Diez

13.2K 1.3K 933
                                    

10

DIEZ

Mastique con placer el pedazo de pizza en mi boca. Hoy se cumplían dos semanas de estar con Harry, dos semanas de ir al psiquiatra y recordar el pasado todos los días, dos semanas llenas de sedantes y pastillas para dormir, dos semanas en el infierno.

Harry se ha comportado muy amable y cariñoso conmigo y Ethan, nos lleva a diversos lugares (desde centros comerciales hasta restaurantes lujosos), cuando estamos en casa comemos todos juntos, y Ethan aprendió a contar hasta el cien gracias a Harry. Y aunque el rizado no me deja ver televisión ni comunicarme con mis amigos (los cuales espero me busquen) todo va bien.

La casa de Harry es muy bonita, con una linda terraza, un hermoso jardín, dos habitaciones, tres baños, una cochera y una enorme piscina en el patio trasero. He creído que Harry compro la casa con la idea de Ethan, él y yo viviendo juntos, pues en donde se encuentra la piscina hay tres columpios y un resbaladero, una habitación está decorada en forma infantil (de un color celeste, grande y miles de figuras de deporte en la pared) y hay una foto preciosamente enmarcada de Harry y yo cuando éramos novios en nuestra habitación. Y digo nuestra porque Harry me obligo a dormir con él, abrazándome todas las noches y deseándome buenas noches.

Siempre quise esto, a Ethan entrando en nuestra cama, acomodándose entre su padre y yo, los tres riendo mientras vemos la televisión, jugando a la pelota, comiendo pizza o simplemente sentados en el jardín viendo el cielo. Pero ahora que se ha cumplido no me siento a gusto, y menos sabiendo que mi hijo me ve a escondidas cuando me sedan, o cuando me dan pesadillas y me despierto gritando. Así que, por esta razón, me prometí a mí mismo mejorar y tener más tiempo con Ethan.

Y gracias a esto, estoy en una pizzería, con Harry a mi lado y Ethan frente a mí.

—Papá ¿volveré a la escuela?—miro a Harry. Este dejo de comer, se pasó su lengua por los labios y luego sonrió.

—No. Alguien ira a casa para enseñarte, se les llama profesor particular. —Harry saco su billetera y dejo varios euros sobre la mesa. Se levantó e hizo que Ethan se también lo hiciera.

Estaba a punto de hacer lo mismo cunado Harry me pone su (enorme) mano en el pecho, obligándome a sentarme de nuevo. Lo mire confundido y el negó con la cabeza.

—Quédate aquí o ve a otra parte—señalo el centro comercial, que estaba a un lado de la pizzería— cómprate muchas cosas bonitas, y cuando termines regresas al auto— saco una tarjeta de crédito y me la extendió.

Aun sin creer que Harry me dejara hacer algo por mí mismo la tome y me levante. El soltó una carcajada y tomo a Ethan de la mano, vi como salían del local y se alejaban.

«Idiota, sabe que sin Ethan no me iré»

Bien. A disfrutar los placeres del dinero.

∞∞∞

Trate de tomar las ocho bolsas con la mano izquierda, pero me fue imposible. La mano derecha estaba ocupada con once bolsas en total, y un delicioso café de Starbucks.

Me pase, aproximadamente, tres horas comprando cosas que probablemente no usare. Cuadros de decoración, pulseras, libros, perfumes, juguetes para Ethan y chucherías era lo había en las bolsas. Me dolían las piernas de tanto caminar por el centro comercial, lo único que quería era llegar a casa y ver una película con mi hijo y Harry.

Cuando por fin pude acomodar todas las bolsas en mi mano, un chico se acercó a mí sonriendo.

— ¡Hola! Mi nombre es Mattew y me encantaría hacerte una pregunta. ¿Puedo?— Asentí. El agrando su sonrisa y paso la mano por su cabello castaño—bien ¿Qué opinas de McDonald's?

Mire su camiseta. Roja, con el logo de McDonald's y su nombre.

—Pues...—a lo lejos, detrás del chico que seguía sonriendo, un Harry con el ceño fruncido caminaba furioso hacia nosotros. Antes de que llegara junto a mí, grito mi nombre.

Abrí los ojos al ver como miraba a Mattew que ya había volteado hacia atrás. Harry lo tomo del cuello de su camiseta y lo empezó a zarandear. El rizado era mucho más alto y fuerte, le sacaba como veinte centímetros y fácilmente podías ver que Harry tenía más masa muscular que el otro.

— ¡Harry! ¡Suéltalo!

— ¡¿te dejo solo y tu coqueteas con este tipo?!—soltó a Mattew, quien corrió a un lugar alejado. Harry toma fuertemente mi muñeca y me arrastra al estacionamiento.

Veo como la gente nos ve curiosos, y pequeñas lagrimas resbalan por mis mejillas. Harry abre la puerta del copiloto cuando llegamos al auto y me empuja hacia el asiento. En los asientos de atrás, se encuentra un Ethan mirándonos asustado, apretando su mantita y llorando.

Harry sube al auto y arranca, me mira de reojo un momento para después voltearse.

—Cuando lleguemos a casa Louis...desearas nunca haber nacido.

Hola!!! les quería preguntar  2   cosas:

1¿que quisieran que le cambie o agregue a la novela?(ortografía,imágenes,capítulos mas largos,etc.)

2¿Se podrían pasar al resto de mis novelas?me gustaría mucho que lo hicieran :)

¡ADIOS, LOS QUIERO!


AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora