Hotel del amor

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Sakura y Naruto tenían tres hijos, ya eran suficientes mayores para darse cuenta de que significaban ruidos fuertes que salían de la habitación de sus padres, por eso tuvieron la idea de ir a un "Love Hotel"

Sakura no apoyaba mucho esa idea, pero estaba cansada de contener sus gemidos, porque sus hijos se habían quedado con ellos dos meses de vacaciones, sin darles espacio

Los dos se escaparon en medio de la noche a escondidas, la alarma, las entradas bien cerradas, la mujer revisó cuatro veces y habían invitado a la madre de Sakura a dormir para que quedará un adulto en la casa

Sería rápido

Aún así, la mujer no estaba muy segura de lo que hacían, su esposo estaba abierto hacerlo siempre y cuando sus hijos estuvieran a salvo

La peli-rosa alzó su cabeza para ver el gran edificio con un letrero con luces de neon, alrededor había personas que podían considerarse de la noche, había cosas que no gustaba de distinguir y no le ponía atención, hacía mucho que no salía en las noches o tenía un turno nocturno en el hospital como para estar familiarizada. El oji-azul la guío hasta el interior del hotel.

Sakura se puso detrás de él, lejos de roces y la vista de los presentes, el rubio pagó por la habitación y la llevo al elevador

Ella estaba intranquila, no quería que la vieran o compartir el elevador y por suerte así fue, Naruto la volteó a mirar y le sonrió, se veía confíado y natural, llegaron a su piso y habitación

El rubio suspiró con alivió en voz alta, extendió sus brazos hacía arriba para estirarse —¡Ah! ¡La cama es enorme, más grande que en casa!— emocionado fue a tirarse en ella, la vió por todos lados y curioso abrió un cajón bajó ella, había condones y lubricante, desistió a abrir otro que podía tener juguetes sexuales, alzó la mirada y vió a su pareja enfrente de la puerta y con los brazos cerrados —¿Qué pasa, Sakura-chan?—

Ella desvío su mirada al costado con preocupación y vergüenza

—¿Quieres que me bañé de nuevo? ¿Quieres otras sábanas? ¿No te gusta la cama? ¿La habitación? ¿No tienes ganas?— interrogó sentado en la orilla del mueble

Sakura gruño un poco y lo vió

—¿Todo lo anterior?— preguntó

—¿Qué tan importante es para tí contener tus ruidos?—

—No me importa eso— dijo con ligereza —Quiero escucharte sin tener que contenerte, quiero que hagas lo quieras—

La peli-rosa suspiró

—Ven, Sakura-chan— ánimo golpeando la cama

—No soy un perrito— se indignó aún con los brazos cruzados, no obstante se acercó pero no se sentó, se puso frente a él

El oji-azul la abrazó de la cintura con él sentado y subió hasta los senos de Sakura-chan moviendo su rostro encantado

—Al parecer tú si lo eres— dijo sin darse cuenta que lo hizo para romper ese límite con el que cerraba su cuerpo

La oji-jade le acarició la cabeza, no podía negarse a ello

Él le dió un beso en el pecho y frotó su rostro antes de uno segundo. Ella se asombro por la agradable sensación que se dejó tener en un lugar como ese, Naruto empezó a mover sus manos en dirección opuesta, una acariciaba la espalda y otra la cintura

—Naruto...— se quejó dejando escapar un pequeño sonido vulgar

Él metió dos dedos en el pantalón de su esposa, jugando con sus pantaletas

Historias cortas [NaruSaku +18]Where stories live. Discover now