40

135 12 0
                                    

Previamente en

Desde que te ví

-ya se que nombre le quiero dar.- le dijo ella limpiando una lágrima resbaladiza

-¿Que nombre te gusta?

- Ken. Quiero que se llame Ken. En un niño hermoso y las mujeres van a estar locas detrás de él, así que tiene que tener un nombre único... Naa, mentira, es un diminutivo del tuyo

-Me parece bien - dijo él dandole un beso en su cien- pues Ken será.

♥━━━━━━━━━╬☆♡✩╬━━━━━━━━━⁠♥

Kevin y Alejandra estaban felices de ver a su hijo luchar por su vida.

Y sabía desde ya que iba a resistir.

Eros y Barbara estaban cerca cuando vieron a una enfermera retirarse de la incubadora de su bebita, está no les dijo nada, ni siquiera les dio la cara, simplemente se retiró después colocar la tabla del diagnóstico clínico a un lado de la incubadora.

Eros no le prestó la más mínima atención a la mujer Pero a Barbara le resultó extraño que la mujer ninse preocuparse en saludar a los padres de la bebe.

Barbara respiro profundo para tratar de calmar los nervios que la tenían como gelatina.

—Solo recuerda que tus emociones le pueden afectar a la beb.

Barbara solo asintió y mordió su labio inferior ¿que si estaba nerviosa? Pues si, y mucho.

Una vez junto a la incubadora pudo ver a ese pequeño ser qué estaba dentro y tapo su boca para retener el sollozo.

Sus ojos se cubrieron de lágrimas al ver a esa cosita tan pequeña e indefensa.

Quería tocarte, cargarla, pero no podía estaba unida a un sinfín de cables y una tubito sujeto de una banda en su cara par podré darle oxígeno, tenía si carita tapada  y no podía ver sus ojitos.

Vio los cables que estaban unidos a varias bolsas y frunció el ceño.

—¿Que le están dando?— pregunto girando la cabeza en busca de la enfermera que estaba ahí hace poco, pero había desaparecido.—¿A donde fue?

—Quiza a ver a otro...—dijo Eros girando a dónde estaba viendo Barbara — no tengo idea. Pero seguro es lo mismo que le han dado desde que esta aqui, carbohidratos, proteínas, lípidos. Se pondrá bien, es fuerte, como tú.

Barbara le regaló una sonrisa de labios cerrados para luego ver a su hija, tenía en una de sus manitas una bandita rosa que decía Adams Ross, ella frunció el ceño.

—¿no le has dado nombre?— le pregunto

— No, eres su madre — le respondió extrañado por su pregunta, viéndola un momento para luego ver a la niña colocando la mano en el cristal.— no elegiría un nombre para mí pequeña diosa sin ti.

Barbara solo asintió pensativa. A decir verdad no había pensado en nombres para bebes.

—Nunca pensé en un nombre para el bebe— le dijo un poco apenada a Eros —¿Tu si?

— Si, Pero... No te va a gustar por eso no te había comentado nada

—¿Cómo sabes que no me gustará? Solo dime

Eros suspiro para luego lamer sus labios  gesto que noto Barbara y copio su acción, tenía horas que no lo besaba.

—Venus — dijo él

—me gusta— dijo después de unos segundos eternos en silencio — Venus Adams Ross. Nuestra pequeña diosa del amor — dijo ella sintiendo.

Si, le gustaba ese nombre era corto, único y sería perfecto para su hija porque sabía que sería hermosa, por un momento creyó que quería colocarle Afrodita o algo así, pero Venus... Venus le gustaba.

Vio a un lado de la incubadora que había un dispensador de gel desinfectante y se aplicó un poco en una de sus manos para luego frotarla con la otra y así esparcirla de manera uniforme.

Quería tocar a su hija, no le había dado permiso algun médico o enfermera pero como no había ninguna a la vista, que más daba.

—¿Que vas hacer?— pregunto Eros al ver cómo desinfectada sus manos.

—Quiero tocar a mi bebita ¿Tu no?

— si, Pero el médico...

—Es mi hija Eros, estuvo en mi vientre y nadie puede decirme que no puedo tocar a  mí hija.

Eros solo asintió, no quería que se alterara no era bueno para ella no para la bebé. Pensaba que tal vez la bebé sentiría a su mamá y con eso mejoraría un poco.

Ella metió con cuidado la mano en uno de los orificios que estaba. En los costados de la incubadora y todo con cuidado una de sus piernitas, estaba delgada, pequeña y suave.

Se le atoro un nudo en la garganta — perdóname hija, lo siento tanto. Mi pequeña Venus.

—Por favor Barbie no te culpes por esto, no es tu culpa ¿okay?

ella movió si cabeza en afirmación, era verdad no era su culpa y eso se lo repetía una y otra vez, así como hacía memoria de que cosa la pudo haber envenenado.

— vas a estar bien mi pequeña, mamá y papá van hacer todo lo posible para que te mejores.

Eros solo la miraba con ternura, amaba a esa mujer con locura y verla tan tierna viendo a su hija, algo dentro de el se hincho de orgullo y emoción, había escogido bien a la mujer con quién quería  pasar el resto de su vida.

Pasaron un rato más ahí hasta que Alejandra se acerca a ellos a ver a la niña, quedó encantada con el nombre de la bebé, alejandra creia que Eros elegiría un nombre de abuelita pero no, realmente le gustaba.

Ella le comento que su pequeño extraterrestre se llamaría Ken— ¿Todo un muñequito verdad? Les había dicho ella, Barbara quiso reír pero la sola presión de la risa le lastimaba la cesárea y se quejo por el dolor al igual que Ale.

Y luego se retiraron de ahí no sin antes ver a El pequeño Ken, que estaba igual de malito que Venus.

Al salir de la sala de incubadoras estaban hablando de que diablos pudo haberles hecho daño hasta que Barbara vio de nuevo a la enfermera que estaba saliendo del pasillo alisando el uniforme con sus manos.

Desde Que Te Vi (+18)Место, где живут истории. Откройте их для себя