Capítulo 8: Rebeldía tardía y deciciones

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Las horas pasaron y tal como Yoongi había dicho, mi madre llegó con su aura de siempre, solo que un poco más tranquila.

—Buenas tardes —dijo.

Ella se inclinó ante la Omega madre y el Alfa rey, y para mí, sólo hubo un asentimiento de cabeza para nada respetuoso a como lo había sido con los demás.

—Buenas tardes —dijo Yoongi inclinándose ante mi madre, por mi parte, seguí en silencio en mi lugar junto a él.

Era raro ver a mi madre después de tanto tiempo, pero no podía sentir mucho más que un poco de alivio de su atención estuviera lejos de mi, en su lugar, intentará ganarse algo de cercanía con la Omega madre y el Alfa rey.

—Me alegra ver de que su estado está mucho mejor que antes —dijo ella.

No entendía como ella podía decir que yo no tenía tacto al expresarme, cuando era obvio de que ella tampoco lo tenía.

—Todo es gracias a Jimin —dijo él.

Entonces me reí a carcajadas frente a todos, era muy gracioso como la situación parecía ser tan favorable para mí, cuando en el medio año que teníamos de estar juntos, él me había rechazado tajantemente sin darme lugar a objetar.

—¿Que es gracioso? —preguntó la Omega madre con mucha curiosidad.

—Muchas cosas deben de estar pasando en su mente en este momento —respondió mi madre.

Ella se acercó a mí decidida a hacer algo que no me gustaría para nada, pero la espere tranquilo en mi posición, lejos del Alfa rey y de la Omega madre, tan lejos como para que ninguno de ellos pudiera notar lo que pasaría a continuación, pero la verdad... ¡Ya estoy muy harto!

Cuando mamá llegó y sentí el dolor del pellizco en mi costilla, por primera vez la vi a los ojos tan fijamente que pude notar como la sombra de la sorpresa era iluminada por una de terror al verme frente a ella y al saber de que pronto le daría una abrazo que nunca olvidaría.

—¡Te extrañé muchísimo, mamá! —Exclamé frente a todos los presentes, cobijando a mi madre en un abrazo caluroso de indiferencia —. No vuelvas a tocarme.

Pude sentirla temblar en mis brazos ante mi susurro en su oreja y su aroma parecía tener algo más que solo el que conocía, esto era, ¡Increíblemente satisfactorio!

Cuando pase mi vista por toda la habitación en la que nos encontramos, me sentí poderoso y luego simplemente dejé de prestarles atención a todos cuando empezaron a regañarme, al parecer, si habían visto y escuchado todo y ella ahora lloraba como si fuera la víctima de todo lo que ella misma había causado.

—No debiste...

—¿Cómo puede ser posible que un hijo...

—Y así te haces llamar el compañero del...

—Jimin...

Me desconecte por completo... no quería escucharlos juzgarme y mucho menos a Yoongi, quien solo era como un niño mimado; en edad solo me llevaba un año y medio, pero él ya era todo un adulto por las cosas lobunas en nuestros genes.

—Creo que necesito un buen viaje —dije y toda la conmoción a mi alrededor se detuvo.

—¿Dices eso después de ser muy grosero con tu madre? —preguntó la Omega madre.

No podía más con esta situación, ¿Siempre tenia que ser yo el malo de la historia?

—Siempre hace eso, esconderse en su enfermedad mental para no afrontar los problemas de frente —tenía que comentar mi madre —. Quiero comprenderte y me tratas así.

Aliviando el corazón del alfaWhere stories live. Discover now