Si los deseos fueran estrellas

CAPÍTULO 21 [PARTE 3]

3 semanas antes de la conversación con Alexander.

1 día después de la consulta médica del Doctor Paul.

Londres

Hay una fiesta en el estudio por la bienvenida de los bailarines de intercambio. Todos los bailarines de los estudios están aquí para la bienvenida, incluyendo mi hermana.

—La francesa me cae mal, te lo voy diciendo —escucho como le habla a Kanín directamente a los ojos, mientras bebe un sorbo de su refresco —. Ella quiere tu miel, pero eso ya le pertenece a mi empoderada hermana.

Suelto una leve risa al ver como Dugga, me hace señas con los ojos para que lo rescate de la pequeña entrometida.

—Camille, ¿Por qué no vas con tus amigas y lo dejas respirar? —le quito el refresco —, llevas media hora diciendo que te cae mal.

—Es que se nota que te quiere quitar tu miel y no iré con ellas. Están con la francesa —me quita el refresco volviendole a dar un trago, entrecerrando sus ojos — ¡Traidoras!

—¿Podemos dejar de hablar de que soy una miel? —pregunta Dugga, quitándose los zapatos igual que el resto.

—Nooo —responde Camille, mirándolo con desprecio —. Es que no me creo que fueras tenido algo con ella... aunque lo entiendo, fue tu momento más humilde de la vida.

—No tuvimos nada —responde Dugga algo irritado por los pésimos comentarios que le dice mi hermana —. Le gustó y se obsesionó.

Conozco a Camille y sé que le divierte esto.

—¿Y ella lo sabe, cuñado? —cuestiona y coloca una cara de nervios — Porque desde que pisamos el estudio no ha parado de mirarte fijamente, siento que dentro de poco va a desarrollar rayos láser y me atravesara la nuca para verte mejor.

Disimuladamente poso mi vista hacia donde está la francesa y puedo decir que Camille tiene razón. Maggie, está sin disimulo alguno con una expresión de frustración queriendo observar a Kanín, y como no lo logra, hace presión en su copa con la mano ya que sus nudillos se le ven ligeramente blancos.

—Dios esa chica está loca por ti —comento volviendo la vista hacia mi acompañante.

—Me costó salir de Francia en su momento, creeme.

***

La ceremonia estaba divertida, varios bailarines se pusieron a bailar en el estudio sacando sus mejores pasos.

Danna, estaba algo histérica porque el bailarín de Rusia no se había presentado.

Jo Kwon trataba de calmarla ofreciéndole agua saborizada, al mismo tiempo, la madre de Danna y Jhoan, salen de la oficina con papeles en sus manos. Danna, al verlos, le arrebata el agua a Jo y se encamina posicionándose al lado de su madre.

—Una vez más —comienza a decir la madre de Danna, Georgiana —. Te damos la bienvenida Maggie, es un honor tenerte en este estudio por una semana.

La susodicha se lleva una mano al pecho, conmovida por las palabras de la señora.

—Y... bueno quería tener el placer de darle la bienvenida a Nikolay, pero el no...

—Lamento la demora —un chico de estatura alta entra al estudio.

Wao que conveniente.

El chico que por su gran tamaño, piel blanca y cabello rubio, podría apostar que es el tal Nikolay.

>>No supe como indicar la dirección de este sitio al taxista, así que, dimos muchas vueltas por casi toda la ciudad.

Georgiana, impresionada con su altura, le ofrece su mano a modo de saludo y le indica que vaya al lugar donde se encuentra Maggie.