Capítulo 3

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Yo seguía aturdida por el golpe, bueno, también por las palabras desagradables que me había dicho ese imbécil. Acimpámpana. ¿Qué significaba eso?
Me dolía mucho el brazo, donde había apoyado él su pecho, sentía un pinchazo en las costillas, me había clavado su codo. Por decirlo de alguna manera, estaba atontada.

Vi que Victoria se acercaba a mi, primero sonriendo, y después, con cara de preocupación. Creo que se dio cuenta de que algo iba mal solo por mi cara.

-Oh, ¿Anaís, que te ha pasado?

-¿Ves a ese chico de ahí? -dije señalándolo. Ahora estaba mirando su móvil.

-Sí. -Contestó Vicky en tono aburrido. No comprendí por qué.

-Pues ese caradura, iba corriendo mientras miraba su móvil, yo caminaba rápido mirando mi móvil, y nos chocamos. Yo caí al suelo, y él, encima de mí. Se le escurrió el móvil de las manos, y se rompió contra el suelo. Encima, se levanta y me echa toda la culpa a mí, ¡y el colmo es que me ha llamado acimpámpana! ¿Qué diablos es eso? ¿Es bueno, o malo?

-A ver, te explico. -Me dijo Vicky con un gesto para que me sentara con ella en un banco. -Ese caradura, es mi hermano, tiene tu misma edad si no me equivoco. Se había comprado el móvil la semana pasada, es normal que le fastidie que se rompiera, además, se había gastado mucho de sus ahorros. Le gusta ser original, aunque a veces, se pasa, y es más bien raro. Cuando se presta la situación de insultar a alguien, es cuando más acude a su originalidad, de ahí vienen los insultos raros, por ejemplo acimpámpana. Teniendo en cuenta que es un insulto, es malo. No le culpes, él es así.

Yo la miraba atónita.

-Perdona que te lo diga, pero tienes un hermano de lo más raro. Siento haber hablado de él de esa forma.

-Tranquila, no te disculpes. A veces yo también pienso qué he hecho para tener un hermano cómo él. Aún me sorprende que tenga novia.

-Pobre chica. ¿Quién es la desafortunada que tiene que aguantarlo?

-Olivia Rosewell. Esa de ahí. -Me indicó Vicky señalando una chica que se acercaba a su hermano.

Era morena, no muy alta. No le pude ver muy bien la cara, porque estaba de espaldas a mí, pero supe sin mirarla que sería guapa. Me pregunté si allí no habría chicas feas.

-Es una arpía, está siempre detrás de Tom. -Dijo mi compañera poniendo cara de asco.

-¿Tom? -pregunté sin comprender.

-Claro. Mi hermano Thomas.

-Ah. Caray, se les ve muy cariñosos. -Dije mientras los observaba besándose y... espachurrándose el uno al otro.

-Pues sí. -Contestó Vicky resoplando.

De repente, Tom y Olivia se separaron, y él metió la mano en el bolsillo del pantalón. ¡Mierda! Le va a enseñar el móvil, pensé.
No me equivoqué. Thomas señalaba furioso el móvil, y Olivia ponía cara de horror. De repente, los dos me dedicaron una mirada cabreada. Lo hicieron completamente sincronizados.

-Mamá, eso último ha sonado mal. -dice una de las chicas riéndose.

-Cállate, Estella.

Después de la mirada intimidante, Olivia le dijo algo a su novio. Entonces Tom vino hacia mí. Quizá su amada le había dicho que se disculpara conmigo. O no.

-Exijo una disculpa, ahora. -Dijo Thomas señalando su teléfono.

Yo iba a contestarle, cuando Vicky me apartó y se colocó delante de mí.

Ese algo llamado amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora