lo hace retroceder. 

— ¡Detente! Miguel espera, podemos hablar un poco más. — Lucifer súplica aplicando a la razón, tantas muertes podrían ser innecesarios, si solo puede hablar con su hijo sobre esto. 

— ¡¿Para qué Luci?! ¡Esto está dicho! — Miguel sigue golpeando a Lucifer pero este solo esquiva o bloquea los ataques. 

— ¡Hay mucho de qué hablar! ¡Tanto que no se logró decir! — Lucifer desviando un ataque más. 

Miguel trata de no hacerle caso, de no escuchar, ¿Realmente escucho a Lucifer alguna vez? Siempre asumió lo que era mejor para él, nunca se lo preguntó. 

— ¡No tienes que seguir a Dios! ¡Puedes seguir tu propio camino! — Miguel dudó y Lucifer atacó pero sin intención de lastimarlo.— ¡No tienes porqué hacer esto! No hicimos nada malo y lo sabes… Hermano. — Lucifer súplica mientras se detiene de atacar y baja su espada. ¿Qué no ve que se está exponiendo?  

El Hijo del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora