Capítulo 134

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La sopa de abadejo seco con muchas guindillas picadas estaba deliciosa, fresca y un poco picante. No le puso guindillas a la de Hangun porque pensó que quizás no le gustara lo picante. Viendo cómo movía constantemente su cuchara, seguramente no le pareció desagradable de comer. La comida transcurrió en silencio, solo se escuchaban ligeramente los sonidos de las cucharas y los platos chocando entre sí.

"Tu hijo... ¿Está mejor? Parecía que estaba muy mal."

Yeha preguntó preocupado. Mientras desgarraba el abadejo seco, recordó por qué había bebido tanto esa noche. Hangun. Su hijo. El omega que se parece a él. Era una pregunta que había estado dudando en hacer durante mucho tiempo.

"Sí. Ahora está bien."

Respondió Hangun.

"Así es... que alivio."

Yeha asintió con la cabeza, aunque no parecía estar aliviado en absoluto.

"La sopa está deliciosa. Aunque no he bebido alcohol, me siento como si estuviera curando una resaca."

Esta vez fue Hangun quien rompió el silencio.

"Jaja... ¿sí? Lo hice con prisa pero, ¡que bueno que sepa bien!"

Yeha sonrió incómodamente. No, maldita sea. ¿Qué hay de positivo para estar tan aliviado? No hay absolutamente nada que celebrar. Masticó con fuerza un trozo de abadejo seco. Aunque tenía las mejillas pálidas, estaba agitándolas, mientras comía y hablaba, como si quisiera que les ponga atención. Hangun mordió su labio inferior con firmeza. De lo contrario, parecía que iba a besarlo caóticamente en todo su hermoso rostro. Enjuagó su boca con agua fría para reprimir sus deseos.

"¿Tienes alguna pregunta?"

"¿Eh?"

"Sé que tienes preguntas que quieres hacer. Pregúntalas."

"..."

Hangun estaba notablemente tranquilo para alguien que se supone iba a ser interrogado. Yeha dejó los cubiertos en reposo mientras comía su tortilla de huevo. Aunque era un poco incómodo para preguntar mientras comían, no quería postergarlo más. Las cosas tienen que concluir de alguna manera. No quería desperdiciar más tiempo dando vueltas.

"¿Está casado?"

Fue una pregunta directa para empezar. Sin embargo, Hangun respondió sin titubear.

"No."

"Oh... ¿Y el hijo del Sr. Choi Hangun es su hijo biológico?"

"Sí."

"Entiendo... ¿Es un alfa?"

"Sí. Es un alfa."

Las respuestas concisas ofrecieron información clara y sin ambigüedades. Yeha tragó saliva nerviosamente.

"Así que... tu hijo, lo concebiste con un omega..."

"Sí, eso es correcto."

Yeha se sorprendió con la revelación que tanto temía. Oh, ¿cómo diablos Hangun había encontrado a un Omega, que es una rareza, y creado un hijo alfa? La ira y la confusión lo invadieron simultáneamente.

"Pero dijo que nunca tuvo una relación romántica antes."

"Sí, nunca lo he hecho. Nunca te mentiría, Sr. Kang Yeha."

Hangun sonrió amablemente y añadió otra mentira. Todo era una actuación llena de mentiras. ¿Y qué importa eso? Si la obra de teatro tiene a Yeha como protagonista, ¿no debería tener un final feliz para él? Él sería el coprotagonista, el secundario, el cómplice y el villano en pos de la felicidad de Yeha.

░E░l░ ░ú░l░t░i░m░o░ Ω░Where stories live. Discover now