Love and sweetness.「Kiyoomi Sakusa.」

Capítulo 10.

Transcurría Marzo, todo había estado yendo relativamente bien hasta ese mes cuando anunciaron la existencia de un nuevo virus que estaba enfermando y matando gente en China, en el planeta entero en realidad, por ende se les obligaría a estar en sus hogares sin poder salir más que el mínimo indispensable durante un tiempo indefinido, siendo justamente esa última parte la que les preocupaba.

Ella sabía muy bien lo mal que podía hacerle a Sakusa su fobia a los gérmenes, por ende saber que afuera habría una nueva enfermedad de la cual aún no se tenía cura, ni vacuna sin dudas sería un terrible infierno. También estaba el tema de los gastos, rezaba porque no se hiciera recorte de personal en su trabajo, más específicamente con ella, era un trabajo repleto de gente odiosa, pero al menos le daba dinero, mismo que usaba para vivir, Kiyoomi como la buena persona que era le informó que si eso llegaba a pasar él no tendría ningún problema en ayudarle, a Hikaru no le gustaba la idea y esperaba no tener que recurrir a eso.

Antes de hacer sumamente obligatorio el encierro, Kiyoomi también le había propuesto a Hikaru ir a vivir con él, que estuvieran juntos durante todo el tiempo que durara aquella dichosa cuarentena, así se cuidarían entre los dos. Hikaru aunque en el fondo de igual modo quería mucho hacer eso, no aceptó.

—Kiyoomi, tú sabes que nada me haría más feliz que vivir contigo y verte todos los días y a todas horas, pero de verdad, de verdad, no puedo hacerlo ahora, ¡No puedo dejar así como así el departamento que fue un regalo por parte de mi madre el día que me gradué! Y tampoco es como si tú pudieras venir a vivir conmigo así como así, por más que tú vayas a poner de tu parte para cubrir los gastos, ni a mi madre, ni al dueño del edificio les va a gustar, al dueño por el dinero y a mi madre porque es mi madre. Sólo esperemos, ¿sí? Esto tiene que acabar, ¿verdad? Volveremos a poder estar juntos todos los días en algún momento, sólo esperemos, ¿está bien?

Él sintió su corazón aplastarse y despedazarse ante lo dicho por su novia, pero lo aceptó, iba a respetar su decisión.

—De acuerdo, te entiendo, no te preocupes. Pero si llegas a necesitar algo, por favor no dudes en pedirme ayuda, te la daré de inmediato.—sosteniendo las manos de la muchacha entre las de él y besándolas le dijo.

—Yo sé que sí.—correspondió al acto del muchacho.—Intentemos no pensar mucho en cosas malas, ¿sí? Yo confío en que esto acabará pronto y podremos volver a vivir normalmente. Kiyoomi, de verdad eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, quiero que tanto tú como yo estemos bien para poder seguir juntos y hacer muchas, pero muchas cosas más.

Un largo, amoroso y dulce beso seguido de un abrazo igual fue con lo que terminaron aquella que sería su última visita en bastante tiempo, era el hogar de la chica en el que se encontraban, Kiyoomi la había llevado ahí al salir ambos de sus respectivos empleos.

Afortunadamente para ella no fue despedida de su trabajo, seguiría trabajando desde su hogar en lo que fuera necesario para las empresas de las que ella llevaba su contabilidad, él por su parte tampoco fue expulsado, ni nada por el estilo de los “Black Jackals”, estaría encerrado en su departamento el tiempo que fuera necesario, hasta que fuera seguro salir a las calles solamente, se dedicaría a seguir manteniéndose en forma mientras pasaba la cuarentena.

Los primeros días fueron los más difíciles, sintiendo a veces ansiedad a causa del encierro. El tener que familiarizarse con trabajar y organizarse desde casa, atender exigencias de superiores, de su propio hogar, hacía de su situación algo estresante, pero al menos tenía a Kiyoomi que le enviaba mensajes diciéndole cosas lindas sin presionarla para que respondiera rápido u respondiera, como siempre.

Entre Kiyoomi y Hikaru, muy poco tiempo después establecieron un horario para poder hablarse por videollamada, este cambiaría según como lo hiciera su rutina. Hasta ese momento se llamaban los lunes, miércoles y viernes por la tarde noche, siendo viernes aquella vez.