|| XIV ||

1K 46 1
                                    

Sentía una presión en mi pecho, estaba sentada en mi cama observando mi anillo. Estaba temblorosa y asustada después de la charla con mi padre ese tema no podía salir de mi cabeza, era obvio que papá sospechaba algo pero tenía miedo de hablarlo y que no lo aceptara, después de todo ya había aceptado casarme con ellos, en donde y cuando no lo sabía pero lo haría.
Mi celular no dejaba de vibrar recibiendo mensajes de los chicos diciendo que mi padre les había agradado bastante y si podíamos vernos más tarde, ahora mismo no tenía cabeza para eso.

Tenía que hablar de todo con Dalton y mi padre, tenía que hacerlo y dejar de sentirme como si me ahogara.

Guarde mi anillo en el bolsillo de mis jeans cuando tocaron la puerta.– Entra. –Hable.

Dalton me sonrió cuando me vio, le sonreí tratando de aparentar que todo estaba bien, cerró la puerta detrás de él sentándose enfrente mío.

–Feliz Navidad. –dijo.

Reí.– Feliz navidad a ti también.

–¿Podemos hablar, Vega?

–Eso hacemos Dalt. –Volvió a reír.

El sonrió nervioso y asintió.– Ne refiero a algo más serio.

Asentí.– Yo también quiero decirte algo.

Suspiro y rasco su nuca.– Pues como llegue antes empiezo yo –Ambos reímos.–. Debo decirte algo –Ahora sonrió con una emoción enorme.–, eres mi mejor amiga y quiero que seas la primera en saberlo.

Lo observé confundida al verlo sacar unas llaves y agitarlas enfrente mío.

–¿Unas llaves? –Hable.

El asintió varias veces.– Le propuse a Marian que viviéramos juntos, rentamos un departamento cerca de la universidad y por fin logramos tener todo.

–¿Enserio? –Pregunte feliz, el volvió asentir.–, Dalt estoy muy feliz por ti. Felicidades.

–Gracias –Suspiro.–. Ella es la chica correcta Vega, es perfecta, cada que la veo me pone muy feliz, me anima demasiado y esto es un paso muy importante para nuestra relación por eso quería que supieras, porque tu eres igual de importante para mi.

Eso fue como sentir un golpee horrible en el estómago.– Tu también eres muy importante para mi Dalt.

–Bien, tu turno, ¿qué querías decirme?

–Estoy trabajando en una tienda de vinilos. –Fue lo único que pude decir, sabía que ahora mismo arruinaría su felicidad si de la nada le soltaba una notica mucho más grande que la suya.

–¿De verdad? –Trataba de no reír.–, ¿por qué no me dijiste antes?

–Por qué soy una fotógrafa trabajando en una tienda de vinilos y puede ser vergonzoso no tener un empleo que vaya con mi carrera.

Eso bastó para que el soltara una gran risa.– ¿Enserio por eso no me dijiste? –Me encogí de hombros.–, Vega eso no es vergonzoso, es algo muy bueno. Mírame a mi, por lo menos tú tienes un empleo yo no tengo ni uno –Sonreí.–. Es bueno saberlo porque tal vez así puedas regalarme algo de esa tienda.

Negué riendo.– No lo creo amigo mío.

–Está bien, por lo menos lo intente. ¿No más secretos?

–No más secretos.

[...]

Toque la puerta de la habitación de mi padre.

–Saldré con Max. –Le susurre cuando abrió.

Sonrió y asintió.– No llegues más allá de las seis de la mañana o si no te pego.

Abstracto | +18 | (Versión 2018)Where stories live. Discover now