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Asomo su cabeza por el costado del sillón, observando el diminuto cuerpo de quien ahora sería su hermano menor.

—No tengas miedo, Sasaki. Puedes ver. —su madre hablo. La azabache rodeo el mueble quedando frente a ella.

—Es varón.

—Se llama Satoshi.

Sus ojos brillaron cuando el bebé abrió sus párpados enfocándose en ella. Acercó lentamente su mano y uno de sus dedos fue atrapado por él.

—¡Mira, mamá! Satoshi tiene mi dedo.

—Le agradas —la mayor sonrío—. Deben llevarse bien desde ahora, estoy seguro que te admirara por ser su hermana mayor.

—¿De verdad?

Saeko asintió—. ¿Tu lo cuidarás?

—¡Si! Jugaremos juntos. ¡Cuando me vuelva un héroe lo protegeré! ¡Lo prometo!

Su madre soltó una pequeña risa. Sujeto a su hijo con firmeza—. ¿Quieres cargarlo?

—¿Y si se cae? No quiero lastimarlo.

—Tranquila. Te enseñaré como es.

El pequeño Satoshi pasó de los brazos de su madre hasta ella. Saeko acomodo los brazos de Sasaki en la posición indicada y se alejo un poco.

—Oh... Es muy pequeño, pero pesa mucho. —dijo ella.

—Apenas tiene unos meses, es normal que lo sientas pesado en tu posición. 

—Hola, Satoshi —hablo la hermana—. Soy Sasakii y desde ahora seremos hermanos. ¿Te gustan los dinosaurios? Tengo varias películas de ellos.

El bebé vio con curiosidad el rostro de la chica, ella mostró una amplia sonrisa. Él soltó una risa que puso alegre a la azabache.






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Observo como su hermano; ahora de dos años, jugaba con unos bloques, ambos estaban en el jardín delantero. Sasaki le paso un bloque en forma de estrella.

—Esta es una estrella, son las que brillan en la noche. ¡Hay millones de ellas!

—Estela... —balbuceo el bebé, aun no hablaba con claridad. Pero se notaba emocionado.

—Sasaki.

—¡Aquí, mamá!

Saeko salió de la casa acompañada de su esposo, ambos portaban sus trajes de héroes. La mujer se acercó a donde estaban.

—Sasaki. Papá y yo debemos salir.

—¿Salir? ¿A donde?

—Nos necesitan, cielo. Debemos derrotar un villano, ¿puedes quedarte con Satoshi unas horas?

—Si, pero...

—La niñera esta dentro —su padre hablo—. Si necesitan algo pídanle a ella. Volveremos pronto, ¿bien?

La menor apretó sus labios—. ¿No puede ir alguien más?

—Lo lamento, cariño —disculpo Saeko—. El trabajo es especial sabes que papá y mamá son muy fuertes.

—Hum.

—No te desanimes. Comeremos un festín cuando volvamos, y haré tu platillo preferido. ¿Esta bien?






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La batalla llevaba cinco minutos de lo mismo. Cuando Bakugo hizo la pregunta ella se congelo, aprovechando eso para tirar una explosión contra la chica y alejarla.
Sasaki estaba cegada, no pensaba claro y por eso lanzaba golpes al aire y la ráfaga fuera contra Katsuki. Pero él las bloqueaba con explosiones. Aunque eso no evitaba que el resto no sintieran nada, eran sacudidos por el fuerte viento que creaban entre los ataques.

𝑇𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑣𝑎𝑟𝑒 | 𝘽𝙉𝙃𝘼Where stories live. Discover now