Confrontación

4 0 0
                                    

Maya y Evan se abrieron paso a través del tráfico caótico de Nova, con el rugido de Apexir retumbando en sus oídos. La ciudad estaba en estado de alerta máxima, y la tensión era palpable en el aire. La monstruosa criatura había emergido del océano, dejando un rastro de caos a su paso, y ahora parecía estar dirigiéndose hacia el puerto de la ciudad.

Evan, al volante, apretaba el acelerador con fuerza, sorteando autos y peatones en su afán por llegar al centro de control de la ciudad. Necesitaban acceder a los datos de energía y al sistema de seguridad para comprender mejor las intenciones de Apexir y encontrar una forma de detenerlo.

—¿Qué crees que está buscando? —preguntó Evan, con la voz entrecortada por la adrenalina.

Maya, concentrada en su portátil, no apartó la vista de la pantalla.

—No estoy segura, —respondió, con un tono serio en su voz— pero los datos indican que está generando un campo magnético enorme. Podría estar tratando de alterar el clima o crear un escudo de protección.

—¿Un escudo? ¿De que quiere protegerse? —preguntó Evan, confundido.

—No lo se. Tal vez haya algo que lo amenace o quizás esta tratando de demostrar poder. Pero solo son teorías —respondió Maya, mientras sus dedos volaban sobre el teclado.

De repente, un estruendo ensordecedor sacudió el vehículo, haciendo que las ventanas vibraran y las sirenas de alarma aullaran en la distancia. Apexir había rugido nuevamente, y su presencia se sentía cada vez más cerca.

—Te-tenemos que llegar al centro de control ya —dijo Evan, nervioso, pisando a fondo el acelerador.

Finalmente, llegaron al imponente edificio de neón que albergaba el corazón tecnológico de la ciudad. Evan estacionó el auto a toda prisa y ambos científicos se apresuraron hacia el interior. El lugar estaba desierto, salvo por algunos guardias que ya estaban siendo evacuados a las zonas seguras.

Maya condujo a Evan hacia una sala de control repleta de monitores que mostraban imágenes en tiempo real de la ciudad. La vista era aterradora: Apexir emergiendo del agua, creando olas gigantescas que amenazaban con inundar la costa. Los edificios temblaban y las calles estaban llenas de escombros.

—Las autoridades están evacuando las zonas costeras —dijo Maya, observando las imágenes con una mezcla de horror y determinación—. Pero necesitamos saber qué está planeando Apexir.

Maya se sentó frente a una de las computadoras, sus dedos moviéndose con rapidez sobre el teclado. Accedió a los archivos más confidenciales del sistema de seguridad, buscando pistas que pudieran revelar las intenciones de la criatura.

—No sabia que fueses experta también en informática —dijo Evan, mientras veía a su compañera trabajar.

—En este trabajo, debes estar preparado para todo.

De pronto, un mensaje de alerta apareció en la pantalla. Un equipo de científicos de la base submarina Nova-1 reportaba una actividad inusual en las profundidades del mar.

—Esto podría ser lo que busca Apexir —dijo Maya, sus ojos brillando con un nuevo indicio de esperanza—. Tenemos que ir a la base submarina.

—Con esta tormenta y el monstruo acercandose.

—¿Tienes una idea mejor?

Evan se resigno. Sabía que Maya tenía razón: La clave para detener a Apexir podría estar en el fondo del océano.

—Vayamos —dijo Evan, con una determinación renovada en su voz.

Apexir SupremaciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora