Capítulo 19: Sin lugar a dudas, no estoy lista

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De: Julián Amador

Para: Anna Torres

¡Hola peque! Espero que hayas dormido bien. Estoy... Bueno... Tengo la cara hinchada por el pelotazo, pero gracias al casco estoy bien. Te prometo que estoy bien... Tengo que quedarme un día más en el hospital, pero mañana mismo regreso por ti a la Guarde. Espero que te estés portando bien y siguiendo las reglas, mi niña. Te amo, pequeñita.

Leer el mensaje del pelinegro me alivió el corazón como nada más pudo haberlo hecho. Recibí el mensaje estando en la cocina, sentada sobre mi sillita alta con el resto de mis compañeros de fin de semana. -¡Ahí viene el avioncito!- dijo sonriente Sweet mientras depositaba un pedazo de gelatina color morada en mi boca. Sonreí ante el gesto y me sonrojé. La mujer repitió la acción con Ximena y con Eric, quien sonreía a todos los gestos que hacíamos. -¡Yo quiero más!- dijo alegre J.C. abrazando a Marco, quien le daba de comer. -Terminen sus platos de fruta y podremos ir a jugar... ¿qué dicen si hacemos unas obras de arte para sus papás?- los chicos asintieron y gritaron de emoción. Pensar en hacerle algo a Julián me hacía feliz, pero aún estaba preocupada por él. -Anna, dame tu celular, por favor.- asentí y, siguiendo las instrucciones de Julián sobre ser obediente, hice caso a la mujer. Tomé el tenedor infantil y terminé mis pequeños pedazos de manzana cortada en cubitos. Di un profundo trago a mi vaso entrenador y terminé con el jugo de naranja que me habían servido. -¡Terminé!- gritó al fondo de la estancia Eric, sonriéndome posteriormente a mi. Me sonrojé y repetí la acción del muchacho, seguidos de los demás. -¡Listo! Ya que terminaron, vamos a cambiarnos y a jugar. 

***

-¡Pero yo quiero el disfraz de Capitán América!- pelearon Bernardo y J.C. como auténticos bebés. -Niños, si siguen peleando voy a cancelar la actividad.- puntualizó con firmeza Marco. Los chicos hicieron un gran berrinche y dejaron tirado el disfraz en medio de ambos mientras que por un lado Ximena jugaba a las princesas sentada en el mullido tapete de la sala ambientada como una ciudad de superhéroes. -Vengan, esto lo podemos arreglar.- Marco levantó el disfraz y dialogó con los chicos mientras que yo me mantuve al margen de la situación. -¿Estás bien, Anna?- me preguntó Eric, llegando por detrás de donde estaba. Me giré y encontré sus lindos ojos azules clavados en mi con una gran sonrisa. -Sssiii... Es que nunca había jugado con otros bebés.- me sinceré -Tranquila, todos pasamos por lo mismo. Sólo déjate llevar.- me sonrió y me tendió la mano, la cual acepté gustosa. Me acompañó hasta donde estaba Ximena y me tendió una muñeca con el cabello rubio y ojos azules. -Tu puedes ser la mamá y yo seré el papá.- finalizó el muchacho mostrándome un fuerte muñeco de acción con grandes y marcados músculos -¡Y yo seré su hija!- intervino Ximena con una muñeca vestida como princesa. Durante varios minutos jugamos a la familia con alegría y perdí la noción del tiempo. Eric me transformaba en una niña más, perdiéndome en mi inocencia. Jugamos hasta cansarnos, hasta que Sweet y Marco llegaron para llevarnos de vuelta al comedor a comer. -¡Que bien juegas!- complementó Ximena y yo no pude evitar sonreír y abrazarla -A todos nos cuesta integrarnos a la dinámica del bebé... Llegar al "Little Space" no es tan fácil como parece, pero una vez que lo alcanzas, todo es más sencillo.- me guiñó el ojo Eric y esperó a que Sweet lo sentara sobre la sillita alta color verde pistache. -¿Qué es el "Little Space"?- pregunté inocente, a lo que con ternura me respondió Marco -Es la "zona"... Es cuando estás completamente "metido" en tu papel de bebé... No es algo fácil de lograr, pero cuando estás ahí, te sientes pleno, te sientes feliz siendo bebé, abandonas todo comportamiento adulto y te dejas llevar por tu corazón y tus sentimientos con relación a eso.- tragué saliva ¿Acaso he estado en el Little Space ya?  -Llegar al Little Space no es fácil, Annita. Pero cuando lo logres sin lugar a dudas disfrutarás mucho de estar "libre" de la vida adulta.- finalizó Sweet mientras que me daba un beso en la mejilla. 

La pequeñita de papáWhere stories live. Discover now