Capitulo 24

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Cuando Luo Ji se despertó en el hospital, todo su cuerpo estaba conectado a innumerables cables y rodeado de instrumentos médicos fríos. El médico al lado de la cama se inclinaba para mirarlo, con una expresión de alivio en su rostro. Luo Ji levantó lentamente la mano que sostenía la aguja. El médico quería detenerlo, pero Luo Ji lo detuvo con la mirada.

Luo Ji se quitó lenta y laboriosamente la máscara de oxígeno, tosió dos veces y preguntó en voz baja:—¿Qué está sucediendo?

—El chef ha sido encarcelado. Nadie más se atreve a actuar precipitadamente. Sólo está esperando que lo interrogues.

Luo Ji asintió casi invisible, luego levantó los ojos con gran esfuerzo para mirar a su alrededor. Después de mirar alrededor de la cama vacía del hospital, mostró una mirada ligeramente decepcionada. El médico probablemente sabía lo que estaba pensando y no pudo evitar toser:—Bueno... Señor Luo, hay algo que no sé si decir o no...

Luo Ji permaneció en silencio.

El médico creyó que asentía y susurró:—Señor Luo, creo que es mejor que tenga un poco más de cuidado con ese joven llamado Lin Feng. Tal vez sea solo mi malentendido, pero no parece ser tan amable como dijiste. Al contrario, a veces parece extraño, incluso aterrador... Sabes, yo era médico forense antes de servirte y he visto muchos criminales extremadamente viciosos. Siempre hay un olor familiar a sangre en ese joven, lo que me hace pensar que no es tan simple.

El médico le dio a Luo Ji una mirada perezosa y vio que no tenía expresión, por lo que no pudo evitar decir: —Por supuesto, si adoras a un joven hermoso y confías demasiado en él, puedes caer en una trampa terrible...

—No confío demasiado en él—Luo Ji dijo de repente con calma.

El médico inclinó la cabeza respetuosamente.

—Sólo quiero que viva una vida feliz. Fue traicionado por sus familiares. No confía en los demás, es muy sensible y se lastima fácilmente. Como él no podía soportar la más mínima sospecha, al menos tenía que aparentar que no había ningún peligro para él. —Luo Ji suspiró:—Es como quitarle a un gatito recién nacido a su madre gata. El gatito estará muy alerta y temeroso. Incluso si te araña en este momento, debes actuar como si no te importara en absoluto. Porque mientras reacciones un poquito, él pensará que lo vas a lastimar. Incluso si haces todo lo posible para complacerlo de ahora en adelante, nunca volverá a acercarse a ti.

El médico no pudo evitar interrumpirlo: —¡Pero señor Luo, realmente no creo que sea tan simple! Puede que lo que recogiste no sea un gatito, sino un cachorro de tigre que aún no ha crecido.

—... Entonces trata ese sentimiento como una ilusión.

El médico inclinó pesadamente la cabeza delante de la cama:——Lo siento mucho, señor Luo, pero como subordinado de la familia Luo, no puedo fingir estar ciego ante las cosas que pueden lastimarlo. ¿Sabes? Alguien vio a Lin Feng salir del hospital mientras dormías. Regresó solo a la casa de la familia Luo y no se sabe lo que estaba haciendo. Si realmente se preocupara por ti, ¿Cómo podría no estar en este momento?

—No importa,—Luo Ji lo interrumpió ligeramente. —Por lo general, la culpa es del dueño si le disgusta su propio animalito.

El médico quería decir algo con urgencia, pero en ese momento la puerta de la sala se abrió, Lin Feng entró y cuando vio a las dos personas hablando, reflexivamente dio un paso atrás.

—Lo siento, ¿Te molesté?

Luo Ji miró más allá del médico y saludó suavemente a Lin Feng: —Está bien, ven aquí y déjame mirarte.

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