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Una semana habia pasado desde que habían ido con la doctora y Eros estaba vuelto loco, había mandado a hacer la cuna para la bebé.

Porque el estaba convencido de que era niña.

Y eso le preocupaba a Barbara ¿Si era niño no lo querría igual?.

A ella realmente no era que le importará si era niña o niño, ella quería que se firmara sano igual lo amaría ¿Cómo no amarlo si era fruto del amor que le tenía a su esposo?

Esos pensamientos jugaban en su cabeza gran parte del día como ahora que eran más tres de la mañana y se habia levantado para hacerse unas cotufas, porque... Bueno... Se le antojaron.

Cuando despertó se dió cuenta que Eros no estaba en la cama, fue a la cocina tomo un empaque de cotufas para microondas y lo metió, mientras se hacían fue al único lugar donde podia estar, su despacho.

Lo encontró con los pies sobre el escritorio en el mono de pijama y sin camisas.

Su torso desnudo era simplemente perfecto bien marcado, con todos sus músculos bien puestos, es que si tenia que lavar ahí fácilmente se podría, sonrio por semejante pensamiento.

Estaba realmente concentrado en su llamada y no se había dado cuenta que ella lo estaba observando desde el marco de la puerta.

Estaba hablando en francés con quién sabe que persona.

Ese idioma era tan sexy que de solo verle mover sus labios mientras hablaba la exitaba, se imaginaba moverlos así Pero en su coño.

Lo vio humedecer sus labios con la lengua y eso fue suficiente para sentir una punzada de placer en su vientre.

Benditas hormonas que la tensión cachonda.

El se percató de que ella estaba en la puerta viendolo fijamente con los muslos apretados y mordiendo su labio inferior.

Se veía realmente hermosa toda una Barbie, simplemente perfecta.

Estaba vestida simplemente con un mini camisón casi transparente y sin ropa interior.

A ella le gustaba dormir con pijamas cómodos y el prefería que estuviera desnuda, así que Barbie encontró la forma de mantener un equilibrio, sin ropa interior Pero con una bata bien sexi y facil de quitar.

O de romper como había pasado en varias ocasiones, ya había perdido la cuenta de las veces que Eros le rompió el pijama simplemente porque decía que sus tetas quedaban al aire de forma salvaje.

Su figura se marcaba exageradamente así que no podría usar esa pijama mucho tiempo porque su panza no se lo permitiría.

Se acercó a ella rápidamente y la beso, como amaba besarla sus labios sabían exquisitos.

Gruño cuando sintió una de las manos de su esposo apretar su polla y con la otra acariciar su abdomen.

-Quiero que me des algo - le dijo ella cuando rompieron el beso por falta de oxígeno

-lo que tú quieras. - le dijo mientras pasaba una mano dentro de su camisón y buscaba sus pezones ya erectos

-besame- él sonrió y se acercó para besarla pero ella metió la mano para frenarlo. - no hablo de ese beso - sonrió inocentemente.

-Con que, ese beso ¿eh? si ese beso es lo que quiere ese beso te daré

La llevó a su escritorio y la sentó en el borde de este para abrirle las piernas y estar en medio de ellas.

No iba a negar que le gustaba ver a su mujer así, excitada Y expectante a lo que le daría, si su mujer quería que le besara su coño, pues, eso le daría.

Se arrodilló, sin perder contacto visual con ella y besó sus muslos hasta llegar a su intimidad y lamió toda su longitud, le fascinaba como sabia el coño de su mujer.
...

—Mi amor, aquí están las cotu...fas— nego con la cabeza viendola dormida, y es que, como no, si habían tenido sexo desenfrenado  como si no hubiera un mañana.

Se llevó un puñado de cotufas a la boca y luego otros dos más mientras estaba reclinado en el marco de la puerta contemplando la belleza de su mujer.

Que más daba se lo terminaría de comer y luego la llevaría a la cama, para que durmiera más cómoda, a menos que se despertara y...

No, tenía que dejar de pensar con el pene, no quería lastimarla ¿Lastimarla a la bebé? Porque si era así estaba dispuesto en no tener sexo durante el embarazo, ¿O no? Es que de solo pensar en no sentirla en no estar enterrado en ella era sofocante Pero de solo pensar en que su bebé estaba siendo lastimada le daba dolor de pelotas.

Se sentía ridículo de solo pensar en eso.

Joder, estaba demaciado emocionado, se sentía tan feliz que ni le había preguntado a Barbara si quería tener niña o niño, porque el estaba más que seguro ella tendría una hermosa muñequita.

Tendría que hablar con ella, sabía que ella estaba incomoda cuando él se ponía de intenso, porque sí, sabía que estaba intenso, pero ya se le pasaría en un par de meses.

...

Un par de meses despues

Barbara estaba de casi cinco meses y ya tenía una pancita de lo más tierna.

—vamos a llegar tarde. — le dijo Eros desde la escalera, tenían que haber salido de casa hace una hora— Barbie, ya Ale está esperándonos— vio la hora en el reloj de su muñeca y pellizco el puente de su nariz. ¿Porque tardaba tanto?, iría y le colocaría cualquier vestido él mismo si era necesario.

Subió las escaleras de su nueva casa,  que por cierto le encantaba, era enorme con un jardín hermoso que la rodeaba, una enorme piscina, tenia varias habitaciones con baño cada una, pero la principal, esa era especial y realmente amplia.

Entro a la habitación y lo que vio lo dejo como piedra, sintió que sus pulmones no estaban recibiendo el oxígeno necesario de echo no sabía cómo respirar. La angustia lo invadió y sus ojos se cristalizaron.

Con el corazón palpitandole en los oídos corrio el espacio que lo separaba de Barbara, su cama estaba elevada por unos tres escalones haciendola quedar imponente.

Pero está vez, esa imponencia de veía empañada por el cuerpo desnudo de Barbara desmayado en las escaleras le sangraban una parte de la cabeza Pero sobre todo en medio de sus piernas.

—No. No. No.— dijo Eros quitando con rapidez la funda de una almohada y colocándola en su cabeza.

Desde Que Te Vi (+18)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz