Ocho

14.8K 1.6K 671
                                    

8

OCHO

"No entiendo. No entiendo porque papá le grita a mami, y porque ella  está llorando. Quiero acercarme e mami y decirle que deje de llorar, que se ve bonita cundo no lo hace; pero me da miedo que papá me pegue y me deje sin comer. Sin que me dé cuenta, mami se acerca a mí, sollozando, y me da un abrazo mientras esconde mi rostro en su cuello. Escucho su voz rasposa, repitiendo lo mismo una y otra vez.

Papi es un hombre malo. Papi te va hacer daño."

Ella tenía razón.

—Pensé que ya lo habías supero— Harry me miro serio.

—Yo también. — el cierra los ojos y suspira. Se lo que dirá a continuación.

—Debiste denunciarlo. A él y al tipo que te compro.

«Como si fuera tan fácil»

—Harry, eso quedo en el pasado. Ahora todo está bien.

Harry golpea con fuerza la barandilla de la cama.

— ¡Sigues repitiendo eso! ¡Y sabes que no es verdad, que siempre termina empeorando todo!

Cierro los ojos. Solo quiero que se calle, porque sé que dice la verdad.

A veces, cuando la verdad es dura, preferimos cerrar nuestros oídos, esperando que todo se mejore.

«Que todo esté bien»

—Te llevare con un psiquiatra.

«El que necesita un psiquiatra es otro»

—No. Sabes que pronto lo olvidare, será solo un recuerdo.

«Uno horrible»

—Lou...—abro los ojos solo para verlo mirarme con preocupación. — prometí que te cuidaría, que te amaría.

—No lo cumpliste—susurre sin pensarlo.

—Y tu prometiste no irte, tampoco lo cumpliste—lo miro directamente a los ojos. Unos ojos esmeralda, los más hermosos del mundo, los que me enamoraron, los que transmitían amor puro y del bueno. Ahora solo irradian oscuridad, demencia y maldad.

—Rompiste tu promesa, ¿Por qué yo no rompería la mía?

Harry se levanta de su silla, empujándola hacia atrás. Camina a la puerta, y antes de cerrarla me da una última mirada.

Por primera vez, comienzo a pensar sobre todo lo que ha pasado. Desde el día en el que Harry me confesó que había matado a alguien hasta ahora. Pienso en nuestra relación, en mí llegada a Londres, en el nacimiento de Ethan, en todo. Y me doy cuenta, que jamás catalogue a Ethan como mi hijo, como alguien que nació de mí, porque cada vez que lo veía solo reparaba al hombre que mató a alguien.

«Harry asesino a alguien, pero también ayudo a muchas personas. Incluido a ti.»

Ahora no pienso en Ethan o en mí y Harry, solo en Harry, solo él.

En sus hoyuelos cuando sonríe, en su voz ronca, su cabello rizado, su manera de ser, su forma de vestirse, en como ayudaba a las personas que más lo necesitaban. El evito que me suicidara, el me salvo.

"—Mami...—toco la piel pálida de su rostro, que está llena de manchas negras y moradas. Vuelvo a hablarle y a sacudirle, esperando que habrá los ojos y me sonría. Pero no lo hace.

Miro a todas partes esperando ver a papi y decirle que mami no despierta. Una habitación vacía, mugrienta y sola es lo único que perciben mis ojos. Mis cortas piernitas de seis años están dobladas, aún lado del cuerpo de mami, y mis manos sostienen las suyas con fuerza.

—Mami...despierta...—al ver que no abre sus ojitos azules, me recuesto en el piso, poniendo su brazo como almohada. Cierro los ojos con sueño y hambre.

«Cuando despierte mamá, hará de comer y jugaremos a las escondidas» me prometo a mí mismo."

Sería una lástima que nunca despertara.

AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora