Narra Alessandro
Los rayos de luz comenzaron a entrar por la ventana. Me muevo y no veo a Stella a mi lado. Cuando miro a la terraza. Escucho el sonido de la ducha, me levanto de la cama y abro la puerta del baño y Stella estaba debajo de el chorro de agua.
-¿Dormiste bien?-pregunté y Stella abrió sus ojos. Tenía grandes ojeras y su mirada hoy estaba apagada.
-No, ayer tenía insomnio. Si me dejas ducharme te lo agradecería-dijo Stella y solo asiento y salgo. Al rato Stella sale cambiada y con una toalla en su cabeza.
-¿Quieres hablar?-pregunté.
-¿De qué?-dijo.
-De ti Stella, te conozco-dije y ella me miró.
-Yo no tengo nada que hablar-dijo Stella sentándose en la coqueta y desenredando su cabello.
-Hey, si algo está pasando me lo puedes decir. Iré a ducharme-dije y entré al baño.
Observo el zafacon y veo papeles llenos de sangre. Rápidamente salgo del baño y miré a Stella.
-¿Estas sangrando de nuevo?-pregunté y Stella dejó el cepillo en la coqueta y me miró a través del espejo.
-Es normal-dijo Stella y se levantó y regresó a la cama.
-¿Vas a dormir?-pregunté y Stella no dijo ni una sola palabra.
Esta no era la misma Stella.
Algo le pasaba.
-¿Me vas a ignorar ahora?-dije y ella se sentó en la cama y me miró.
-Estoy cansada-dijo Stella.
Narra Stella
-Hola mi amor, ¿cómo estás?-dijo Noemí.
-Estoy bien-dije.
-¿Cómo está mi sobrina?-preguntó.
-Bien, ayer cumplí los 7 meses. Cada vez el tiempo pasa muy rápido y muero por tener a mi pequeña en brazos-susurré.
-Yo nunca tuve la oportunidad de ser mamá, pero Dios te puso en mi camino y experimenté el sentimiento maternal y disfruté cada etapa. El tiempo pasa muy rápido-dijo mi tía y mis lágrimas no tardaron en salir.
-¿Cómo está Camila?-pregunte.
-Apenas tiene vida, entre la universidad y el trabajo. Casi no la veo-dijo Tita.
-Que bueno-dije y la brisa comenzó a mover mi cabello. Cerré los ojos y aspire el aroma de las rosas del jardín.
-¿Ya tienes un nombre para tu hija?-preguntó.
-Cataleya-susurré.
-Esa flor es hermosa y el nombre también-dijo Tita y sonreí.
-Mi Cataleya-susurré.
-Bueno tengo que colgarte, te quiero mucho-dijo mi Tita.
-Yo también, chao-dije y colgué.
-Cataleya-susurré y mire mi vientre.
-No me importa, no tenías porque pegarle. Estás castigado-escuche la voz de Alessandro, regañando a Lucas. Rápidamente entré a la casa.
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Alessandro
ActionTú te enamoraste de mi, pero yo no tenía derecho a enamorarme de ti y aun así lo hice. Y no me arrepiento, ¿o sí? tampoco lo sé, ¿estoy dudando?. Nos amamos si, tierna, cariñosa y apasionadamente; pero era algo que tal vez no debimos hacer. Fue un ú...