Amenaza latente

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En la penumbra de una oficina vaciá y oscura, se encontraba el director de la organización, Henry Williams, quien observaba detenidamente los informes sobre Apexir. El malestar no reducía y tuvo que tomarse algunas pastillas mas, deseando que la situación se calmase para descansar. No lo haría.

La pared de su oficina estaba adornada con gráficos detallados y mapas antiguos que seguían los movimientos conocidos de la criatura, reflejando la intensidad de su búsqueda por comprender al kaiju. Su mirada vaciá se detuvo un momento sobre una fotografía de cuando era más joven, trabajando en el campo, una época que le recordaba por qué había elegido este camino. No era un hombre que buscara el poder por el poder; su misión tenía raíces en la conservación y en la búsqueda de soluciones pacíficas, aunque tuviese que jugarse el cuello por ello.

La puerta se abrió suavemente y Henry levantó la vista para encontrarse a Maya entrando con cautela.

—Dra. Patel, por favor, tome asiento —ofreció con una voz que, aunque seria, tenía un matiz acogedor.

Maya se sentó, observando al hombre que había conocido como un líder justo, aunque a veces enigmático.

—Director Williams, primero quiero disculpar a mi compañero, el Dr. Chen. El solo intento defenderme.

—No se preocupe, Dra. Patel, lo se. A pesar de las apariencias, parece ser alguien que no le agrada la idea de verse a el ni a nadie en problemas.

— Por eso necesito entender... ¿Por qué insistió en que me acercara a Evan Chen? Sé que él tiene habilidades únicas y somos cercanos, por así decirlo, pero parece haber más en esta decisión de lo que me ha dicho.

Henry asintió, apreciando su franqueza.

—Entiendo su preocupación; pero esto va mas allá de ustedes dos. Hace algún tiempo vigilamos al señor Chen. Tiene una perspectiva única. No solo por su experiencia en biología marina, sino también por el conocimiento de investigaciones e investigaciones marinas de casos... Mas particulares.

—Me esta diciendo que Evan sabia de todo esto. Apexir, ARCA y el motivos de las zonas seguras.

—Solo digo que nosotros volvimos realidad sus sueños y pesadillas. Además, su relación puede fomentar una colaboración más fuerte y creativa.

—Nosotros... No tenemos esa clase de relación —respondió Maya mientras se ruborizaba.

—Por favor Dra. No soy ciego. Pero tampoco me inmiscuyo en asuntos personales. Dejemos así el asunto y entienda: Solo lo hice para ayudar a nuestra organización sobre este particular asunto.

Luego, se levantó y se acercó a uno de los mapas en la pared, señalando ciertas áreas que Apexir había visitado con frecuencia. Y continuó:

—Sobre Apexir, hemos aprendido mucho, pero aún nos falta. Creemos que esta criatura ha estado aquí mucho antes de lo que cualquier registro puede indicar. Nuestra esperanza es encontrar una manera de coexistir o, al menos, de detenerlo sin causarle daño a él ni a nosotros.

—¿Y cree que haya una posibilidad de que existan más criaturas como Apexir? —preguntó, recordando las insinuaciones encontradas en la cueva.

—Siempre esta la posibilidad —admitió Henry, volviéndose a mirarla directamente—. Y esa es otra razón por la que su investigación no autorizada, aunque rompió protocolos, es vital. Necesitamos estar preparados para cualquier posibilidad. Sin embargo, debemos proceder con precaución para no alarmar al público ni atraer a entidades con menos escrúpulos. Ya sabe que no somos la única empresa encargada en estos asuntos.

El tono de Henry era sincero, evidenciando su conflicto interno entre mantener el secreto por seguridad y su deseo de transparencia para aquellos directamente involucrados.

—Dra. Patel, lo que pido es que sigan colaborando estrechamente, pero manteniendo sus descubrimientos dentro de un círculo más controlado. Necesitamos manejar esta situación delicadamente.

Maya asintió, sintiendo un renovado sentido de propósito y confianza en su líder.

—Entiendo, director. Haremos lo mejor que podamos, con precaución y plena conciencia de lo que está en juego.

Mientras Maya se retiraba de la oficina, Henry se quedó mirando los informes una vez más. Sabía que las decisiones que tomaba no solo afectaban la seguridad de su equipo, sino potencialmente la del mundo entero. Con cada nuevo dato sobre Apexir y los misterios aún sin resolver, su determinación de encontrar una solución pacífica se fortalecía, consciente de que cada pequeño paso podría ser crucial para el futuro.

Apexir SupremaciaWhere stories live. Discover now