Capítulo 10: Somos seres físicos, necesitamos contacto... físico.

66 26 3
                                    

Los días iban y venían, cada noche era fantástica en Red Moon y no sabía como había podido pensar de que no podría dormir por las noches en este hermoso lugar.

Era tan pacífico y tener a Yoongi a mi lado se sentía irreal, porque me había resignado a pasar la vida en soledad y bueno, era malo pensar que gracias a la muerte de mi hermana finalmente encontré a mi destino, a quien no me dejaría nunca solo como era antes, pero, lo pensaba y estaba muy feliz.

¿Eso me convertía en una mala persona?

Lo he pensado muchas veces, pero la respuesta no era negativa siendo yo quien me la daba, pero se que a la vista de los demás soy como un demonio que no conoce su lugar.

Y no es que no me guste que me consideren como tal, creo que en otra vida, quizás fui un demonio, uno muy malo que le gustaba ver el sufrimiento de los demás, porque extrañamente, me agradaba la idea.

—Estas pensando en maldades —dijo la ronca voz de Yoongi y bueno... tal vez me sonrojé un poquito, mientras volteaba a verlo —. Debí ser un ángel en otra vida, por enamorarme de una persona como tú.

Me reí y él se rió conmigo, amaba su buen humor y creo que es mutuo.

—Debo admitir que es raro y divertido que a veces tengamos los mismos pensamientos —dije y él asintió.

—Una prueba más de que somos destinados.

Me sonrojé un poco más, debo admitir de que desde el lobo de fuego de la última luna llena, que fue más o menos una semana atrás, cada pequeño cumplido de Yoongi tenía ese efecto en mi.

—Sabes, creo que desde que creaste la tradición del lobo de fuego, me he vuelto más sensitivo —le dije, llevando unos dedos a mi mentón, donde masajee un poco pensativo —. Llevo toda esta semana queriendo más de ti, sobre todo, te deseo más cerca.

Entonces fue el turno de Yoongi de sonrojarse y fue algo de lo más bello que pudiera ver en el mundo.

—No me veas así de embobado —me dijo.

Cabe destacar que se encontraba trabajando en su escritorio con una montaña de papeles en una esquina y otra gran cifra de ellos en la otra, dejando en medio un pequeño espacio por donde nos observábamos de vez en cuando.

—Es así como tu me tienes —le conteste y pude escuchar su risa nerviosa —. Acabo de recordar algo muy importante.

Me levanté de mi pequeño escritorio y caminé en su dirección, de inmediato él dejó de escribir y separó su silla de la mesa, dejándome un pequeño espacio entre sus piernas, para que pudiera sentarme en una de ellas.

—¿Qué es lo importante que acabas de recordar?

Lo miré a esos preciosos ojos azules y la electricidad me recorrió por completo, me comencé a sentir demasiado nervioso y mi lobo interno apareció de repente en mi mente poniéndose mimoso.

—No te he besado desde la semana pasada.

Me acerqué y le di un pico en los labios, Yoongi me acercó mucho más a él tanto que parecíamos estar pegados, podía sentir el calor emanando de su cuerpo más grande que el mío, sus manos acariciaron mis piernas y su nariz se paseaba deseosa de conocer el aroma que tendría que secretar mi glándula de olor.

—Tu aroma esta más delicioso este día —dijo él y me volví loco.

Me subí a horcadas de él y me sentí inmediatamente poseído al sentir la dureza entre sus piernas.

—Me estas volviendo muy loco, mi Alfa rey.

Por primera vez lo llamaba de esa forma y sentí inmediatamente su locura y pasión por mi, cuando sus grandes manos se posaron sobre mi trasero y comenzó a tocar, mejor dicho a manosear esa parte que solo yo había tocado.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 13 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Aliviando el corazón del alfaWhere stories live. Discover now