Deimos, El rey que se lo lleva todo ©

CAPITULO FINAL

REDENCIÓN Y GLORIA.

Deimos listo para la guerra, Poseo a la espera de su llegada para realizar su cruel acto y todo el pueblo del Monte Olimpo atento a lo que se viene.

Un día soleado en la tierra, un día perfecto para matar dioses a gusto, Deimos agrupa a su gente fuera del reino de Poseo a la espera del comienzo de la guerra que definiría la vida de estos dos reyes y el destino de los dos mundos.

El ejército ataca derribando las puertas principales y comenzando la guerra definitiva, dioses contra hurias, muertos y bestias, una guerra sin igual, la principal guerrera de las hurias atrapa y asesina a la esposa del rey Aurea quedando solo una amenaza mayor, el rey.

Deimos encuentra a Poseo y a Penélope con él, desesperado Deimos ataca al rey pero sin poderes la batalla con el rey es inútil.

—Déjala, ella no tiene nada que ver en esto— Suplica Deimos.

—El sentimiento entre ustedes se acabó— Dice Poseo sonriendo.

Apuñala a la princesa con su espada en el estómago frente a Deimos desatando una furia en el rey del inframundo haciendo que éste libere su poder interno de dios del universo equilibrando la batalla.

Deimos y Poseo protagonizan la batalla entre dos mundos, sabiendo que ya nada importaba con Penélope “muerta” Deimos solo pelea por sí mismo.

La pelea entre los dioses se vuelve reñida pero simplemente el empuje por la muerte de Penélope y la furia que lo invade Deimos logra azotar al rey Poseo dando así un golpe de gracia en él haciendo que se venga abajo junto a su reino.

Deimos logra derrotar a Poseo y antes de matarlo dice:

—Esto, es por mi madre— Dice Ahorcando al rey Poseo.

Con el rey muerto las tropas y dioses griegos caen ante semejante suceso haciendo que el Monte Olimpo se venga abajo y las tierras del mundo le pertenezcan al rey malo.

—¡PENÉLOPE!— Dice Deimos.

Corre hacia ella pero ya es demasiado tarde, se arrodilla y se quebranta ante la despedida de su princesa.

—Deimos, sé que no eres un ser maligno como pensabas que eras, eres un buen rey y espero que puedas crecer aún más como un ser bueno, todo este tiempo siempre pensé que nunca me fijaría en un monstruo como tú, pero al conocerte me di cuenta que estaba realmente equivocada y siempre me hiciste saber lo mucho que me querías y lo valiosa que soy para ti, por eso me enamoré de ti, estaré en tu corazón por siempre Deimos— Confiesa Penélope con sus últimos alientos.

Deimos sin poder asimilar la partida de Penélope pide ayuda a las hurias para que lo ayuden a salvarla de la muerte permanente, Deimos no puede soportar otro fallecimiento de un ser querido y comparte su poder con la medicina de las hurias para hacer que vuelva a la vida la princesa.

—¡PENÉLOPE NO TE VAYAS, QUEDATE CONMIGO!— Envuelto en lágrimas Deimos suplica.

Hasta que la princesa abre los ojos regresando así a la vida como un destello de luz en la oscuridad.

—No quiero que estés en mi corazón, quiero que estés aquí conmigo por siempre y para siempre.

Tras la caída del rey Poseo, Deimos y Penélope serían los nuevos reyes del Olimpo y del inframundo.

Deimos propone unir a los dos mundos en uno solo para poder prosperar y adaptarse al respeto mutuo entre bestias, humanos y dioses comenzando una nueva vida, la vida que tanto deseó, siendo el rey supremo del mundo y con su preciada y amada princesa Penélope. Afirmando su nombre;

DEIMOS, EL REY QUE SE LLEVA TODO.