David y Amelie

19. Safe and Sound

David

Ha sido un largo periodo escolar repleto de tareas complejas por realizar. Cuando Amelie regreso a clases, más o menos a principios de noviembre, los cómplices de Verónica también finalizaron su periodo de suspensión. El primer día estuvieron tranquilos y no causaron ningún problema a los demás. No obstante, conforme pasaron las semanas, volvieron a sus malos hábitos.

Comenzaron saboteando las clases con sus ridículos chistes dirigidos a las personas que se equivocaban en sus respuestas. Algunos profesores los ignoraban, mientras que otros les llamaban la atención, aunque solo lograban detenerlos por unos minutos. También solían realizar faltas secundarias, como usar el celular en secreto o correr por los pasillos, pero no presentaban un gran problema porque igualmente no perjudicaban a nadie.

A pesar de que parecía que el ambiente en la escuela volvería a malograrse, los estudiantes de nuestro curso se esforzaron para evitarlo. Decidieron que, en los descansos, los grupos de amigos se reunirían en un mismo sitio para protegerse mutuamente en caso de que alguien viniese a molestarlos.

El ambiente por allí es muy chévere. Me la he pasado junto a Amelie, Jaiden e Isabel, y me han dicho que se sienten cómodos en ese lugar. Incluso hay ocasiones en las que las personas de otros grupos se nos unen. Siempre es un placer recibirlos. Especialmente porque los invitados que hemos tenido nos han tratado con respeto. Creo que mi favorito ha sido Dennis, quien suele traer algún juego de mesa para que pasemos un buen rato.

Por supuesto, no siempre podemos permanecer en esa zona del patio, ya que hay veces en las que preferimos ver un partido en la cancha o comer nuestra merienda en el comedor. En esos casos, el protocolo es cuidarnos entre nosotros y evitar que las palabras de los abusadores nos hieran. Después de todo, lo único que sale de su boca son babosadas que usan para aterrorizarnos y creerse superiores. Pero, gracias a que vamos reunidos con amistades confiables, podemos ignorarlos e insultarlos de vuelta para darles su merecido, o al menos eso es lo que hace Amelie si se pasan de la raya.

Por otro lado, el curso ha demostrado ser muy efectivo al informar a los maestros sobre cualquier víctima de acoso escolar. Un día, Rafael comenzó a amenazar a Sergio con golpearlo si no le hacía la tarea de matemáticas, quizás por querer convertirse en el nuevo Jorge y establecer un régimen similar. Sin embargo, sus intentos fracasaron rotundamente. Sergio compartió la situación con sus amigos, quienes luego le informaron a los profesores. Como resultado, Rafael fue suspendido durante dos semanas más. Lo más destacado es que después de ese incidente, no se han vuelto a presentar casos similares, lo que sugiere que ya no debemos preocuparnos por el matoneo.

Ojalá que la tranquilidad en el colegio siga en pie cuando Jorge y Verónica vuelvan en enero. Espero que esa pareja no retorne con un plan de venganza que arruine nuestras vidas. Aunque he escuchado que supuestamente sus padres los cambiaran de escuela, si es así, todo continuara estando bien.

Lo que más me ha gustado de estas semanas es que he compartido muchísimo tiempo con Amelie. Todas las tardes voy a su casa, o ella viene a la mía, para hacer tareas juntos. No importa si son actividades individuales o grupales, siempre optamos por vernos para volver la experiencia más entretenida. Solemos escuchar buena música mientras resolvemos las dudas del otro, charlamos sobre la vida, disfrutamos de un aperitivo o descansamos viendo alguna serie de anime. Actualmente, estamos viendo Kyoukai no Kanata y me ha gustado.

Pero hoy ha llegado el momento de introducir un cambio en nuestra rutina. Las vacaciones de diciembre ya están aquí, y he organizado un viaje con la ayuda de Isabel para cumplir el sueño de Amelie. Recuerdo que, después de nuestra cita, pasé horas investigando todos los bosques que se encuentran en la isla. Sabía que no podía elegir uno cualquiera; debía ser el más grande y fantástico de todos para que la experiencia fuera verdaderamente memorable.