El bosque de los secretos

Viaje en busca de respuestas

Alicia

Poco después, llegaron los demás, alterados. Intercambiamos ideas y posibles teorías de por qué nos estaban buscando.

- ¿Y si Jacob tiene razón? ¿ Y si por alguna razón, Dan reina en un reino lejano y manda a esos hombres a buscarnos? -pregunté-

Todos se quedaron callados, pensando. 

- Pero si así fuera, ¿Cómo puede ser malvado? - preguntó Derek- Lo conozco desde infantil, es un trocito de pan.

- A lo mejor lo han manipulado -dijo Mónica-

- ¿ Y cómo llegó a reinar un reino? -preguntó Mayden-

- Sabemos todos lo mismo -dijo Emma-

Asentí. Nos quedamos en silencio durante un rato.

- ¿Nos dirigimos a su reino en busca de respuestas? Si no es, pues bueno, viaje que nos hacemos - propuse-

- Buena idea -dijo Emma mientras chocábamos puños-

Emma sacó el mapa que encontró en el sótano del primer hotel en el que estuvimos. 

- Vamos a preguntar a gente -dijo Mónica-

- ¿Y qué les decimos? ¿Dónde reina un rey corrupto? -dijo Mayden-

- No, coño. Un rey que se ha puesto al mando hace poco, con una máscara y es corrupto -dijo Derek rodando los ojos-

Decidimos poner en marcha nuestro plan de inmediato, no teníamos tiempo que perder. Nos  preparamos para partir hacia el reino donde supuestamente reinaba Dan. A pesar de todas las dudas y teorías que teníamos en mente, estábamos decididos a encontrar respuestas y averiguar el misterio que nos esperaba. 

Al salir, sentí un cosquilleo en mi barriga de la emoción. Nunca sabes que sorpresas te podrás encontrar por el camino. Nos pusimos a preguntar en las calles del pueblo en busca de información. Mónica se acercaba a los habitantes con una sonrisa amable, haciendo preguntas cuidadosamente formuladas para no levantar sospechas. Los demás la seguimos de cerca, manteniéndonos alerta por si surgía algún problema.

No tardamos mucho en averiguar el reino donde supuestamente se encontraba Dan, pues todos eran marineros y sabían casi de todo.

Con cada conversación, la sensación de incredibilidad se hacía más fuerte. ¿Qué había llevado a Dan a convertirse en un villano tan de repente? ¿Y por qué nos estaban buscando a nosotros esos tipos? ¿Dan los habrá mandado? ¿Dan sabe que estamos aquí?

Empezamos a preguntar a la gente, ya que, por razones desconocidas, la gente del pueblo estaba en la calle hasta de madrugada.

Según nos indico un individuo, el reino en el que se encontraba Dan se llamaba "Verdehumo".

Emma sacó su mapa y buscó el lugar. 

- Nosotros nos encontramos aquí -dijo, señalando con el dedo a un rincón del gran mapa- 

Trazó una línea bastante larga hasta un reino lejano. 

- ¿Cómo ha llegado tan rápido? - pregunté-

- A lo mejor hay más de un portal - dijo Mónica-

Mi mente estaba llena de preguntas sin respuesta. La idea de varios portales era interesante y bastante posible de que sea cierto. ¿Qué más secretos guardaba este mundo desconocido? Nos dispusimos a seguir preguntando. Esta vez, sobre alguien que nos pudiera llevar. Después de buscar un buen rato, nos encontramos con un grupo de comerciantes. Mónica, cuidadosamente, les preguntó:

-  Necesito llegar a Verdehumo. ¿Conocéis a algún guía?

 Los comerciantes intercambiaron miradas nerviosas antes de murmurar entre ellos. Finalmente, uno de ellos se acercó a nosotros con una expresión cautelosa.

  - No es seguro adentrarse en el reino sin una guía adecuada -dijo uno de los  comerciantes en voz baja-. Pero conozco a alguien que podría ayudaros. Sin embargo, llevará tiempo encontrarlo y convencerlo de que os acompañe.

Les dimos las gracias y nos dirigimos hacia el hotel. Cuando entramos, dijimos de ir mañana, ya que ahora, por la madrugada, estaríamos agotados. Me lanzé a la cama, agotada.

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Nos levantamos y desayunamos a toda prisa. Si Dan ahora era malvado, teníamos que llegar hacia el y detenerlo. 

Bajamos al supermercado de enfrente (si, hay supermercados, para mi sorpresa). Compramos medicina, agua y comida para el largo viaje. 

Caminamos durante un largo rato hasta que por fin llegamos a las afueras de Celestia.A medida que avanzábamos por el espeso bosque, sentía la tensión aumentar a cada rato. Las ramas retorcidas y las duras raíces de los troncos parecían conspirar contra nosotros. Aunque era de día, el sol apenas lograba filtrarse a través de los grandes árboles.

-Llevamos caminando durante horas, ¿Seguro que no estamos dando vueltas en círculos? -se quejó Mayden- 

- No lo sé, estamos intentando que no -dijo Derek algo molesto-

- ¿Por qué no dejáis de discutir de una vez? - dijo Mónica rodando los ojos-

Derek

Mi atención se desvió por un momento hacia el resplandor de un rayo de sol que se filtraba entre las ramas, y ese fue mi error. Tropecé con una enredadera que parecía haber surgido de la nada y caí de boca, sin embargo, frené la caída con las manos. La enredadera, con una fuerza feroz y una rapidéz increíble, se aferró a mi tobillo y me llevo para atrás. Intentaba desesperadamente salir de ahí deshaciendo el nudo con las manos pero en cambio se hacía más fuerte y me enredaba más, al punto de estar inmovilizado. Sus espinas me raspaban el cuerpo dolorosamente.

Entonces, olí un olor fétido, que por un momento me hizo olvidarme del dolor que sentía, y un escalofrío recorrió mi espalda cuando miré hacia abajo y vi lo que había. Una flor carnívora gigante y apestosa se alzaba desde el suelo, con sus enormes hojas verdes temblorosas y sus dientes afilados como cuchillas brillando a la luz del sol.

El tiempo parecía ir a cámara lenta mientras la planta carnivora se inclinaba más cerca de mí, sus dientes brillando con un hambre feroz me daban escalofríos, supe que si no encontraba una manera de liberarme pronto, sería su próxima comida.

Alicia corrió hacia mí mientras le gritaba que se alejara. Las enredaderas que salían de las hojas de la flor salieron disparadas a por ella. Mayden la empujó y las enredaderas la capturaron a ella, que terminó boca abajo cerca mía.

Mónica empezó a buscar algo con que cortar las enredaderas y liberarnos, o al menos, herir a la gigantesca flor.

Alicia

Mónica, Emma y yo empezamos a buscar algo con el que herir a la flor, pero, como era de esperar, no había nada más que ramas o piedrecitas. Intentamos tirarle lo primero que viéramos  pero ni se inmutó.

Inhalé profundamente, tratando de ignorar el miedo que sentía, aunque es difícil cuando tu novio y tu mejor amiga están a punto de ser devorados. Por si no fuera poco, el fétido aire de la planta me hacía marearme. Las enredaderas nos perseguían para atraparnos también, pero no eran lo suficientemente largas. Nos paramos en un rincón hasta que las enredaderas no podían estirarse más. 

La flor no nos iba a dejar acercarnos. ¿Qué hago?

Créditos a Emmaxxds por corregir las faltas😚