Memories de una vida (FreenBecky)

Una promesa, un perdón y un amor

Y estábamos juntas a pesar de la fría noche y solo queda un cita más, para terminar con esto

El tiempo avanza y eso significa que,  acaba.

- Freen - dice ella y la miré.

Sus ojos brillaban y las lágrimas fluían.

- Perdoname - susurró, no dije nada, sabía que era su turno de hablar.

Nunca pregunté. Conozco muy bien a la chica que está a mi lado. Lo sé todo sobre ella, la conozco más de lo que ella misma se conoce

- Jamás pensé que encontraría a la persona perfecta - sonreí - Nunca pensé que sería capaz de amar a alguien tanto como te amo a ti.

Lo sé, cariño. Pensé.

- Hay tantas cosas que hemos pasado juntas, tantas experiencias y sentimientos. Cada uno de ellos tiene su propio valor.

Suspiré tan pronto como escuché eso.

- Desde el momento en que te conocí hasta el día que te dejé - siento mi corazón romperse. - Siempre te he amado.

Lo sé, no hay forma de que dudara de eso.

- La comunicación de nuestra relación fue asombrosa, nuestro vínculo es tan fuerte que no se necesitan palabras - dice ella y yo afirmo - Sé que lo sabes, te conozco, sé que lo sabes todo, pero aún tengo que hablar contigo.

Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

He estado sufriendo durante mucho tiempo y ahora ya no está. No, después de descubrirlo.

- Cuando finalmente me di cuenta de lo que había hecho, ya era demasiado tarde - negué con lágrimas en los ojos - Fue así, Freen. Pero ya no quiero irme.

Mi corazón latía rápido y me faltaba el aire.

- Fueron cinco años, Freen - dijo y tocó mi mano - Sabes que no iba a tirar cinco años por la borda, ¿cierto?

Asentí, lo sé.

- Cada vez que hablábamos de cosas que queríamos en el futuro... - limpió sus lágrimas. - Lo deseaba con ansias, lo quería ya, y ahora.

Reímos ambas.

- Sin embargo, no podemos obtenerlo todo, Freen - suspiró y me miró - Al menos, no todo lo que teníamos planeado hasta el momento.

De repente hubo una ráfaga de viento frío.

A pesar de la oscuridad, pude ver lo brillantes que eran sus ojos.

- Fui tonta y cobarde - dice ella y niego una vez más - Lo fui.

- Becky... - quise detenerla.

Levantó la mano para indicarme que permaneciera en silencio, y así lo hice.

En esta etapa, sé lo que sucederá y no estoy lista para escucharlo salir de su boca.

- Lo sé, ya lo sabes, mi padre se tomó la molestia de decírtelo - confirmó.

La mire atentamente, aquel hombre, su padre vino a mi y me lo hizo saber

- Yo no quería que eso sucediera - dijo frustrada - Debí guardármelo para mí - lloró fuertemente - Pero incluso en esto soy débil.

Me acerqué a ella y la abracé con fuerza.

- Cuando hablaste de tener hijos, tenía muchas ganas de hacerlo - dijo sin mirarme - Pero no tanto como tú - me miró y sonrió - Cada vez que lo mencionabas, tus ojos brillaban de felicidad y me emocionaba - dice mientras otra lágrima cae.