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La puerta de su habitación fue abierta y como un rayo, alguien se lanzó sobre su cuerpo. Ahogo un grito de dolor, bajo la mirada hasta la pequeña figura sobre ella.

—Tranquilo. Estoy bien...

—¡Nada esta bien, estas herida! ¡Dijiste que no ibas a dejarme! —su hermano derramaba lágrimas a mares.

—Oye, lo cumplí. Sigo aquí, contigo. Ya deja de llorar. —separo su cuerpo del suyo y limpio el resto de lágrimas que caían por sus mejillas.

El pelinegro hizo un puchero, esquivo los brazos de la chica y volvió a abrazarla. Ella contuvo otro gemido, estaba sobre su herida.

—Satoshi. Tu hermana debe recuperarse, no lastimarse más.

—Esta bien, sensei. Déjelo —con uno de sus brazos rodeo el cuerpo del menor—. ¿Como están los demás?

—Se encuentran bien. Nadie herido de gravedad, excepto Aizawa y Trece. Pero se pondrán bien, los veré luego.

—Que alivio... —ella suspiro.

—Pero debemos hablar sobre Akuma.

Sasaki mantuvo la mirada baja, acaricio la cabellera de su hermano, quien se había dormido de la nada.

—Lo sé.

—Envenenó tu cuerpo, de esa forma no podías moverte cuando te atacó. Ya enviamos la sustancia a un laboratorio para que lo analizarán, tiene cura. De hecho, ya está corriendo por tu cuerpo.

Toshie señaló la intravenosa que estaba en su brazo.

—Gracias...

—Te dejaste llevar. Y por eso fallaste.

—Lo sé. —murmuró la chica.

—Hablamos de esto, Sasaki. No dudar y siempre mantener la calma. No seguiste esas dos cosas y por eso se metió en tu cabeza, sabes que lo que sucedió no fue tu culpa.

—¡Pero si lo fue! Si no hubiera estado allí, ambos habrían peleado como se debe y no estarían muertos. Es mi culpa.

—Eras una niña que solo quería a sus padres. Eso es todo. Nadie tiene la culpa de nada.

—Pero él si. Mato a nuestros padres y lo pagará. La próxima vez no dudaré, acabaré con su vida y mis padres podrán descansar en paz.

La rubia suspiro. Camino hasta su alumna y tocó su cabeza—. Dije que te apoyaría siempre y lo haré. No será un camino fácil.

—Eso lo se bien.

—Le quitaste un brazo, eso nos dará oportunidad de acabar finalmente con él. Lo hiciste bien, Sayuri.

—La próxima lo haré mejor. Lo prometo —aseguró la joven. Bajo la vista hasta su hermano—. No dejaré que se acerque a mi familia. Voy a protegerlo.

—¡Cuenta conmigo! No olvides que esta protegido por toda mi agencia. —Toshie se autoseñalo.

La azabache asintió. Satoshi se removió sobre su cuerpo, levantó la cabeza y pasó una mano por sus ojos. Ambas vieron al menor que miraba su alrededor.

—¿Que paso?

—Lloraste tanto que te dormiste. —contestó su hermana.

—Ah. ¡Ah! ¡Onee-san, estas herida! —el pelinegro volvió a abrazarla. Una gota de sudor bajo por la sien de la Kirenai.

—Los dejaré descansar. Iré a ver como estas esos ancianos. Volveré cuando te den de alta. —Toshie salio de la habitación.

Les dice ancianos y ella tiene como cincuenta... —pensaron los hermanos.

𝑇𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑣𝑎𝑟𝑒 | 𝘽𝙉𝙃𝘼Where stories live. Discover now