EXTRA #3

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EXTRA #3

Solamente tú

Narrador Omnisciente

El día amaneció soleado, un brillo cálido que no parecía encajar con la estación de otoño. El aire vibraba con una energía inusual, como si el calor del sol se filtrara en ell corazón de la persona que caminaba en dirección al edificio de" Curvas Peligrosas". Era alguien más, entre un grupo de mujeres que con pasos firmes se asentaban en el lugar, a la espera de la rueda de prensa.

Paparazis estaban con sus cámaras en manos y reporteros con sus micrófonos, todos listos para captar las respuestas de las integrantes de la compañía.

Cuando salieron las modelos, una tras otra, sentándose en su asiento designado, con Evelyn en la cabeza, la persona observadora notaba que el escuadrón no estaba completo, faltaba una modelo, pero esto quedó a segundo plano cuando su anhelo estuvo presente, centrando su atención en una sola figura: Zahara.

La creadora de la compañía, Evelyn, tomó la palabra para hablar sobre la nueva temporada. Pero para el observador, su discurso era poco más que un murmullo de fondo. Sus ojos estaban fijos en Zahara, como si nada más en el mundo pudiera captar su atención.

El rostro de Zahara, con su apariencia angélica, atraía la mirada del observador. Los nervios se reflejaban en el gesto de morderse el labio inferior, un detalle que no pasaba desapercibido para aquel que la observaba desde la distancia. Cada movimiento de su cabello rubio, mecidos por la brisa ligera, era un motivo de fascinación para el observador, quien se sumergía en la imagen con una intensidad casi obsesiva.

El ambiente se cargaba de expectación cuando Zahara tomó el micrófono para dirigirse a la audiencia. A pesar de su aparente seguridad, se percibía una leve timidez en su voz mientras expresaba su gratitud por el gesto de las rosas y la nota que había recibido. Sin embargo, agregó con suavidad que preferiría evitar situaciones similares en el futuro.

Mientras Zahara hablaba, la persona que la observaba desde la distancia no pudo evitar sentir una punzada de decepción. "Qué lástima", pensó para sí, "creí que te gustaría recibir las rosas". El observador conocía a Zahara lo suficiente como para anticipar su reacción, pero también era consciente de que este conocimiento debía permanecer oculto. 

CURVAS SIN MIEDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora