Un día dos jóvenes se encontraron de camino a casa por casualidad, una casualidad muy bonita si le preguntas a cualquiera de los dos.
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❀ Contiene ocs (Mi oc como protagonista)
❀ Historia alg...
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Se encontraba en su trabajo admirando su hermosa pulsera plateada con dije de flor de cerezo: Era sumamente hermosa, Kiyoomi tenía gustos muy buenos para cosas de ese tipo y Kiyoomi, el simple hecho de que se la hubiera regalado él lo hacía al menos un billón de veces mejor, era como tener una parte de él, ¡Que alegría! Un regalo de Kiyoomi, su novio Kiyoomi, la hacía sentir en el cielo.
Dejó de mirar la pulsera momentos después para concentrarse en su trabajo, no tenía ganas de ser reprendida ni por sus superiores, muchísimo menos alguno de sus compañeros, ni hablar de tener que explicar de donde había sacado su bonita pulsera si llegaban a verla y les daba curiosidad.
Kiyoomi se encontraba muy ocupado entrenando para la temporada de partidos que se aproximaba otra vez, así que para su mala suerte no podría ir a su casa, ni él a la de ella para que pudieran alegrarse la vida.
Hikaru, mientras Kiyoomi estuviera ocupado se dedicaría a comenzar una búsqueda de opciones para poder mejorar su propia vida en un futuro que esperaba llegara rápido y de paso vería que podría regalarle a su novio por el simple hecho de que podía y quería tener un detalle con él, como él lo tuvo con ella anteriormente.
Luego de unas horas buscando lo que quería encontró una lista de opciones bastante buenas, en cuanto al regalo que quería darle a su novio todavía no se le ocurría nada.
...
Recordaba cuando se le ocurrió regalarle su estuchera de madera, aunque llevaban unos meses conociéndose él ya era muy importante para ella y quería demostrárselo de alguna manera, por el momento sería regalándole algo para su cumpleaños el cual iba a ser al cabo de díez días.
Durante una tarde de domingo se encontraba paseando por una plaza comercial muy grande y conocida en la ciudad, fue entonces cuando en una tienda que vendía artículos variados tanto para el hogar como otras cosas vió una pequeña estuchera de madera que era muy bonita con una luna dibujada y además venía acompañada de papel para hacer notas y de lápices y bolígrafos, ideal para una persona a la que le gustaba mucho el orden, que era meticulosa en todo y para todo, al mismo tiempo que le encantaban las cosas lindas y estéticas, la tomó, como le dieron la opción de hacerlo ahí mismo le pidió a la persona encargada de la tienda que le grabara el bonito nombre del muchacho, al salir de ahí fue a una tienda exclusivamente de artículos de oficina para completar el regalo con mini marcatextos y hojitas de colores, terminó aquello comprando papel de regalo azul con estrellitas doradas, una caja de cartón y un listón plateado para decorar el regalo. Pasaron díez días a partir de ahí, como a Kiyoomi también le gustaban mucho las cerezas a ella se le ocurrió hornearle un pastel que las tenía como ingrediente principal, el cual además era bastante agradable a la vista, ese día saliendo de su trabajo fue rápidamente a su casa para ducharse y cambiarse de ropa, además de claro, tomar el pastel y el regalo que preparó con anterioridad para Kiyoomi, luego se fue a casa del chico.
