Primer contacto

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El silencio sepulcral que se apoderó del laboratorio tras el mensaje de alerta de código rojo era tan palpable que se podía cortar con un cuchillo. Conscientes de la inminente aparición de algo inexplicable, Evan y Maya decidieron apoyarse mutuamente para recuperar la energía utilizando la planta eléctrica del laboratorio.

-Tenemos que salir de aquí ahora mismo -dijo Maya con voz urgente-. No sabemos cuánto tiempo tenemos. Probablemente se dirige hacia aquí y no sabemos cuánto tiempo tendremos. Debemos buscar a mi equipo y buscar un refugio cuanto antes de que sea demasiado tarde.

Evan podía seguir muchas de las ideas de Maya, pero no podía callar la inquietud que le generaba no saber qué estaba sucediendo.

-Dra. Patel, ¿tú... Sabes lo que está pasando aquí, verdad? -preguntó Evan, con incertidumbre evidente en su voz-. Pareces nerviosa, pero no sorprendida. Acabamos de descubrir esa cosa en nuestras pantallas y ahora estas actuando deprisa, tu equipo habla de una criatura emergente y códigos rojos. ¡Por favor, dime qué está pasando!

-Evan... Escucha, entiendo que tengas dudas, pero necesito que confíes en mí, como siempre lo has hecho. No estamos seguros aquí. Tenemos que salir ahora mismo. Te prometo que cuando todo esto acabe, te explicaré lo que está sucediendo.

Evan asintió, sintiendo el peso de la situación sobre sus hombros. Se acercó a un tablero de instrumentos y comenzó a verificar las lecturas más recientes.

"Debemos confirmar su posición y sus movimientos. Necesitamos toda la información posible para anticiparnos a sus acciones", pensó para sí mismo.

Maya se apresuró a un terminal de computadora, conectando sus dispositivos de análisis para obtener datos en tiempo real de los sensores oceánicos.

-Podemos usar el sistema de seguimiento satelital -dijo-. Si logramos visualizar sus movimientos, podríamos informárselo a mi equipo y quizás advertir a las autoridades y a los ciudadanos para que evacuen las áreas de riesgo.

-¿Quizás? Dra Patel, estamos ante algo peor que una simple inundación, ¿me equivoco?

Maya miró a Evan de reojo, pensando que tenía razón, pero había muchas razones por las que no podía hacer nada al respecto, al menos no en ese momento.

Mientras analizaban los datos, el retumbar del trueno resonó a través del laboratorio, y una ráfaga de viento gélido se coló por las rendijas de las ventanas. Los monitores parpadearon momentáneamente, pero los datos finalmente comenzaron a fluir.

-¡Ahí está! -exclamó Evan, señalando un patrón de movimiento en la pantalla-. Parece que se dirige hacia el puerto, pero está siguiendo una ruta serpenteante.

-¿Está evitando algo o buscando algo? -Maya se inclinó más cerca, examinando los datos con atención-. No parece un camino directo hacia la ciudad... ¿podría estar buscando una fuente de energía?

-Es posible -respondió Evan, formulando teorías sobre las intenciones de la criatura.

Maya consideró sus opciones. -Podríamos acercarnos al puerto con precaución y establecer una base temporal para monitorear sus acciones. Si logra causar un desastre, al menos podríamos advertir a la gente a tiempo.

-¡Quieres acercarte a esa cosa! ¡Estás loca!

-Bien, deja sola a una dama sin cuidado bajo una tormenta, búho, así actúa un hombre de verdad -replicó Maya de forma burlona hacia su colega.

Aunque su instinto científico le decía que se trataba de una tarea peligrosa.

"Deberíamos avisar a las autoridades, y luego prepararnos para salir lo antes posible. La criatura por lo visto es imponente, pero no sabemos aún cuál es su verdadero alcance total... Y no voy a dejar que nadie me trate como un cobarde, sobretodo ella", pensó, además, solo basto revisar el fondo de pantalla de su teléfono para recordar que había otra persona que debía cuidar.

-De acuerdo, iré. Pero no sin antes hacer un llamado a las autoridades.

-Evan... Adelante, intentalo, pero no funcionará.

Hicieron una breve llamada a las autoridades para informar sobre la situación y su plan. Sin embargo, cuando intentaron contactar a las autoridades, la línea estaba muerta.

- Probablemente cortaron nuestro contacto con alguien afuera de estas paredes. No quieren causar pánico -explicó Maya de forma tranquila, pero no menos incómoda.

-¿Qué están pensando? Esto no puede mantenerse en secreto. ¡La ciudad necesita saber a que se enfrenta! ¡Tu escuchaste ese rugido! Viste, el monitor Dra Pa... Maya -protestó Evan.

-Evan, si quieres ser útil para la ciudad, acompañe. Te prometo que todo estará bien si trabajamos en equipo. Lo importante ahora es mantener la calma y actuar con estrategia.

Evan, frustrado, decidió centrarse en lo que podía hacer en el momento. Abandonaron el laboratorio, equipados con dispositivos de comunicación y protección contra la tormenta. Sabían que el camino que tenían por delante estaba lleno de incertidumbre.

Cuando salieron a las calles de Nova, se encontraron con una ciudad transformada por la tormenta inminente. Los vientos helados azotaban las estructuras futuristas, y la lluvia torrencial creaba riachuelos en las aceras. Los ciudadanos corrían en pánico, buscando refugio en las zonas seguras o en edificios más sólidos y alejándose de la costa.

Maya y Evan tomaron el vehículo de este ultimo y avanzaron deprisa hacia el puerto, sorteando obstáculos y ciudadanos en fuga. Llegaron a una zona elevada con una vista clara del puerto y el mar. Desde allí, pudieron ver a la lejanía una figura colosal que se movía con lentitud en las aguas turbulentas. Aunque no podían distinguir claramente los detalles de la criatura, sus dimensiones eran titánicas.

Maya ajustó el visor de su cámara para obtener imágenes de alta resolución, mientras Evan observaba los sensores para obtener más información sobre el comportamiento de la criatura.

-¿Que es... Esa cosa? Es gigante.

Maya asintió. -Esto no es un ataque directo. Parece... más calculado. Como si estuviera evaluando el área antes de tomar una decisión. Tenemos que estar preparados para lo peor. Si decide atacar, no tendremos opción y deberemos de advertirle a las personas lo que realmente ocurre.

Evan, siendo superado por su miedo, pero aun manteniendo su compostura, pensaba y pregunto fríamente.

-¿Sabes que es esa cosa?

Y ella ya no dudo en responder a su mayor duda.

-Si.

El sonido de los pasos pesados de la criatura resonaba en la distancia, mientras que el trueno seguía acompañando su avance. Entonces la criatura marina lanzo un rugido estruendoso que dejo a la ciudad conmocionada ante una figura imponente que hacia su primer acto ante el mundo.

Apexir SupremaciaWhere stories live. Discover now