Juntando las Pistas

Cap 20 Capricho

La noche en la montaña era tranquila, daba esa sensación de calma y emanaba una belleza que no se podía ver en ningún lado, el firmamento lleno de estrellas que brillaban como enormes diamantes que adornan el firmamento, los pinos cubiertos por una fina capa de nieve siendo iluminados por la luna y más enigmático la pequeña aldea de los yetis no muy lejos de la pequeña posada donde se hospedaban,

Al menos eso trataba Lucy de explicarles a sus amigos, lamentablemente el cansancio había drenado cada pizca de energía, claro a diferencia de Lucy que se sentía un poco más revitalizada por el lugar, era algo que no podía explicar.

Pero a pesar de esa inquietud de salir a explorar ya era tarde y tendrían que regresar a sus cabañas, al final de cuentas este día de spa se ganó limpiamente o bueno casi.

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Muy temprano los campistas ya estaban disfrutando de un aperitivo, con un poco de chocolate y unos panecillos cortesía de sus amigos los yetis.

Pocos minutos más tarde la minivan se estaba estacionando fuera de la posada donde los chicos miraban como Mildred les hacía señas para abordar el vehículo y parecía que no tenía intención alguna de bajarse..

— Vamos todos, suban tenemos que llegar antes de que sirvan el desayuno, ya saben que a Susie no le gusta que desperdicien la comida — Mildred señalo a los campistas.

Un par de yetis se ofrecieron para ayudar con las ligeras maletas de los chicos, uno de estos casi carga todo excepto la mochila de Lucy, claro en corto se acercó el otro yeti quien le extendió la mano para recibir su mochila.

— Permíteme ayudarte — Este yeti era relativamente más pequeño y delgado a comparación de sus congéneres.

Lucy no estaba curiosa — te me haces familiar, ¿cómo te llamas? —

— Fife es mi nombre — El joven yeti extendió la mano para saludar — Lastima que duraran tan poco tiempo en la posada, ya nos habían hablado de ustedes y aún había mucho que enseñar.

Lucy tomó la mano del chico y como si fuera un calambre o una corriente eléctrica que recorre una pequeña parte de su espalda Lucy sintió esa sensación de nostalgia, algo leve y muy superficial pero lo suficientemente llamativo como para pasarlo por alto.

— Mi nombre.. si mi nombre es Lucy, un gusto — Lucy sonrió como si se hubiera encontrado con un viejo amigo.

— Apurence, que se nos hace tarde — Mildred volvió a llamar a los chicos.

Fife tomó la maleta de Lucy y la acomodo con el resto del equipaje, mientras Lucy tomaba el asiento de copiloto.

— Esperen un poco aun falta Oscar, tenía que despedirse de algunos yetis de quienes se había hecho amigos ayer — Erizo señalo.

Y así pasaron los minutos y Oscar no regresaba, tiempo que aprovechó Lucy y Fife para hablar un poco y prometiendose que los visitará en el campamento, que al final del día estaban relativamente cerca y en cuanto a las brujas los yetis siempre son más que bienvenidos.

Poco tiempo había pasado y un yeti le comentó algo a Mildred al oído.

— Entiendo, ok nos vamos, al parecer Oscar ya se nos adelantó — Mildred señalo cerrando las puertas con magia y encendiendo el vehículo para regresar al campamento.

— Pero Oscar no se iría sin avisarnos — Erizo estaba algo confundida.

— Vamos deja que tu amigo se divierta, no es que se vaya a perder, los yetis son de los más responsables de la isla y puedes confiar en ellos— Mildred señalo mientras se encaminaba de regreso al campamento.