MARVEL: CAMINO DEL JUGADOR

CAPÍTULO 182

[Sif POV]

Alex había ganado.

Pero se sentía diferente.

"Alex", murmuré, corriendo hacia él.

Pero mientras corría, su fría mirada me detuvo.

"Borrando la dimensión de bolsillo", habló Alex, mientras todo a nuestro alrededor comenzaba a desmoronarse.

¿Eso era realmente Alex?

"Ya veo", se rió Ancestral, mientras me volvía para mirarla.

"Qué le está pasando a Alex", le pregunté, ella tenía que saberlo, lo conocía mejor que nadie.

"Que lo que ves, es la manifestación del poder de Alex, la encarnación de la simetría", comenzó Ancestral, hablando unos pasos adelante, "Sin embargo, parece que sin la aportación de Alex, su poder era capaz de hacer mucho más",

"Volverá a su yo habitual", murmuré.

"Afirmativo", dijo Alex, "Saliendo del modo de autorecuperación",

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[Ancestral POV]

Finalmente entendí cómo funcionaba Alex.

No era simétrico, era la encarnación de la simetría.

En un momento, estaba perdiendo, y al siguiente, su poder había aumentado hasta el punto de que eclipsó incluso a personas como Dormammu.

Fue... increíble.

Y un poco aterrador.

En el momento en que su poder aumentó.

Todos los signos de Alex desaparecieron.

Dejando lo que solo podría describirse como un ordenador.

Ya no vería las marcas de su asimetría.

Lo que estaba frente a nosotros era perfecto.

Tanto física como mágicamente sabias.

Sin defectos.

Sin emociones.

Solo eso.

Se lo expliqué a Sif, que casi parecía asustada por cómo estaba actuando Alex.

No es que la culpe.

Toda chispa de vida en sus ojos se ha ido.

Dejando solo una cáscara sin emociones del hombre que conocíamos.

Incluso para mi maravilla, la vista de tal cambio fue desconcertante.

"Afirmativo", dijo Alex, "Saliendo del modo de autorecuperación",

Parpadeé.

Su cuerpo cayó al suelo tan pronto como dijo esas palabras.

Su cuerpo y su poder, volviendo a lo que una vez fue, cuando fuimos expulsados abruptamente de la dimensión.

Saliendo en medio del desierto donde habíamos comenzado la incursión.

"¡Hermano!" Thor fue el primero en moverse, corriendo al lado de Alex.

Pronto, el resto siguió, incluyéndome a mí.

Estaba bien.

Podía sentirlo.

Y ahora, también podía sentir sus pequeños defectos en su interior, las pequeñas cosas que lo hicieron, él.

Sonreí.