Mujer llena de secretos.

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Era la primera vez que mi vida corría peligro de esa forma, nos estaban persiguiendo para matarnos. Por la habilidad que tenía ella para conducir en esa situación, comprendí que ha estado en este tipo de situación en muchas ocasiones.

-Nessy -me gritó-, ¿sabes conducir?

-No.

Y mucho menos en esa situación, la presión y el miedo me lo impedirían. No soy como ella, se ve demasiado relajada a pesar de la situación.

-Bien, busca mi celular -me indicó.

Afortunadamente, no me tarde mucho en encontrarlo, estaba justo a la vista. Pero, solo podría desbloquearlo con su huella dactilar y por el momento no podía quitar las manos del volante.

-La contraseña...

-¿Qué? -pregunté algo confundida.

-¡Que ingreses la contraseña que te voy a dar!

Estaba batallando porque el celular no se me cayera, ya que estaba temblando demasiado y tuve que intentar ingresar la contraseña dos veces porque el temblar tanto no me estaba ayudando.

Me indicó que buscara en sus contactos a un tal Omar, pero este desconocido no contestaba las llamadas. Cosa que obviamente la alteró.

-¡Maldito infeliz! -gritó sin quitar la mirada del camino- ¿Para qué tienen teléfono si no van a contestar esa porquería?

Qué bueno, ojalá su enojo se desvíe a otra persona y se olvide de todo lo que pasó.

Me asusté cuando vi que se acercó a la vía del tren, porque este estaba demasiado cerca e incluso el paso por ahí ya había sido bloqueado y señalizado con las luces rojas que indicaban que el tren estaba próximo a pasar.

-Génesis, el tren -grité asustada, pero ella estaba decidida a intentar pasar.

Me agaché y dije: "hasta aquí llegamos" no podía creer que moriría de esa forma, estando tan joven, hasta lloré.

Sentí cuando el auto se llevó por delante las barras y también escuche el fuerte estruendo de la locomotora, indicándome lo cerca que estuvo el tren de nosotras.

El auto seguía andando, pero yo no podía, simplemente no era capaz de levantar la mirada. Estaba demasiado traumada en ese momento, creo que mi alma abandonó mi cuerpo por algunos segundos.

Estuve así el resto del camino mientras ella parecía conducir más tranquilamente porque se había librado de ellos por el momento. Pero yo, ni siquiera cuando el auto se detuvo una vez más fui capaz de levantar la mirada.

-Nessy -me llamó- ¡Nessy! -gritó- ¡Sal ahora mismo del maldito auto!

Cuando levanté la mirada me sorprendí un poco, esa casa parecía ser 10 veces más grande que la casa en la que yo trabajaba. Tenía autos estacionados afuera y también hombres armados. Además, el sol empezaba a asomarse.

Al parecer el enojo de Génesis conmigo seguía demasiado latente, se notaba en la forma en la que me hablaba y a todos.

-Buenos días, señora -la saludó muy cordialmente el guardia de esa casa.

-¿Cuáles buenos días? -preguntó ella haciendo que el hombre se tensara- ¿Qué tienen de buenos?

El hombre guardó silencio, como si supiera que lo mejor para él sería no decir una sola palabra. Ella volteó a verme y nuevamente me sujetó con fuerza del brazo llevándome prácticamente a la fuerza al interior de la casa.

Terminé en un sofá de la sala de esa casa, ella me dejó allí.

-Bien -dijo mientras se paseaba de un lado a otro frente a mí-, dime por qué estabas en la casa de ese hombre.

-Es que no lo sé -contesté aterrada-... yo estaba con Zafiro en una fiesta y...

-¿Y se puede saber con el permiso de quien Zafiro te sacó de la casa? -se detuvo para mirarme de arriba a abajo- ¿Por qué estás vestida así?

Era un simple vestido negro al cuerpo y escotado, además tenía una chaqueta. No entiendo por qué está tan molesta por eso.

-Lo consideré lindo y quise...

-¿Uno no puede dejarte sola por qué te dejas influenciar por Zafiro? Cuando ya te había dicho claramente que no pusieras un pie fuera de la casa.

-Ella solo quería hacerme sentir bien.

-Y... -guardó silencio, por varios segundos antes de continuar- ¿Por qué te sentías mal?

No le diría que me sentía mal porque ella me dejó sola, no sería capaz de contárselo. Decidí que le mentiría, pero antes de que dijera algo apareció un hombre joven, usando un sombrero y cantando una canción. Parecía ser muy carismático.

-Como yo he sido andariego y a mí ninguno me aterra, cuando saco mi machete se pone a temblar la tierra -apareció cantando.

-¡Cállate, Omar! -gritó ella de inmediato-, con el genio que tengo podría matar a alguien.

Él se detuvo en seco y se quitó el sombrero, puso su mano en su barbilla como si tratara de adivinar porque ella estaba enojada.

-¿Puedo saber qué te pasó?

-¿Por qué nunca contestas el maldito teléfono? -preguntó ella disgustada.

-No, no estás enojada por eso y -posó su mirada en mí-... oye, pensé que no traías a tus sumisas aquí.

Ella lo jaló de la camisa y si lo atrajo hacia ella, ¿de dónde vendrá tanta fuerza? Él parecía un pequeño muñeco de trapo cuando ella lo sujetó así.

-En primer lugar -le aclaró-: no es ninguna sumisa, en segundo lugar: sé respetuoso y en tercer lugar: no quiero que te le acerques.

-¿Qué vicho te picó? -preguntó él cuando finalmente ella lo liberó- ¿Un alacrán?

-Omar -dijo ella después de un largo suspiro que demostraba su desesperación-, por favor, no estoy de humor para nada. Sal de aquí.

-Pero, ¿no me vas a decir siquiera cómo se llama...?

-¡FUERA DE AQUÍ! -gritó dando un solo paso hacia adelante que hizo que él se alejara.

-Tranquila, tranquila, ya me voy.

Se quedó parada viéndolo hasta que finalmente desapareció de su vista. Parece ser el tipo de persona que cuando se enoja con una persona, se enoja con todo mundo.

-Zafiro -dije de repente luego de recordar que ella podría estar en peligro-, tienes que ayudarla.

-Zafiro sabe cuidarse a la perfección -dijo sentándose frente a mí-, por lo que te tienes que preocupar es por la explicación que me van a dar cuando se digne a aparecer.

Quería preguntarle de quién era esa casa, por qué asesinó a ese hombre y sobre todo, quería preguntarle por qué se fue de forma tan repentina. Pero su mirada me estaba matando, literalmente sentía que mi corazón se detendría en cualquier momento.

Pero, hay espacios para pensar que cuando está enojada se ve increíblemente sexy, me encanta.

De repente se puso de pie y se alejó, dejándome sola en esa enorme sala. No me quería quedar allí sola, así que por impulso la seguí.

Parece que no fui cuidadosa y rápidamente notó que la estaba siguiendo.

-¿A dónde vienes? -me preguntó al darse la vuelta.

-¿A dónde va usted?

-Voy a bañarme, si no lo has notado estoy llena de sangre -continuó caminando y en cierto punto se dio la vuelta-. Deberías hacerlo tú también.

-¿Bañarme? ¿Con usted?

-Bañarte completamente sola -antes de cerrar la puerta de la habitación a la que ingreso me dijo-, o espera a Zafiro y se bañan juntas.

Cerró la puerta de golpe y me dejó allí, ¿dónde se supone que me bañaría yo? No me dijo nada.

Bueno, pensé en entrar a cualquier otra habitación, ella no me dio indicaciones. Debía aprovechar y relajarme antes de todo lo que va a suceder cuando Zafiro aparezca.

Gray Eyes (chicaxchica)Where stories live. Discover now