Desde Que Te Vi (+18)

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Barbara jadeo al escucharla decir aquello de verdad que esa mujer estaba loca, y temía que le hiciera daño a él.  Escucho como Eros le hablaba y busco con la mirada algo que le pudiera ayudar a defenderse.

Vio un extintor no muy lejos de ella y no lo pensó dos veces en ir a buscarlo.

— BARBARA, NO — le gritó Kevin más atrás, pero era muy tarde conjna agilidad que no sabía que tenía se acercó a Eros con el aparato en su pecho al tiempo qie Verónica la veía con claras intenciones  y se lanzó sobre Eros.

Todo paso como en cámara lenta Pero a la vez tan rápido Eros le golpeó la mano que Verónica tenía el bisturí al tiempo que Barbara se acercaba y le pegaba con el extintor en la cabeza haciendo que está cayera al piso.

Kevin corrió hasta ellos y le quitó el extintor a Barbara lo dejo a un lado. Eros abrazo a Barbara mientras veían Verónica sobarse su cabeza y un hilo de sangre rodar por un lado de su frente.

Se tocó la zona y chilló — eres una desgraci...— Alejandra le dió un puñetazo que la volvió a tirar al piso.

—Auch— se quejo, moviendo un poco su muñeca— amor, me lastimé — hiso un puchero y Kevin se acercó a ella.

—¿Pero estás loca? ¿Cómo se te ocurre pegarle?— le dijo el entre sorprendido y molesto.

—No iba a dejar que esa...— la vio intentar sentarse— loca de mierda se acercaran a Barbie.

Se escucharon unos pasos apresurados luego unos golpes en la puerta y todos voltearon a ver que era ese escándalo.

Eran las personas de seguridad junto con varios del personal médico y enfermeras.

Verónica se asustó y rápidamente se puso de pie para huir Pero Kevin la sostuvo de un brazo al momento que la puerta fue abierta dejando ver a la directora del hospital junto con dos de los de seguridad y tres enfermeras estás corrieron a dónde estaban los bebés.

—¿Estás todos bien? — pregunto la directora del hospital — detenganla y llevemos a mi ofocina hasta que venga la policía por ella

—No... No... Esto es un mal entendido... No, sueltenme infelices. — gritaba como loca por el pasillo mientras era llevadas a rastras lejos de ellos.

—Gracias por haber venido — le dijo Eros

—Si no es por la llamada de Kevin no nos hubiéramos dado cuenta. Las camaras— señalo a dos que estaban en el pasillo —fueron movidas.

— esa mujer tiene que estar tras las rejas Eros — le dijo Barbara tocando su herida de cesárea que empezaba a doler, y como no. Luego del bajos de adrenalina venían los dolores.

— hablaré con mi esposo para que se haga cargo de ella. No volverá a acercarse a este hospital se los aseguro., Pero necesito saber que hacia ella aquí. Pudo haber puesto a los bebés en peligro y a ustedes también por supuesto.

—Vino a joder la paciencia, a eso veno. —dijo Alejandra molesta—y nadie me saca de la cabeza que es ella la causante de todo esto.

— esa es una acusación muy fuerte, Alejandra — dijo Eros, pero el tenia un noventa porciento de seguridad que así era.

—¿La estás defendiendo? — dijo Barbara alejándose de él — esto es el colmo

—hermano— dijo Kevin con el ceño fruncido— no la cagues. Yo también pienso lo mismo.

— bien. Las autoridades se encargarán de todo eso Pero ustedes dos— señalo a Barbara y Alejandra — a sus habitaciones, vamos a revisar cómo estan esas heridas.

Eros quiso ayudar a Barbara pero está solo le manoteo la mano y se fue a sentar nuevamente a la silla de ruedas, Eros la llevo hasta la habitacion, y kevin llevo a Alejandra para la suya.

No entendía porque su Barbie se estaba portando de esa manera.

Cuando llegaron a la habitación no espero más y le preguntó

—¿Que tienes? ¿Porque me tratas así?

Ella bufo y fue a de tarde en la cama— ¿Enserio lo preguntas? Me parece el colmo que hayas defendido a esa... A esa desquiciada mental

—¿Pero de que hablas?— y era que Eros realmente no estaba entendiendo nada, porque para él, jamás había defe dido a esa mujer, pero haciendo recie yo mental de los hechos supo que ella pensaba que la estaba defendiendo por la acusación de Alejandra. Suspiro y pellizco el puente de su nariz y se acercó a ella lentamente y la tomo de las manos, ella lo manoteo pero la volvió a sostener uniéndose las muñecas conuna de sus manos — escúchame bien, jamás voy a estar a favor de ella, pero no me parece justo y necesario que se le acuse de algo que probablemente no sea culpable.

Barbara lo miró a los ojos con molestia, ella sentía que esa tipa estaba tras todo esto.

—pues ella es la culpable, ya lo verás — le dijo con rabia— y suéltame estoy molesta contigo.

— no voy a soltarte, por Dios mi amor, no te molestes conmigo.

—pues si me molestó, porque sigues defendiendo a esa desgraciada ¿Que hubiera pasado si hubiera perdido a mi hija?

Eros frunció el ceño, no quería ni pensar en eso de solo recordar los asustado y angustiado que estaba se le encogen las bolas.

—asi como tú estabas cien por ciento seguro de que tendría una niña aún sin saberlo  yo estoy mil porciento segura de que ella es la causante de todo esto porque a ver ¿Que necesidad tiene ella de hacer todo esto? Y de paso se operó para parecerse a mi ¿No vez lo retorcido de todo eso? — se le quedó viendo y luego lo kiro con tristeza — aún te gusta ella ¿No es cierto? ¿Por eso es que no quieres ver más allá de lo lógico?

—¿Que? No, obviamente que no, y no es que no te crea Pero...

—¿Pero?. No hay peros que valga Eros.

— es que algo no me cuadra— dijo soltandole la mano y sentándose a su lado— no la estoy defendiendo que te quede claro Pero ella no tiene una mente tan brillante como para hacer semejante cosa, ella es muy impulsiva ¿No recuerdas el arrebato que le dió causando el accidente?

Barbara se quedó pensando un momento lo que él decía y... Bueno te iba cierta razón.

— ella es muy inestable Pero no sabe actuar sola sino ya hubiera estado aquí armando un escándalo.

—¿Entonces que crees que este pasando?— preguntó Barbara intentando  encontrar fallas en su lógica... Pero no las encontró.

—Seguramente alguien más la está ayudando Pero no tengo idea de quien sea.

— tal vez su padre— dijo ella

— No, el murió hace unos meses. Su cómplice tiene que ser alguien que nos conozca ¿Pero quién querría hacernos daño?

—no tengo idea— dijo ella en un murmullo recostando su cabeza en el hombro de él, tratando de pensar quien puede ser esa persona implicada en las locuras de Verónica