CAPITULO 20

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CAPITULO 20

PREGUNTAS Y RESPUESTAS:

PARTE I

Zahara

—Mis niños, ¿qué hicieron en el día? —papá pregunta en el momento que agarra sus cubiertos.

Azahar me mira, dejándome decidir si contar de la visita que tuvimos. Más bien tuve.

—Te falto la palabra, preciosos. —Azahar vuelve a mirarme con una sonrisita de burla.

Mis mejillas se enrojecen de inmediato, escucho a Catriel llamarme así.

—Papá nunca nos llama niños preciosos, simplemente sus niños. —digo antes que agregue algo más.

Nuestro progenitor enarca una ceja, su mirada pasa entre mi hermano y yo.

—Exacto, MIS —recalca la palabra —niños. Ahora, ¿qué hicieron?

—Nada, —decimos al unisonó —estuvimos nadando un rato y luego miramos una película.

—Okey.

Papá mastica su comida lentamente, luego bebe de su copa de vino, mientras traga, me observa atentamente. Su intensa mirada me hace sentir nuevamente una adolescente que no puede ocultarle nada.

—¿Ustedes se acuerdan de que su mamá me hizo instalar cámaras en el jardín del frente porque quería saber cuál de los vecinos se robaba las rosas? —dice casual.

—Como olvidarlo, al final era un familiar del vecino Laugh el que arrancaba las rosas. —responde Azahar, recordando el momento.

Como un poco de pure mientras asiento, recordando.

—Dejando aún lado las rosas, a veces entro en la aplicación de las cámaras para ver si esta todo en orden, en especial ahora con el tema del fan. —deja de cortar un pedazo de carne para mirarme—Lo suelo hacer en la hora del almuerzo, entro a la aplicación... hoy lo hice e imagínense mi sorpresa cuando te veo Zahara hablando alegremente con un hombre que no conozco. Tuve que llamar a tu hermano para cerciorarme si lo que veía era correcto.

En la mesa se forma un breve silencio que lo rompo cuando exclamo el nombre de Azahar.

—¡Por qué no me dijiste de esto! —chillo hacia mi hermano.

—No te ibas a salvar de que te cuestione. —responde ofendido de que lo haya acusado.

—Sirena, tranquila, solamente me sorprendió verte charlar con un hombre.

Si antes estaba sonrojada, ahora debo estar completamente roja.

—Es un amigo de Azahar. —es lo primero que se me ocurre decir.

Él mencionado se ríe.

—Más bien es tu amigo. Para mí es un cantante de la nómina.

—No me estas ayudando. —lo acuso por segunda vez.

Me atrevo a voltear el rostro para observar a papá, sus manos se encuentran apoyada sobre la mesa, juntas y con los dedos entrecruzados. Su expresión es de tranquilidad absoluta, esperando una respuesta, usa la misma pose cuándo interroga a sus clientes. En este momento yo soy una.

—Bueno sí, es mi amigo. —termino susurrando.

—Amigos que se gustan. —Azahar dice en medio de una tos.

Lo pateo por debajo de la mesa y se queja.

—¿Amigos desde cuándo?

—Hace algunas semanas.

CURVAS SIN MIEDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora