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Habían llegado a la casa de Eros y Barbara estaba mejor, ya no estaba llorando a moco suelto como cuando estaban en el carro.

-¿Quieres hablar?-le pregunto Eros a Barbara que estaba sentada en el sofá y le entrego un té de hierbas.

Ella asintió lentamente dando un sorbo a su té, luego hizo una mueca - le falta azúcar.

Eros sonrió le dió un beso en su cabeza y salió a buscar la azucarera para que ella pudiera agregarle la cantidad que deseara.

-Gracias.- suspiró - él... Jeremías, fue mi novio en la universidad para ese entonces mi hermano me pagaba mis estudios... Los padres de Jeremías tienen dinero, lo conocí en una de las estúpidas fiestas que hacía mi madrastra... Ella estaba encantada con la idea de que nuestras familias se unieran - dió otro sorbo a su té - salimos por unos meses hasta que un día mi hermanastra hizo una fiesta y bebimos un poco...- ella reprimió las ganas de llorar, no lo haría.

-Esta bien, si no quieres seguir, no lo hagas - le dijo acariciándole la espalda suavemente.

-No, quiero contarte...- suspiro y hablo de nuevo- No supe en qué momento llegamos a una de las habitaciones, que por suerte era la de mi hermano, él quiso que tuviéramos relaciones pero yo no quería, ademas estábamos un poco ebrios, pero él no entraba en razón y me estaba forzando a hacerlo, si no hubiera sido por mi hermano que entró en ese momento y vio toda la escena, no se... No sé que hubiera pasado conmigo.

-¿No te golpeó?

-No, estaba más concentrado en desvestirme y manosearme que en golpearme. Mi hermano le dió una paliza y lo echó de la casa.

Eros la escuchaba atentamente, reprimiendo las ganas de ir y buscar al imbecil que se atrevió a tocar a su Barbie. Gracias al cielo no la ultrajó, porque así tuvo el privilegio de ser el primero, aunque no fue en las mejores condiciones, pero fue el primero a fin de cuentas.

- un día me acorraló en los pasillos de la universidad para disculparse y yo trate de huir de él porque aún estaba afectada por lo que me hiso, pero no se dió por vencido nos encerró en una de las aulas y quiso besarme con la escusa de que no estaba sobrio ese día y que el no me haría daño, pero yo estaba muy nerviosa así que le di un puñetazo y salí de ahí, - suspiro, dió un sorbo más a su té, luego vio a Eros con sus ojos cristalizados- llamé a mi hermano para que me buscara, cuando llegó mi hermano lo persiguió con su auto, pero... Pero... en una curva los frenos le fallaron y tuvo un accidente. Esa tarde murió la única persona que me quiso realmente. Kevin me acompaño a ponerle una orden de alejamiento.

-Veo que el plazo se le terminó y se está ganando estar tras las rejas.

-No lo quiero ver Eros.

-no lo harás, te lo prometo. - le dijo abrazándola luego de quitarle la taza vacía de las manos y colocándola en la mesita del centro.

-Mi madrastra se molestó porque ya había pactado un acuerdo con los padres de él, mientras Jeremías estuviera conmigo su padre nos pagaría los estudios universitarios.

-Se quedó sin la gallina de los huevos de oro. - dijo Eros abrazándola luego de quitarle la taza del té y colocándola en la mesita frente a ellos.

-Exacto, Cómo ya no estábamos juntos, la gallina de los huevos de oro no estaba y ella me culpaba por eso, tuve que salir a trabajar para poder pagar mis estudios y los de mi hermanastra, porque ella quería estudiar administración.

-¿Por eso no pudiste seguir estudiando? ¿Por pagar los estudios de tu hermana?

-Si, Kevin... luego de un tiempo me convenció de salir de casa y nos fuimos a vivir junto con su novia, Alejandra, ellos me han ayudado mucho, es raro que mi madrastra no me haya llamado para pedir su dinero mensual - dijo pensativa.

-No Estas obligada a hacerlo, ella ya es mayor de edad para que trabaje y pague sus propios estudios.

-Lo se, creo que por eso no me he preocupado en enviarle los ahorros que tengo.

-Si se comunica contigo deja que yo me encargue de todo.

-pero no es tu responsabilidad.

- tu eres mi responsabilidad Barbie, eres mi esposa, mi mujer, y quiero lo mejor para ti.

-Gracias... Por todo lo que haces por mí.

-Aun no he echo nada- le dijo en un tono seductor mientras le acariciaba el muslo.- pero ya vas a saber todo lo que puedo hacerte - la tomo de las mejillas y la beso apasionadamente, beso que ella recibió con gusto.

La beso hasta quedar sin aliento, quería hacerle el amor, quería hacer que olvidará su pasado, las cosas que ese imbécil quiso hacerle.

Sus sopas pasaron a decorar la sala.

-Te amo -le dijo él mientras hacía un camino de besos desde su mandíbula hasta su vientre dónde lo acarició brevemente para abrir sus piernas y besas la cara interna de sus muslos.

Barbara sentía su piel herizada, era una sensación exquisita sentir como Eros se dedicaba en besas y acariciar cada parte de su piel, solo con eso se sentía húmeda.

Sintió como su esposo la devoraba con su boca, como jugaba con su clítoris con su lengua, era simplemente delirante lo que estaba sintiendo, no podía evitar retorcer sus caderas a causa del placer que estaba sintiendo, sentía que estaba a punto de ebullición.

-Correte para mi muñeca - le dijo Eros cuando introdujo sus dedos en su interior haciendo que el placer se maximisara y llegará al orgasmo con más intensidad.

Volvió a besarla, era adicto a sus labios, tan suaves y carnosos era una delicia de la que nunca se cansaría.

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Cansada..

Si, Así era como se sentía Barbara en la madrugada, no supo en qué momento Eros la llevo a la habitación, pero cuando despertó por falta de aire, y cansancio como si hubiera corrido un maratón, ella ya estaba en la cómoda cama arropada con las suaves sábanas.

Vio a Eros dormir a su lado y se sentó para recuperar el aliento.

Su afección cardíaca estaba empeorando, hacía mucho tiempo no se sentía así, la última vez que había ido a consulta fue unos meses después de la muerte de su hermano.

Eso le había afectado bastante y casi muere de un infarto, por suerte fue atendida a tiempo.

El médico de ese entonces le dijo que evitará las emociones fuertes, el exceso de esfuerzo físico, no subir de peso, tener una comida balanceada, evitar las bebidas alcohólicas y reducir el café.

Todo lo había hecho al pie de la letra, comía sano, tenía un peso acordé a su edad y talla, había dejado de bailar hace ya un tiempo, por eso solo trabajaba en la barra del club, pero el café, eso si no pudo dejarlo, igual no le estaba afectando en nada, ya que todo lo demás lo llevaba muy bien.

Pero luego de que esa estúpida mujer se apareciera y le desequilibrara sus chacras y la armonía que tenía su cuerpo, se fuera al caño, todo había empeorado.

Necesitaba con urgencia esa cirugía que Eros le había dicho hace unas horas atrás, antes de dormirse.

Ese marcapasos le podría servir, pero su antiguo doctor le había dicho que lo mejor para ella era un trasplante de corazón, y ella no tenía los recursos para pagar semejante operación y estar en la lista de espera para un corazón compatible con ella era una perdida de tiempo, ella prefería esperar tranquila a que sus días llegarán a su fin rodeada de las personas que amaba.

Desde Que Te Vi (+18)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant