Alessandro

Capitulo 27: Cataleya

Narra Alessandro

-Mierda-dijo Stella y me levanté. Estaba muy nervioso.

-Creo que Cataleya va a nacer-susurró Stella y sostuvo la reja y recostó su cabeza de allí. De un momento a otro la cerda se abrió y rápidamente me tomaron de los brazos e intenté safarme.

-¡Suéltenme!-dije y ellos me sacaron y me encerraron en la otra celda que estaba frente a la de Stella. Ellos se fueron y nos dejaron solos. Stella deslizó por la celda y se sentó en el suelo.

-Ah-gritó y agarró su vientre.

-Vamos Stella, respira conmigo-dije y me doy cuenta que ella comenzó a pujar. Y los gritos de Stella no se tardaban de hacer presente.

-Vamos, tú puedes, tu puedes-dije y ella volvió a pujar una y otra vez.

-Ya no puedo-susurró entre lágrimas.

-Vamos Stella, demuéstrame la mujer fuerte que eres. Tú puedes por favor, solo una vez más-dije y Stella se arodillla y sostiene la reja con su brazo derecho y recuesta su cabeza de la celda y comienza a respirar.

-Vamos, ahora-dije y ella comenzó a pujar y gritó y la habitación se inundó con el llanto de la bebé. Una sonrisa se posó sobre mis labios y mis ojos se llenaron de lágrimas. Stella rápidamente tomó a la bebé entre sus brazos y la cubrió con la chaqueta.

-Mi amor-susurró Stella y me miró.

-Cataleya es hermosa-susurró Stella con lágrimas en sus ojos.

-Hiciste un excelente trabajo, estoy muy orgulloso de ti-susurré.

Narra Stella

-Hola preciosa-susurré observando a mi bebita. Cataleya comenzó a chupar su puño y una sonrisa se formó sobre mis labios, saqué uno de mis pechos y Cataleya comenzó a tomar leche. Era la sensación más hermosa del mundo, cuando levanto mi mirada, Alessandro me estaba mirando.

-Bueno, bueno, qué gusto verlos-dijo el hombre y Alessandro se levantó de su celda.

-Ya me tienen a mí, libérenla-dijo Alessandro y el sonríe.

-Bueno, tenemos un nuevo integrante a la familia. Paul ven con tu amo-dijo él y rápidamente veo a Lucas que viene hacia ese hombre.

-¡No se te ocurra tocar a mi hijo!-gritó Alessandro y yo me levanté del suelo y me quejé.

-Por favor-susurré y él me miró a mí. Me sostuve de la reja.

-Hazme lo que quieras, pero no te metas con Lucas te lo suplico. Tenme a mí en su lugar-dije y el sonríe y me comenzó a observar.

-Contigo ganaría muchísimo dinero, claro que sí. Pero te verías mejor como mi mujer. ¿No crees?, pero no lo sé, ya no me sirves para lo que quería, pero si para mis negocios-dijo el mirándome de una manera pervertida.

-¡Aquí me tienes! ¡Mátame!-dijo Alessandro y el sonríe.

-Si te mato no me serviría de nada, quiero verte sufrir-dijo él y me miró.

-Voy a tomar tu oferta-dijo él y respire un poco aliviada, mis ojos se llenaron de lágrimas y él me miró

-La niña se queda con Alessandro y el niño. Tienes 1 minuto para despedirte-dijo el saliendo y rápidamente entré a la celda de Alessandro y rápidamente él me abrazó.

-Por favor Alessandro cuida a Cataleya-susurré entre lágrimas y las lágrimas de Alessandro no tardaron en salir.

-Te prometo, te prometo que te voy a encontrar y nos vamos a ir lejos. Te lo prometo Stella-dijo Alessandro y junte mi frente con la suya. Me quité la pulsera que tenía y se la entregué.

-Por favor, cuídense mucho-dije y Alessandro me beso.

-Iré por ti-dijo Alessandro y lo miré y seque sus lágrimas.

-Cuídense mucho por favor-dije y rápidamente me salí de la celda y esta se cerró automáticamente y los hombres vinieron por mi.

-Los amo-dije.

Mis lágrimas no dejaban de salir.

-Te van a bañar y a cambiarte de ropa-dijo él y solo asiento. Entré al baño y me comencé a quitar la ropa. Me miré en el espejo y vi unas tijeras encima del lavado. Él estaba afuera esperándome.

Tengo que salir de aquí...

-Hey, crees que puedas ayudarme-dije y escuché los pasos y oculté la tijera en mis pantalones. Él entró y me miró.

-¿Qué nececitas preciosa?-preguntó el.

-No puedo doblarme, podrías ayudarme con mis pantalones-dije y el asiente él se dobló y rápidamente tome las tijeras y lo apuñalo por la espalda y el cae en el suelo.

-Maldita perra-dijo y espete las tijeras en su pierna varias veces y le quité la pistola.

-Vas a pagar por todo el daño que haz echo cabron-dije y lo levanté del suelo y lo tome de rehen. Salí del baño y rápidamente un guardia me apuntó.

-Si te atreves a disparar lo mato-dije y lo miré.

-Suelta la pistola ahora y tírala hacia mi-dije y el guardia hace lo que le pido. Rápidamente tome la pistola con mi pie y le dispare al guardia y los guardias comenzaron a subir hacia arriba.

-¡Un disparo y le vuelo la cabeza cabrones!-grité y él hace una señal y todos tiran las pistolas hacia mi.

-Entren a esa habitación ahora-dije y ellos entran y rápidamente cerré la puerta con seguro.

-Baje las escaleras y llegué a las escaleras del sótano y unos hombres comenzaron a disparar, pero yo sali rápidamente apuntándolo con la pistola.

-Un disparo más y lo mató-dije y los miré. 

-Tiren las pistolas y entren a la puta celda ahora-dije y ellos entraron, yo solté a el hombre en las escaleras y rápidamente cerré la celda con la cadena y corrí a la celda donde estaba Alessandro.

-Stella-dijo Alessandro.

-Los voy a sacar de aquí-dije y logré deshacer la cadena y Alessandro rápidamente me abrazó y me besó.

-¿Están bien?-pregunté observándolos a los tres.

-Quédense aquí, cuida a tu hermana-dijo Alessandro quien me iba a ayudar a revisar.

-Déjamelo a mí-dije y rápidamente apunté con la pistola al hombre.

-Esto es por ser un cabron-dije disparandole en la pierna de nuevo y el grito.

-Esto es por Amanda-dije y le disparé ahora en su mano y el grito.

-Esto es por todo el daño que le haz echo a gente inocente-dije disparandole en la otra pierna.

-Esto es por ser un maldito cerdo y haber abusado de Lucas y por haberme violado-dije disparándole en su entre pierna.

-Y esto es porque te lo mereces-dije y le disparé en la frente y al instante cayó muertos. Cuando me doy la vuelta Alessandro me miró sorprendió.

-Carajo, esa es mi Stella-dijo con una sonrisa.

-Estoy orgulloso de ti, mi pequeño salta montes a crecido-dijo él y solté una carcajada.